Conductores boricuas se la pasan con celular en mano
Autoridades auscultan la posibilidad de traer a la Isla un aparato que permitiría a la Policía detectar el uso del móvil al volante.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 años.
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Aumentar a $100 la multa por el uso de celular no ha sido disuasivo para que los conductores puertorriqueños dejen a un lado sus teléfonos cuando están al volante, un asunto que tiene a las autoridades contemplando que se legisle para que se impongan infracciones más severas y hasta la ponderación de traer a la isla un aparato que le permitiría a la Policía detectar si una persona está utilizando su dispositivo móvil mientras está guiando.
Aun cuando en julio de 2017 se elevó de $50 a $100 la penalidad para aquellos conductores que se distraen utilizando el celular de forma indebida, las multas por esta falta continúan siendo una de las más violadas a la Ley de Tránsito, explicó a Primera Hora el teniente Elvis Zeno, director auxiliar del Negociado de Patrullas de Carreteras de la Policía de Puerto Rico.
El oficial explicó que las penas por el uso de celular son, junto a las de velocidad y cinturón de seguridad, las más que se expiden en el país, manteniéndose un promedio anual de sobre 30,000 infracciones de esta índole. En los últimos tres años -justo desde que se implantó el aumento- se han impartido 99,046 multas, y de estas 25,359 corresponden a lo que va de año. Es en la autopista de Arecibo y en las jurisdicciones de Patrullas de Carreteras de Aguadilla y Carolina donde más boletos se han expedido en 2019, según datos provistos por la Uniformada.
“Son muchas, yo diría que demasiadas, considerando que subió la penalidad. Pero más que la multa, lo peor es el peligro que eso representa no sólo para el que conduce con esa distracción, sino para las demás personas que pudieran estar involucradas en algún accidente ocasionado por un conductor que va utilizando su celular”, expresó Zeno.
La multa no será aplicada cuando el vehículo no esté en marcha y no esté impidiendo el tráfico; cuando se generen llamadas de emergencia; cuando sea para usar el GPS; y en el caso de vehículos que atienden emergencias.
Aunque no hay cifras específicas de los accidentes provocados por el uso de celular, las autoridades han identificado al menos cuatro muertes relacionadas a esta conducta en sus análisis de seguridad vial.
A modo de ejemplo, Zeno mencionó el caso del ortopeda Iván Pacheco López, de 43 años, quien perdió la vida en el 2015 cuando chocó su auto contra un camión que realizaba mejoras en la autopista José de Diego, jurisdicción de Barceloneta.
“En ese caso se demostró luego, mediante una subpoena, que el conductor estaba haciendo uso de su celular al momento del accidente… fue algo muy lamentable”, destacó.
El teniente recordó que también se han suscitado fatalidades que involucran a peatones que se despistan cruzando vías sin tomar las debidas precauciones y haciendo uso de sus teléfonos móviles.
“Tenemos el caso de un adolescente que fue impactado por un vehículo, pero cuando se hizo la investigación varios testigos expresaron que el muchacho cruzó haciendo uso de su celular”, manifestó sobre el caso de Joseph Del Valle, un joven de 16 años que falleció el 9 de junio de 2018 cuando cruzaba frente al local Wave’s en San Juan.
El caso fatal más reciente atribuido al uso del celular ocurrió el pasado 5 de octubre en la carretera PR-52 en Juana Díaz cuando un conductor, residente en Oregon, conducía a una velocidad mayor a la permitida y, además, lo hacía distraído atendiendo una llamada en su celular. Según la investigación, y la versión del conductor -identificado como Seth Elliot Miller, el celular se le cayó entre los pies y al tratar de recogerlo perdió la visión de la vía de rodaje desviándose del carril derecho hacia el área del paseo impactando con la parte frontal de su auto a otro vehículo que se encontraba estacionado. En ese carro había dos ocupantes (Erick Padilla Monroig y Grissell Lagares Mercado) que fallecieron a causa de la colisión. Actualmente, este caso está bajo investigación.
