El aumento en contagios y muertes a consecuencia del COVID-19 fue la gota que derramó la paciencia del pueblo cubano que en estos días se ha tirado a la calle para protestar contra las medidas impuestas por el gobierno del presidente Miguel Díaz-Canel, las cuales –presuntamente- han aumentado las carencias de una gran parte de la población en la hermana isla caribeña.

Allí la gente protesta porque no tiene alimentos ni medicinas; situación que se ha agravado en medio de la pandemia, aun cuando el País desarrolló una vacuna contra el SARS-CoV-2 que se asegura es 100% efectiva contra el desarrollo de la sintomatología grave ocasionada por el coronavirus.

De acuerdo con el profesor de Teología de la Pontificia Universidad Católica en Ponce, Jorge Macías de Céspedes, “esto es como una olla de presión que ha ido aumentando y aumentando y aumentando, y llega el punto ya en donde la gente no puede más, y han salido a la calle a reclamar unos derechos humanos, primeramente, de libertad porque que llevan 62 años con una dictadura”.

“Lo que ha producido este despunte es que, contrario a lo que el gobierno oficialmente decía de los casos del COVID-19, el COVID en Cuba está descontrolado y los casos de contagio diario han sido muchísimos, y las muertes, y entonces, Cuba, como muchas veces hace, desarrolló una vacuna Soberana con un porciento de efectividad muy alto, pero el gobierno cubano la está vendiendo a otros países y no se le está dando al pueblo cubano”, explicó el catedrático nacido en La Habana en 1959; justo en el año de la revolución.

Una mujer sale al balcón donde se expone una bandera cubana, en La Habana, Cuba. EFE/Ernesto Mastrascusa
Una mujer sale al balcón donde se expone una bandera cubana, en La Habana, Cuba. EFE/Ernesto Mastrascusa (Ernesto Mastrascusa)

Recordó que esta no es la primera vez que miles de personas protestan contra el régimen cubano que, en su defensa, reitera que la situación es provocada por el gobierno de los Estados Unidos.

Lo que pasa es que esta es la gota que ya colmó la copa y es la primera vez, me parece, desde el año 93 o 94, donde el pueblo sale a la calle, en todo el País, en toda la nación. Y el gobierno oficial siempre reclama de que estos son los contra-revolucionarios que están siendo pagados por los Estados Unidos cuando no es verdad, porque la situación de Cuba, lamentablemente… son 62 años de una dictadura donde es la misma cantaleta que podrían decir algunos de los cubanos en el exilio”, destacó.

Lamentó que la cadena de hechos provocará un derramamiento de sangre a corto plazo, a pesar de que el pueblo no está armado.

“La situación de Cuba es muy triste. ¿Cuáles van a ser las consecuencias? pues, no sé, porque el pueblo cubano, contrario a otros pueblos, el pueblo cubano no está armado porque el gobierno se ha encargado de que la población no esté armada. Por consiguiente, la gente que está en las calles, su única arma es la vergüenza. Entonces, el gobierno va a hacer todo lo posible, por todos los medios, de represión y el ejército y la policía, de tratar de controlar esto. No dudo de que haya sangre, lamentablemente, pero esto es la gota que ya llega al borde”, acotó. De otra parte, Macías de Céspedes quien lleva 58 años en Puerto Rico, argumentó que la liberación de Cuba “no puede venir de afuera”.

La liberación de Cuba no puede ser ni una intervención militar de los Estados Unidos, ni una intervención de los cubanos que viven en el exilio. El cambio que puede haber en Cuba tiene que venir desde adentro, desde personas que están en el gobierno, inclusive, en el mismo ejército que se están dando cuenta que su propio pueblo está sufriendo y la revolución, que a lo mejor dio respuesta a una situación social en el año 59 ya está obsoleto y hay que hacer un cambio”, auguró.

Por su parte, el abogado cubano Luis José Sotolongo, nacido y criado en la provincia Ciego de Ávila, se mostró esperanzado con el levantamiento de sus compatriotas en medio de la emergencia de salud.

“En realidad, la comunidad que está fuera de Cuba, independientemente a nuestra situación económica o social fuera de la Isla, estamos muy esperanzados con lo que está sucediendo, y, bueno, nos daremos el apoyo dentro de lo que cabe. El resultado de todo eso que está sucediendo es el totalitarismo, comunismo, socialismo y el control que tiene el Gobierno sobre las personas, todo tiene un punto límite”, destacó el letrado quien cursó estudios en la Escuela de Derecho de la Universidad Católica de Ponce.

“Toda medida interna que toma el Gobierno no resuelve nada que tenga que ver con el ciudadano. Muchos culpan al bloqueo y si, el bloqueo cuando hay una mala información al respecto, van a tratar de ingresar información, a decir que todo eso es culpa del bloqueo cuando todos sabemos que no lo es. El embargo es contra el Gobierno cubano”, explicó.

