Para algunos puede tratarse de un simple juego, pero la realidad es que el uso de apuntadores láser a naves aéreas y oficiales del orden público se ha tornado en un verdadero problema de seguridad.

En el 2012, entre los Estados Unidos y Puerto Rico se reportaron un total de 3,483 incidentes de este tipo en los aeropuertos.

De estos, 72 se registraron en el País, según estadísticas oficiales de la Agencia Federal de Aviación (FAA).

Tan reciente como el pasado mes de junio, el FBI arrestó a un individuo en Ponce que apuntó con un láser a un helicóptero de la Policía.

Según el FBI, Christopher Jusino Rodríguez apuntó con un láser a tres pilotos de las Fuerzas Unidas de Rápida Acción (FURA) en momentos que participaban de un operativo en el caserío Santiago Iglesias del mencionado pueblo.

La luz verde afectó a los pilotos temporalmente, por lo que tuvieron que pedirle apoyo a sus compañeros en tierra.

Para el 2013, el FBI investigó cerca de un centenar de denuncias sobre el uso de este dispositivo contra aviones que aterrizan o despegan en aeropuertos en la Isla, dado a que es una problemática que va en aumento en todo los Estados Unidos.

“Gracias a Dios no ha pasado do a mayores, porque en la Policía volamos dos y nunca ha habido un incidente en el que nos han segado a los dos, pero la historia sería totalmente diferente en instancias donde hubiera solo un piloto”, indicó a Primera Hora el teniente Glenn González, director interino de la Unidad Aérea de San Juan de la Policía.

La problemática ha tomado tan altos niveles que mensualmente la unidad reporta entre cuatro y cinco incidentes.

Se trata de individuos que utilizan dispositivos láser que emiten una luz, como las que se usan durante presentaciones educativas o ejecutivas, de gran alcance afectando la visión de los pilotos, especialmente cuando vuelan a alturas bajas o están despegando o aterrizando.

Es en estos momentos que las naves pueden estar apenas a unos 200 o 300 pies de tierra, usualmente en patrullaje preventivo, en cuanto a la Policía respecta.

“Es sumamente peligroso porque te pueden cegar por completo y es en esos momento donde puede ocurrir una tragedia”, destacó el oficial.

Este tipo de incidentes, sin embargo, no sólo se reportan hacia naves privadas y de la Policía sino que también se ejecutan contra uniformados en momentos que realizan intervenciones.

“Si una persona está apuntándome a mí en tierra o en una nave, uno presume inmediatamente que viene acompañada de un arma de fuego y que viene una agresión que puede ser mortal”, detalló el teniente Jesús Silva Otero, supervisor en Operaciones del Negociado de FURA.

Los agentes prefirieron no entrar en conjetura sobre cuál es el objetivo a la hora de señalar una nave u oficial con un apuntador láser.

En el caso de González, dijo, que de acuerdo a su experiencia abunda el desconocimiento.

“En gran parte de los casos que he tenido son niños que alumbran a la nave porque no saben lo que están haciendo o adolescentes que lo hacen por llamar la atención o para ver si la nave se acercaba”, expresó.

Claro, está el que lo puede hacer para despistar a las autoridades en operativos donde hay un target en la mirilla o para crear la ilusión de un ataque contra la autoridad.

También está el que busca intimidar o acosar a los oficiales.

Usualmente se tratan de los apuntadores solos, pero también existen armas a las que se le coloca este tipo de aditamento.

Pueden ser armas de largo alcance como las tipo manual.

Unidades como SWAT sí poseen este tipo de armas con apuntadores, pero son muy costosas y su uso es para situaciones de alto riesgo, como incidente con rehenes.

Más garras

A los fines de tener un disuasivo adicional para eliminar este tipo de incidentes ya es ley la prohibición del uso ilegal de dispositivos láser para apuntar aeronaves o agentes del orden público.

Actualmente, en el País ya está tipificado como un delito federal el apuntar con un dispositivo láser a una aeronave.

Además, otros estados como Washington y Carolina del Sur, han promulgado su propia legislación, incluyendo el apuntar a agentes del orden público y vehículos.

En el caso de la Ley 118 -producto del proyecto del presidente del Senado Eduardo Bhatia-, responde a la necesidad de que existan más herramientas para poder encausar este tipo de delito en ambas esferas.

Según el estatuto, toda persona que intencionalmente apunte con un láser a una persona, incurrirá en un delito menos grave y tendrá que pagar una pena de $5,000, reclusión por un término no mayor de seis meses o ambas penas, según determinado por el tribunal.

“Con aprobaciones como este ley esperamos que las personas desistan de esta práctica”, apuntó Silva.