Durante el Domingo de Pascua, en algunos países es muy popular, para entretener a los chicos, la búsqueda de huevos decorados.

Aunque para muchas personas que montan los juegos con sus niños no tiene mayor simbolismo que una tradición fomentada por elementos comerciales, algunos historiadores explican el origen cristiano del ritual.

Para creyentes en Europa se trata de un símbolo de la persecución de Jesús por parte de Herodes y los engaños puestos por Dios para evitar ser encontrados. Sin embargo, no es la única metáfora religiosa vinculada a la citada práctica. En otros lugares se dice que el huevo simboliza la resurrección de Jesús o el sepulcro sellado que se abre a la nueva vida.

Contrario a los vínculos religiosos que un sector le atribuye a los huevos de pascua, reportes de prensa aluden a otras explicaciones. Según el portal holaciudad.com, “la tradición de los huevos de pascua o el Día de la Coneja tiene sus raíces en la cultura germánica antes del cristianismo”.

En la tradición alemana, la coneja simbolizaba a Ostara, “diosa de la fertilidad, a quien se le consagraba el mes de abril por el inicio de la primavera y era venerada por su gran capacidad de reproducción a quien se le pedía que la primavera trajera abundancia”.Destaca, además, el citado portal que la tradición no cristiana del Día de la Coneja o de los huevos de pascua, en inglés Easter, deriva de Ostara.

En Estados Unidos y otros países, sin embargo, la decoración de los huevos, ocultarlos en el patio y procurar que los niños los encuentren, a cambio de golosinas o chocolates de la temporada es solo un segmento de la agenda en la reunión familiar de un domingo especial antes de comer.

Mientras, en Francia es famosísima la búsqueda en los Jardines de Marqueyssac. Además, algunos gobernantes de distintos países la han adoptado como parte de sus “actividades sociales”, sobre todo en tiempos de campaña política.

Más allá de la decoración de huevos y su ocultación en el jardín, en Europa, y también en muchos lugares de América, algunos tienen la tradición de regalarlos. Además, se ha tornado popular la creación de huevos de chocolate. Por eso, muchos reposteros crean diseños especiales en la Pascua y los más finos se venden a precios bastante caros.