El contratista Eduardo Fuertes Pasarell fue declarado culpable por cinco cargos de oferta de soborno, y de inmediato fue sentenciado a seis años de cárcel por cada uno de los delitos, que cumplirá de forma concurrente, desde ayer.

Al escuchar el veredicto en votación de nueve a tres, Fuertes Pasarell, quien laboró para el Departamento de Educación durante la administración de Víctor Fajardo, permaneció impasible y se mantuvo cabizbajo y, en ocasiones, movía la cabeza en señal de negación.

Luego, se viró hacia los familiares que estaban en la sala llorosos, y les susurró en varias ocasiones “Es increíble”.

El licenciado José M. Sagardía dijo a Prensa Asociada que su cliente decidió renunciar al informe de presentencia para agilizar el proceso de apelación.

“Cuando pides un informe de presentencia, no puedes radicar el escrito de apelación hasta que emitan la sentencia”, dijo el abogado a la AP.

Agregó que próximamente también someterá una solicitud de fianza en apelación.

Por su parte, el fiscal Alberto Varcárcel se mostró complacido con el veredicto, que tomó poco más de cinco horas, y vaticinó que la defensa no prosperará en su impugnación del fallo porque “la prueba fue clara”.

El jurado, de cuatro hombres y ocho mujeres, entendió que Fuertes Pasarell ofreció sobornos por medio de cinco cheques -de $63,000; $45,000; $35,500; $33,900 y $63,000- a la corporación fantasma RV Research and Management Group entre mayo de 1998 y 1999 a cambio de que Educación siguiera otorgándole contratos.

Según la acusación, los pagos fueron en “concierto y común acuerdo” con Fajardo y su amigo Ruperto Vázquez, de RV Research.

Durante el día, tanto el ministerio público como la defensa ofrecieron sus informes finales del caso, los cuales se convirtieron en una analogía de historias sobre mafia italiana en Estados Unidos.

En un intento por defender al contratista acusado de sobornar al convicto ex secretario Fajardo, Sagardía comparó al último con Al Capone y al compadre de Fajardo que ideó el esquema de extorsión con él, José Omar Cruz, lo llamó “Caponcito”.

“He puesto la cabeza escuchando al fiscal (diciendo) que Capone, Víctor Fajardo, y Caponcito, José Omar, existen porque hay los Eduardo Fuertes Pasarell. Hay Dios mío, ¿Eduardo Fuertes Pasarell corrompió a Fajardo y a José Omar? pero, ¿de dónde saca eso?”, cuestionó el abogado, quien dio un discurso elocuente y folclórico que lo hizo casi ahogarse de llanto al final.

“¿Ustedes han oído el merengue ése de la estaca y el sapo?”, le dijo Sagardía a los miembros del jurado. “Los sapos le caen encima a la estaca y la culpa es de la estaca”, expresó. Hubo un murmullo de risas entre los miembros del jurado.

El fiscal, quien hasta el momento había hablado al jurado llanamente, ripostó en su segundo turno: “Si Víctor Fajardo y José Omar son Capone y Caponcito, Eduardo Fuertes Pasarell es Frank Nitti, uno de los socios”. Y señaló al acusado.

Capone fue el gángster más notorio de la década de 1920 en Estados Unidos. Nitti fue uno de sus socios principales.