Asimismo, confirmó que la Isla amaneció sin servicio de Internet ayer, justo cuando la gente comenzó a postear vídeos de la indignación colectiva que comenzó en la ciudad de San Antonio de los Baños al suroeste La Habana.

“En Cuba existe un monopolio de las comunicaciones, hay una sola empresa, usted solamente puede tener un celular, entonces, ellos controlan quién escribe, quién no, quién postea… ahora mismo no hay internet en Cuba. Amaneció sin internet la Isla entera porque todas las personas que estaban protestando, los videos están en internet de lo que está sucediendo. El gobierno se encargó de eso…”, denunció.

“Dicen que en el malecón de La Habana hubo una masacre… básicamente ayer y que hoy por la mañana se plantó el ejército allí y que no podían pasar, y que el pueblo, bueno, la gente caminando con las manos en alto, como queriendo decir que ‘no estamos armados’. Ahora mismo, ellos (el gobierno) están enviando a las fuerzas represivas, a la policía militar, vestidos de civil para restringir al pueblo y, de esa manera, mañana, pasado, decir que es el propio pueblo luchando contra un levantamiento. Todo el mundo sabe que va a ser así”, agregó.

Asimismo, el abogado cubano graduado en Ponce reiteró que en su País no hay comida, pero las restricciones impuestas por el gobierno también limitan la manera de buscar cómo alimentar a sus familias.

Esto, según Sotolongo ocasionó el incremento en casos de COVID-19.

“Los casos han incrementado por las largas colas (filas) debido a la falta de alimento. Entonces, sacan unos, por ejemplo, en mi pueblo, Ciego de Ávila, el comité provincial del gobierno local sacó una orden de que no se podía vender los alimentos, empezaron a topar los precios y si topan los precios al vendedor, al guajiro, no le da negocio venderla y ¿qué hace? Pues, retira el alimento de la calle. Entonces, el gobierno, obligando entonces al campesino a venderle al gobierno, pero, entonces, el gobierno, no le vende al pueblo”, afirmó.

“La otra cosa nueva ahora es que después de la 1:00 de la tarde no puedes salir de tu casa y si sales te ponen una multa de 2,000 pesos cubanos, que eso viene siendo más de la mitad de un salario mensual y hay personas que no tienen comida y por eso tienes que salir a buscar comida, y si trabajas por la mañana, y no puedes ir a buscar comida. Hay mucho descontento popular. Entonces, ¿qué sucedes cuando te quedas en la casa? Consumes más electricidad y ¿cómo responde el gobierno? Bueno, con apagones”, añadió.

Explicó que, para protegerse del COVID-19, los cubanos han recurrido a coser retazos de telas porque no tienen dinero ni acceso a las mascarillas quirúrgicas.

“El gobierno ahora en parte está diciendo, porque la mayoría de los casos se concentraron en mi provincia (Ciego de Ávila) y Matanzas, esa explosión de coronavirus que hubo ahora, le echan culpa a los extranjeros. Pero la realidad es otra. En Cuba, la mascarilla quirúrgica, el gobierno se la vende al pueblo a un precio astronómico. El que tiene una mascarilla de esas está usando un par de (tenis) Jordan de $200 dólares”, describió.

“Si tu mamá sabe coser, te cose un pedacito de tela y con eso al menos cumples el requisito de tener algo puesto en la boca. Tienes que salir a buscar la comida porque no la hay. En Puerto Rico, usted se sienta en su teléfono y ordena la comida, puede ser una compra por internet y se la llevan a la casa… aquí usted puede decidir qué hacer. En Cuba no, el gobierno quiere controlar todo, en especial, a los supermercados. Todo está controlado. Incluso, las cajas de muertos, las flores, están controladas por el gobierno. Solamente el gobierno puede darte flores para enterrarte. Hay que ir a Cuba para entenderlo”, señaló.

Destacó que su única esperanza es la ayuda que pueda brindar la comunidad internacional que, a su vez, llame la atención de otras naciones para que intervengan a favor del pueblo cubano.

“La única esperanza es que la comunidad internacional de cierta manera hiciera algo, digamos que un buque humanitario de las Naciones Unidas se parquease en aguas internacionales. Algo así que atrajese la atención internacional y que obligase al gobierno cubano a pronunciarse”, manifestó.

“Estamos en una Isla… ¿para dónde vamos a ir? Al menos, los venezolanos van a la frontera y han cruzado para Colombia y si tiene pasaporte internacional puede volar a España. Si te quedas ilegal, después de tres años te dan los papeles, pero en Cuba no, eso es como una prisión. Hay que seguir ahí a ver lo que sucede”, concluyó.