Ted E. Ocasio Rodríguez mira al futuro cercano con optimismo ante el desafío que enfrentan los paramédicos para atender la emergencia ocasionada por el coronavirus.

Sin embargo, el director de la División de Respuesta Rápida de Arecibo del Negociado del Cuerpo de Emergencias Médicas Estatal admitió que tanto su quehacer diario como su vida familiar se han trastocado por las medidas de precaución y descontaminación mayores que tienen que incorporar a su rutina para preservar su salud y la de sus seres queridos.

“Queremos promover que todo el mundo se quede guardado en su hogar, que no se expongan, que no nos expongan a nosotros para así tener un control… que nosotros nos veamos en un espejo (con el manejo de la emergencia en China, Italia, España y Estados Unidos) para que eso no llegue hasta acá (en esa magnitud)… no ver caos acá entre nosotros y que los servicios de salud no colapsen. Eso es lo que estamos tratando de mitigar”, expresó Ocasio Rodríguez, en entrevista telefónica.

El paramédico, con 18 años de experiencia en el negociado, detalló que su labor ser siempre de alto riesgo -porque son los primeros recursos en llegar para atender emergencias de salud- este nuevo virus los ha mantenido en alerta para no fallar en ninguna de las etapas en su interacción con el paciente y sus familiares.

Una de las medidas que les ayuda a facilitar su labor es que en los despachos regionales del Sistema de Emergencias 9-1-1 se les hacen unas preguntas de cernimiento para conocer el cuadro clínico del paciente que atenderán. El cuestionario, que les sirve de guía, indaga desde cuando presentó los síntomas, qué tipo de síntomas tiene y si tiene historial médico, entre otros datos.

“Cuando vamos a responder algún tipo de llamada que esté relacionada a dificultad respiratoria, hipertermia (fiebre), en cuanto a que tenga tos y demás, se nos hace un poquito más riguroso a la hora que llegamos a la casa a evaluar a este tipo de paciente, porque inicialmente tenemos que velar por la seguridad de nosotros”, puntualizó.

Los técnicos de emergencias médicas visten unas batas quirúrgicas, mascarillas N-95 o “face shield” (con visera de plástico que cubre el rostro) y los guantes, que es el equipo reglamentario ya que se usan cuando van a realizar algún tipo de manejo invasivo en cuanto a las vías respiratorias, para no exponerse con las secreciones del paciente.

Una vez llegan al lugar y están protegidos, deben tener un diálogo a distancia con quien acompaña al paciente y con el propio enfermo, si es posible.

“Si esta persona, en caso de que fuera el escenario que tuviera el virus, ya vamos a llegar a la escena con las medidas de seguridad universales…sería aplicarle estas protecciones al paciente, aplicarle su mascarilla, aplicarle sus guantes e ir corrigiendo los posibles síntomas que les pueda estar causando algún tipo de daño más allá a la condición que tenga previamente. Lo montamos a la unidad de nosotros, se lo comunicamos al despacho para que tenga una comunicación previa a nuestra llegada con el hospital”, manifestó Ocasio Rodríguez.

Una vez en el hospital se entrevistan con el médico designado y entregan el paciente para así comenzar con el meticuloso proceso de desinfectarse al igual que a la ambulancia utilizando líquidos especiales para matar las bacterias de todas las superficies.

El funcionario que recibe a diario información nueva sobre el manejo del coronavirus y se las pasa a sus compañeros asegura que cuentan con el equipo necesario, el conocimiento, la experiencia y los adiestramientos en materiales peligrosos y enfermedades contagiosas para atender a estos pacientes si fuera el caso.

“Siempre cuando se nos toca el tema de que vamos a manejar algún tipo de caso que pueda ser peligroso como que nos da un toque por nuestros familiares, de que nos vayamos a enfermar y demás, pero ahora mismo nosotros, en mi carácter personal y el de los muchachos, nos sentimos preparados y seguros si fuéramos a manejar a un paciente que estuviera infectado”, dijo.

En su región se han atenido llamadas infundadas de personas que al ver lo que está sucediendo en el mundo el propio miedo les hacen sentir los síntomas, aunque reconoce que esta es una reacción natural del ser humano ante estos eventos.

El paramédico contó que como su esposa también es profesional de la salud tienen su protocolo establecido y prepararon en su marquesina un área para desinfectarse, donde tienen ropa, alcohol, cloro y una ducha exterior. Lo primero que hace es colocar las botas en un balde con agua y cloro.

“No entramos a la casa sin antes pasar por ese proceso, por ese protocolo que nosotros pusimos en vigor aquí tan pronto comenzó esto”.

Al inicio, sus hijos de 10 a 15 años pusieron cierta resistencia y ahora al cobrar conciencia ya colaboran con ellos para que sigan su protocolo, contó orgulloso.