Entre las novedades en las redes sociales que se ganan la atención de muchas personas, se encuentra un inusual observador de aves en Puerto Rico, un personaje que se ingenió Scottie Durán para educar sobre esos animales y que con cada nuevo video gana más simpatizantes.

Durán, un joven actor, comediante, músico, productor y locutor radial, oriundo de Villa Palmeras, en Santurce, hace unos tres o cuatro años se salió de ese mundo de las artes para adentrarse en lo que describe como “fascinación por las aves”, gracias a un evento totalmente fortuito.

Recordó que el momento crucial que lo llevó a interesarse por las aves ocurrió mientras hacía un trabajo como productor de cine, en un escenario en una casa en Ciales, “en un monte bien alto”, y de pronto vio posarse en la copa de un árbol “un ave grandísima, gigantesca”. Le preguntó al dueño de la casa qué ave era esa y le contestó que se trataba de una “paloma turca”.

“Y yo, ¿qué? ¿paloma turca? ¿existen más especies de palomas? Y desde ahí me despertó la curiosidad por conocer más sobre las especies, sobre la avifauna”, agregó. “Hasta ese momento para mí, lo más normal, todo era pitirre, todo era chango, todo era paloma. Y entonces esta cuestión de conocer sobre las diferentes especies me creó mucha curiosidad”.

Scottie comenzó un proceso “bastante autodidacta” de aprendizaje sobre las aves, “porque me fascinó el hecho de que existieran más especies, y me puse a investigar, me puse a coger clases virtuales, por YouTube básicamente, sobre la ornitología de Puerto Rico, me inscribí en varias páginas en Facebook, me hice miembro, y empecé a escudriñar cuáles eran las diferentes especies que existían en Puerto Rico”.

Fue entonces que se dio cuenta que, de las especies presentes en la Isla, algunas son endémicas, lo que significa que solo existen aquí; otras nativas, es decir, que son originarias de aquí, han llegado o han sido introducidas, y se han hecho parte de la fauna local; y otras migratorias, que viajan y por algún tiempo del año viven en Puerto Rico, y en algunos casos hasta anidan aquí, para luego viajar a otro lugar.

“Y eso a mí me fascinó lo suficiente como para seguir escudriñando, seguir investigando, hasta hacerme parte de la Sociedad Ornitológica Puertorriqueña Inc. (SOPI)”, agregó.

Describió que mientras más conocía sobre una u otra ave más crecía su interés por seguir aprendiendo.

“Es algo increíble, y creo que hasta sobrenatural, que al momento que tú descubres un ave se te agudizan los sentidos y comienzas a ver especies donde tú jamás te imaginas”, afirmó.

Recordó una de sus primeras experiencias como observador de aves, mientras estaba en su carro y “en el parque de golf de Bayamón, el lugar que menos te imaginas, había un obispo anaranjado, que es un ave bien pequeña con detalles rojizos y negros”.

“¿Quién va a pensar que en Bayamón hay un ave como esa? Pues a mí, cuando la descubro, yo digo, ¡‘wao’! Pues entonces están aquí con nosotros, están residiendo con nosotros, están bien cerca de nosotros, y nosotros no nos damos cuenta. Pero si no la identificas o no le ves importancia, pues jamás te vas a poner a mirar qué tipos de especies de aves hay”, comentó.

Se tira por redes sociales

Así las cosas, en un momento dado decidió subir un primer video a las redes sociales “exponiendo mi pasión sobre las aves”, algo que, según admitió, tomó un giro que no esperaba.

“Jamás pensé que hubiese una comunidad tan grande de pajareros, que no es solamente aquí en Puerto Rico, sino en toda Latinoamérica. Me escriben de Costa Rica, de Colombia, de Cuba, de España. Me escriben de todas partes del mundo, porque hay una comunidad bien grande de gente que le gusta el ‘bird watching’ (observación de aves). Pero en Puerto Rico especialmente jamás me imaginé que la gente fuera a conectar tanto con mi video. Y yo dije, aquí debe haber algo”.

Scottie interrumpe súbitamente el encuentro, que tuvo lugar en el Parque Lineal de Bayamón, en respuesta a un peculiar trino de aves que se deja escuchar a la distancia. “Eso es una reinita común”, afirma, entrando de repente en su personaje pajarero y agregando “vieron, esto es así”.

De vuelta, continuó narrando que “el segundo video, ¡pum!, explotó en las redes sociales, se fue viral nuevamente y yo dije, ‘definitivamente hay más gente que quiere aprender y saber sobre las aves, y si yo puedo ser ese medio, pues por qué no”.

Vital la educación

Sus conocimientos se expandieron más, y continúan creciendo, gracias al contacto con los científicos de SOPI, “que se dedican a esto, viven de esto, estudiaron muchos años para comprender nuestra avifauna y lo que es nuestra naturaleza y cómo conservarla”, y que, tras ver sus videos, le hicieron una invitación a un pajareo en Orocovis.

