En la presentación oficial hoy para actualizar información sobre la situación del coronavirus Covid-19 en Puerto Rico, que se hizo a puertas cerradas y sin la participación de periodistas, el secretario de Salud, Lorenzo González Feliciano, calificó de “sólida” la compilación de información para el panel informativo (“dashboard”) sobre el virus, si bien admitió, que no se han hecho las pruebas suficientes.

Pero otros especialistas han cuestionado repetidamente esa información, precisamente porque entienden que las pocas pruebas que se han realizado no permiten contar con un modelo más certero para poder entonces establecer una proyección más precisa sobre los posibles escenarios de desarrollo de la pandemia.

A juicio del profesor Emilio Pantojas García, sociólogo, catedrático e investigador docente de la Universidad de Puerto Rico (UPR) en Río Piedras, la estadística que han estado presentando para informar sobre casos y muertes, “no es confiable”.

“He sido de las primeras personas que desde la primera conferencia de prensa que dio la gobernadora he alertado que esos números no son válidos porque no dicen el número base”, reclamó el experto, agregando que el propio secretario González admitió públicamente que las pruebas hechas no son suficientes.

De hecho, González reconoció que se está recomendando un mínimo de 6,000 pruebas por cada 1 millón de habitantes. Por lo tanto, en Puerto Rico “necesitamos 21,000 pruebas para tener un modelo más robusto”, según el propio secretario.

Las cifras oficiales, sin embargo, revelan que solo se han realizado 8,157 pruebas. De ese total, 903 han dado positivo y 5,960 negativo; hay 1,288 pruebas cuyo resultado está pendiente a recibirse, y 6 con un resultado catalogado como inconcluso.

El secretario informó que el lunes se comenzarían a distribuir unas 100,000 pruebas a través de la isla, aunque no ofreció más detalles sobre ese proceso.

Pero el doctor González insistió en que “estamos usando la información que tenemos… Pero hay que dar gracias al trabajo que se ha hecho, al trabajo del task force, que con la limitación de datos que tenemos, pero aun así ha sido un modelo sólido, que nos ha ayudado a entender mejor todo esto y a destinar los recursos a dónde hace falta”.

El profesor Pantojas, sin embargo, discrepa de la solidez del modelo, ya que “no se han hecho pruebas suficientes”.

“No ha habido datos confiables desde el principio, y llevamos ya un mes en esto. No hay pruebas, no llegan las pruebas, no hay números confiables, no se diseñan modelos confiables, no hay un equipo de recolección de datos confiable. Tendríamos que estar haciendo unas 1,000 pruebas por día y se están haciendo unas 200. Todo es una gran improvisación”, denunció el académico. “Y solo Dios sabe cuándo llegan esas pruebas (adicionales) porque no lo sabe la gobernadora (Wanda Vázquez), ni el secretario de Salud, ni el task force, nadie”.

“Ese modelo no tiene ninguna confiabilidad, porque la base es muy pequeña, que apenas llega a 8,000 pruebas. En términos estadísticos cualquiera sabe que no es un modelo confiable”, insistió, agregando que su esposa, también profesora llegó por su cuenta a la misma conclusión de que “no es confiable”.

Pantojas admitió que “la gobernadora tomó una decisión arrojada y acertada con (la implementación temprana de) el toque de queda, aunque basada en la intuición con las experiencias de otros países”.

“Pero lo que se hizo después fue el acostumbrado mal manejo de los recursos, no por ineptitud solamente, sino también por corrupción”, afirmó el sociólogo.

Recordó que también se vieron situaciones de mal manejo de recursos y corrupción luego de los recientes sismos en el sur, con un almacén de suministros en Ponce que no se le entregó a la población que tanto lo necesitaba. “Y ese mal manejo se repite en esta crisis”, agregó, recordando también que la ahora gobernadora Vázquez, fue secretaria de Justicia cuando era gobernador Ricardo Rosselló y se dieron otros escándalos de corrupción y mal manejo de recursos que no quiso investigar.

“Es el tercer secretario de Salud en un mes, y le pidieron que mintiera sobre la compra de unas pruebas, que detuvo la detuvo el banco, porque ya conocían los precedentes de compras fatulas en el Banco Gubernamental de Fomento. La corrupción continúa impertérrita en este gobierno”, opinó Pantojas. “Entonces se nombró el task force para legitimar las decisiones de la gobernadora, porque los secretarios de Salud se habían desacreditado en el proceso. A uno lo sacaron (Rafael Rodríguez Mercado) y la que trajeron (Concepción Quiñones de Longo) denunció y la gobernadora le dijo mentirosa”, repasó Pantojas. “Y uno de los miembros del task force es el que facilita, el que pone los contactos para el fraude (con la compra de pruebas). Porque, o sea, el Departamento de Salud contrata como su comprador de equipo a un albañil, en vez de un médico. Y eso, o es una locura o es una trampa, no hay muchas otras alternativas”.

El profesor reiteró que es necesario aumentar el ritmo de hacer pruebas y además “para que el modelo sea confiable se necesita mantener un conteo, una contabilidad más precisa, no solo de contagios sino también de muertes” y además distribuir la información por regiones para poder determinar las áreas con más contagio.

“Hay información sobre eso, pero no es precisa. No ha habido una recolección sistemática de datos”, insistió Pantojas.

El profesor reclamó además que la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) libere fondos de los miles de millones que tiene ahorrados “no solo para pruebas sino para todo el equipo de recolección de datos que se necesita”. Agregó que, si la JSF no confía en el gobierno, por todos los escándalos de corrupción que se han sucedido, “pues que devuelva el dinero que le ha quitado a la Universidad (de Puerto Rico) y el Departamento de Salud para que se pueda sufragar el costo de una recopilación de datos y elaboración de un modelo científico”.

“La Universidad (de Puerto Rico) tiene la capacidad para hacer eso, lo que no tiene son los recursos”, afirmó.