Los conductores puertorriqueños siguen utilizando el celular mientras manejan, ignorando no solo la vigencia del estatuto que así lo prohíbe, sino también la posibilidad de un accidente automovilístico con desenlace fatal.

“A la gente no le importa y eso es en todo. El comportamiento agresivo es en todo lo que hay. Es el estilo de vida que están asumiendo muchas personas”, lamentó el inspector Jorge Hernández Peña, coordinador de Asuntos de Tránsito de la Policía.

“Hay mucha gente que no ha tenido la conciencia de que el hablar por el celular mientras se conduce es una distracción fatal, por eso es que estamos insistiendo en su aplicación”, añadió.

En solo seis meses, la Uniformada ha emitido 19,277 boletos a conductores que hacían uso del celular mientras conducían, monto que las autoridades consideran como “bastante alto”, tomando en consideración que se trata de un término corto de tiempo.

“No obstante, tenemos tres millones de carros. Tenemos que seguir con la orientación y ver de qué forma convencemos a la gente”, reconoció Hernández Peña, quien defendió a su personal al sostener que las intervenciones policiacas sí se están realizando.

“El trabajo día a día se está haciendo a pesar de las circunstancias que surgen”, enfatizó.

La cifra, aclaró, incluye las estadísticas de las unidades de Tránsito y Patrullas de Carreteras. Sostuvo que boletos adicionales se pudo haber emitido por otras divisiones, pues la directriz del superintendente de la Policía, Héctor Pesquera, es que todas las unidades, aun fuera de la División de Tránsito, hagan cumplir la ley.

Para que tenga una idea de la inmensa complejidad de la labor que tienen en sus manos, la Policía y el equipo humano que se necesita para hacer cumplir esta y otras leyes solamente por el área del peaje de Buchanan pasan sobre 100,000 carros diariamente en las cuatro horas entre las 5:00 y 9:00 de la mañana. En ese mismo periodo hay solo dos unidades de la Policía asignadas a la misma zona para intervenciones.

La Unidad de Tránsito tiene asignados a 800 agentes a nivel isla.

Orientación

Para el inspector, la clave está en continuar orientando a la ciudadanía sobre la necesidad de no hablar por celular mientras se está al volante.

Aunque reconoció que en ocasiones, lamentablemente, las personas no modulan su comportamiento hasta que no enfrentan una situación en particular.

“Es difícil, hasta que la persona no atraviesa por un susto, no toma la decisión de modificar su conducta, por eso es que nosotros insistimos en las campañas educativas”, expresó Hernández Peña, quien no descartó que en su momento haya que evaluar un alza en el monto de la multa.

En resumen, la ley dice que se prohíbe textear o hablar por celular mientras se conduce un automóvil y los violadores están sujetos a multas de $50. La recomendación a la ciudadanía es usar los aparatos de manos libres (handsfree).

En Puerto Rico no hay estadísticas oficiales sobre choques a consecuencia del uso del celular o del texteo. No obstante, estudios demuestran que el 70% de los conductores en la Isla tiene un celular mientras conduce.

Además de la campaña de prevención para persuadir a los conductores de que no hablen por el celular mientras manejan, Hernández Peña insistió en que hay que hacer hincapié en otras conductas negligentes que también pueden culminar en una tragedia.

Entre estas se encuentra rebasar la luz roja, hacer cortes indebidos de carril, manejar a exceso de velocidad, hacer cambios de carril indebidos y conducir bajo los efectos del alcohol, entre otras medidas.

“Son muchas las circunstancias que se trabajan para bajar la incidencia de accidentes fatales”, planteó.

Junto con asumir conductas responsables en la calle, el llamado de Hernández Peña es a que cada conductor evalúe su conducta y determine si asume una de carácter agresivo cuando está detrás del volante. “Esos son los que provocan los choques”, indicó.