Copiosas lluvias en la zona montañosa colocan bajo amenaza de inundaciones a los del norte
Los cauces del Río La Plata y el Río Bayamón se nutren de la precipitación registrada en los pueblos de la cordillera central.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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El volumen de lluvias que el huracán Fiona ha dejado sobre los municipios de la zona central, como Cayey, Comerío y Naranjito, ha elevado el riesgo de inundaciones en los pueblos al norte por los que transcurre el Río La Plata.
En Toa Alta, por ejemplo, fue necesario cerrar el paso en la carretera PR-824, a la altura del puente Los Cocos, precisó el alcalde Clemente “Chito” Agosto.
“Tomamos la determinación de cerrar la carretera 824, que es la que cruza con el llamado puente Los Cocos, que ahí es que cruza el Río La Plata, dado que ya está subiendo bastante ese cauce y con las lluvias que están reportándose en Cayey y Comerío sé que ya en media hora eso estará bastante inundado”, dijo Agosto, al precisar que en esa área no hay residencias que pudieran verse afectadas por el desborde.
Agosto sí mencionó que el desborde del río pudiera generar inundaciones en la urbanización Jardines del Pueblo.
“Puede que le toque algo, como en (el huracán) María, pero no fue catastrófica como entiendo que puede suceder en los pueblos de Dorado y Toa Baja”, subrayó Agosto en entrevista telefónica.
El alcalde doradeño, Carlos Lopez Rivera, indicó que personal municipal se encuentra avisando a los residentes cercanos al embalse de La Plata de la amenaza de inundación toda vez que, si bien la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados abrió las compuertas para aligerar la presión sobre la represa, el nivel de agua continúa en aumento con la precipitación asociada a Fiona.
“Ya no es cuestión de controlar con las compuertas, porque están abajo. Pero las fuertes lluvias que están cayendo para Comerío, Cayey, Naranjito e inclusive los campos de Toa Alta, están contribuyendo a que los niveles de Río La Plata”, dijo López Rivera, mencionando que el alza en el nivel de La Plata amenaza principalmente al sector El Caño y el barrio Maguayo.
Con relación a Maguayo, López Rivera denunció que la Guardia Nacional tiene en sus manos, desde hace nueve meses, la limpieza de un canal, sin haber ejecutado.
En Toa Baja, donde los residentes del barrio Candelaria Arenas vieron sus viviendas inundadas ante las cuantiosas lluvias del 5 y 6 de febrero, el alcalde Bernardo “Betito” Márquez explicó, ante la amenaza de que Fiona repitiera la historia, que el desarrollo comercial en la parte más alta de la comunidad le restó resiliencia al terreno.
“El detalle de este punto es que es una comba, cae todo (el agua) acá”, dijo Márquez durante un recorrido por la zona, en la que destacó, temprano en la tarde que los niveles de los sumideros se encontraban, mucho más bajos de lo que se llegaron a estar en febrero.
“Hay unos puntos estratégicos que hay que limpiar profundamente”, agregó el ejecutivo municipal, precisando que el ayuntamiento se encuentra en proceso de tramitar los fondos necesario para esas labores de mitigación.
El alcalde de Bayamón, Ramón Luis Rivera Cruz, aceptó que su principal preocupación en este momento es el nivel del Río Bayamón, que, al igual que La Plata, recibe el agua de la precipitación ocurrida en los pueblos de la montaña.
“Hasta ahora, gracias a Dios, no tenemos un daño mayor. Obviamente, tenemos lo de siempre, árboles caídos, alguno que otro derrumbe de un muro, deslizamientos. No tengo inundaciones todavía, gracias a Dios, que es lo que más nos preocupa, especialmente el Río Bayamón. Pero hasta este momento está razonable el nivel del río”, sostuvo Rivera Cruz.
En tanto, el alcalde de Corozal, Luis García Rolón, indicó que siempre está latente el peligro de deslizamiento de terrenos hacia carreteras, como en la PR-803.
“En la carretera 807 interior, las bambúas han obstruido dicha carretera y en esa misma carretera tenemos fuera de su cauce una quebrada. Al momento no (hemos tenido deslizamientos o derrumbes). Al momento solamente ha sido (caídas) de árboles y la única quebrada. Todos los ríos se mantienen en su cauce, excepto esa quebrada, que básicamente siempre (se desborda)”, dijo García Colón, al afirmar que los residentes de la zona cuentan con vías alternas disponibles.