“Nosotros investigamos muchos accidentes diariamente y te podría decir que muchos son provocados por distracción por el celular y, aunque no tenemos forma de demostrarlo, y depende de que el conductor, la víctima o algún testigo lo diga, lo sabemos porque lo vemos diariamente en los tapones. La gente va guiando y hablando por teléfono, texteando y bregando con los celulares”, dijo el teniente al agregar que ante la falta de evidencia la mayoría de las querellas se anotan por “no guardar distancia”.
“Manejar un automóvil mientras se está hablando por celular es igual de peligroso que hacerlo después de beber alcohol”, agregó el alto oficial de la policía.
De hecho, un estudio realizado por el Centro de Análisis de Riesgos de la Universidad de Harvard concluyó que utilizar el celular al conducir es seis veces más riesgoso que tener en el organismo el 0.08% de nivel de alcohol permitido en muchos países, incluyendo a Puerto Rico.
A modo de acción y considerando el peligro que representa para la ciudadanía, Zeno entiende que se debe evaluar legislar para que aumenten nuevamente las multas por el uso de celular mientras se conduce.
Con el teniente coincide la directora ejecutiva de la Comisión para la Seguridad en el Tránsito (CST), Darelis López Rosario, quien comparó el escenario con el ocurrido hace unos años ante la resistencia de los conductores para utilizar el cinturón de seguridad.
“Con el cinturón ocurrió lo mismo… hicimos muchas campañas, se aumentaron las multas pero, finalmente, hemos logrado que los conductores se lo pongan. Ahora estamos buscando orientar a los pasajeros. Es algo similar a lo que ocurrió también con los que transitan por el paseo y debido a las multas hemos visto una merma… creo que sí deben aumentar”, expresó.
Otra idea que ha surgido por parte de la CST es probar mediante un proyecto piloto traer a Puerto Rico unos dispositivos que tienen la capacidad de detectar si los conductores utilizan el móvil mientras están detrás del volante.
“Se utilizaría al momento de algún accidente para saber si la persona involucrada estaba haciendo uso del celular. Es algo que se ha probado en otras jurisdicciones y ha sido efectivo”, dijo la funcionaria al indicar que la agencia que dirige estaría comprando los equipos y proporcionándoselos a la Policía como parte de los acuerdos de seguridad vial que se trabajan con fondos federales.
Informes de prensa indican que este dispositivo -conocido como “Textalyzer”- ha estado bajo la consideración de las autoridades en Estados Unidos (Virginia y Nueva York) y en Australia.
Mientras, el enfoque principal de la CST continúa siendo la educación. “Queremos prevenir los accidentes, educar a la ciudadanía”, enfatizó.
La campaña actual se llama “Si guías y texteas, pagas” y la misma lleva al autoanálisis a los conductores a través de una simple pregunta: ¿Sabías que cinco segundos es el tiempo que dejas de ver la carretera para textear? La promoción alude que esa fracción de tiempo es suficiente para “causar un choque o perder la vida”.
Datos de la CST estiman que casi un 80% de las personas que tienen un móvil en Puerto Rico lo utilizan mientras conducen, sosteniendo conversaciones de hasta 30 minutos, y lo que es peor, un 70% pierde la atención de las señales de tránsito y la noción de la velocidad real a la que van guiando.
Usarlo mientras guías es contra la ley
Toda persona que violente cualquiera de las disposiciones a la Ley 22-2000, según enmendada, conocida como la “Ley de Vehículos y Tránsito de Puerto Rico”, incurrirá en una falta administrativa y será sancionado con una multa.
Está prohibido enviar y leer mensajes de texto, correos electrónicos o cualquier otra acción que desvíe la mirada de la carretera.
Sí se permite atender o hacer llamadas utilizando un sistema de manos libres o “hands free”.
Se puede utilizar el teléfono para hacer llamadas de emergencias médicas o de seguridad.
Esta Ley aplica a conductores, choferes de ómnibus, transportes escolares, camioneros y motociclistas; no hay excepciones.
Existe la tecnología para comunicarte sin violar la ley, ni arriesgar tu vida. Cuando estés al volante y necesites comunicarte, utiliza accesorios de manos libres o “hands free” o detente en un lugar seguro para realizar la llamada o leer los mensajes. No coloques en riesgo tu vida ni la de los demás.