La tradición de los Reyes Magos, que se celebra cada 6 de enero, ha logrado trascender el tiempo al mantenerse viva en los hogares puertorriqueños, quienes encuentra en la celebración una oportunidad para llenar de alegría a sus seres queridos.

En la víspera del Día de Reyes, Primera Hora se encontró con varias personas en un centro comercial del país a donde acudieron para hacer las compras de última hora que le permitirán cultivar en los niños y las niñas la costumbre de que recibirán regalos al igual que los recibió el niño Jesús de Nazaret cuando nació, por parte de los Tres Reyes Magos, según los pasajes bíblicos.

Zulma Rivera, vecina de Cataño, expresó que para ella los Reyes Magos son más importante que Santa Claus porque es una “tradición de nosotros”. Y es que en países de tradición católica, como Puerto Rico, se adoptó la costumbre de celebrar al mismo tiempo el día de la Epifanía (6 de enero) y la festividad de los Reyes Magos.

Por eso, la mujer, de 55 años de edad, sigue al pie de la letra la costumbre de llevar a los niños a recoger hierba que colocan en una cajita, para luego ubicarla al lado de su cama o debajo del árbol de Navidad, lo que hará durante la noche de la víspera cuando lleve a sus nietos al patio. “Ahí (en el carro) tengo las cajitas de casualidad”, dijo. “La hierba estará fresquita para que los camellos se la coman y le traigan los juguetitos”, agregó.

Ese momento es “bien bonito porque es emocionante que ellos cojan su hierbita. Yo creo que yo me emociono más que ellos”.

En su caso, la familia se reunirá en la casa de una de las hermanas para celebrar en familia. 

Por su parte, Félix Rodríguez, padre de un niño y una niña, destacó que “nos han enseñado que en Reyes se regala y en Navidad se celebra: lo que se celebra el 25 es el nacimiento de Jesús y (el 6 de enero) la tradición de los reyes, de visitar y dar regalos”, dijo el hombre de 36 años de edad.

Agregó que “lo más importante no son los regalos sino lo que significa el día. Es una tradición que tenemos la dicha de celebrar y tener el día libre”.

Otro ciudadano que se toma en serio el Día de Reyes es José Romero, de 55 años, quien durante la víspera estaba comprando regalos que incluían un carrito, una Barbie y una bicicleta para sus nietos.

“Son mis nietos. Son mi familia. Yo trabajo por mis hijos y nietos. Yo por mi familia me voy hasta el cuello y trabajo. Yo me busco el peso como quiera”, dijo.