“Y fue genial, porque ya yo tenía cierto conocimiento, pero al reforzarlo con ellos, y con la experiencia y la información que ellos tienen, científica, me volaba más la mente. Después que salí de ahí, más quería yo saber sobre los pájaros, sobre las aves y sobre otras cosas que quizás tú jamás te vas a imaginar, como por ejemplo cómo anidan las diversas aves, que el San Pedrito no anida en el árbol, sino que hacen orificios en ciertos lugares de lodo para poder anidar dentro de ese lugar. Son cosas que para mí me crean fascinación y que quisiera que la gente también descubriera”, describió.

Conoce algunas de nuestras especies endémicas.

“Y gracias a la Sociedad Ornitológica Puertorriqueña, nos unimos para poder crear consciencia también sobre la protección de nuestras especies y también educar sobre todo lo que tenemos aquí en Puerto Rico, que es maravilloso y debemos cuidarlo”, agregó.

La acogida a sus videos ha sido tal que, como era de esperarse, decidió continuar haciendo contenido “de este estilo, de esta índole, para seguir educando de esta forma diferente, porque esto es como un caco… un muchacho negro, con gorra, caco, que tú jamás pensarías… es la ironía de este tipo, con esta rudeza, con esta seriedad, con gorra, que parece un caco, diciéndote ‘me gustan las aves’. Creo que esa es la conexión que crea lo que estoy diciendo con la forma en que ejecuto el video”.

Y la gente lo ha aceptado brutal, porque ‘están viendo una persona que se identifican conmigo’, ven una persona que, caramba, ‘es igual que yo’, y podemos crear una comunidad de gente que le gusta lo mismo a través de los videos que yo hago. Es genial, porque no solamente conectamos con gente de Puerto Rico, sino con la gente de otros países”, aseguró, con evidente entusiasmo.

Scottie sostuvo que lo que más disfruta de la observación de aves “es su relajación, la verdad, esa adrenalina de poder ver un ave, identificarla por su sonido y poder encontrarla con los binoculares, yo creo que eso es magnífico”.

Tiene la aspiración de encontrar en una de esas observaciones a alguna de las coloridas, pero elusivas especies de reinitas, que sabe que llegan a la Isla como parte de sus migraciones, pero que todavía no ha podido ver, porque “aquí hay que hacer mucho silencio, hay que escuchar bien, agudizar esos sentidos y tratar a ver si esa ave te lo permite de localizarla con los binoculares y poder verla”.

Resaltó también el gozo por poder observar alguna de las 19 aves endémicas de Puerto Rico, que solo se pueden ver aquí, como la cotorra puertorriqueña, que se salvó de la extinción gracia a un programa de conservación que se considera uno de los más exitosos a nivel mundial, o el pájaro carpintero puertorriqueño, que ha podido ver en el patio de una casa en una urbanización de Bayamón.

Acotó que, aunque quizás algunas personas puedan percibir la observación de aves como una actividad aburrida, pues “no es jugar baloncesto ni correr bicicleta, sino una actividad un poco más tranquila, que hay que tener un tipo de paciencia”, comoquiera se trata de algo bastante animado, pues, para empezar, vas a caminar bastante, “lo que le llaman ahora ‘hiking’, que es monte adentro, haciendo ejercicios, con un binocular en la mano, tratando de descubrir el ave que está cantando… y tú vas a perder la cervical de estar mirando pa arriba to el tiempo”.

En cuanto al contenido de sus videos, explicó que cada vez lo hace con más responsabilidad en lo que investiga y lo que dice, pues “hay muchos datos, muchos términos, mucha ciencia involucrada en esto, y yo no estudié esto. Yo solamente soy esta persona que encuentra maravillosa nuestra naturaleza y más nuestra avifauna, y quisiera que más gente también fuera como yo y le gustara y conservara lo que es de nosotros. Ese es mi rol por el momento”.

Aseguró que quiere seguir estudiando e investigando y a través de SOPI recibe talleres, capacitaciones, libros y más para poder continuar desarrollando sus conocimientos sobre las aves y su observación.

“¿A dónde quiero llegar con esto?, pues hasta donde Dios me permita llegar. La educación para mí es sumamente importante, y cuando nosotros conocemos lo que tenemos a nuestro alrededor, queremos protegerlo, cuidarlo y educar a otros sobre la conservación de estas especies. Así que yo creo que no hay límites en lo que yo quisiera hacer en el ‘bird watching’, sino seguir educando y que la gente se pompee también con esto, porque el saber te da poder, la verdad”, afirmó, antes de retomar su personaje para hablar del pájaro que acercó a nosotros, un chango, o mozambique, que, aunque algunos encuentren como molesto, describió como “bien importante”.