Sin duda, las playas del archipiélago borincano se distinguen por su colosal hermosura, pero en Culebra, las aguas cristalinas y arenas blancas de playa Flamenco le han ganado un sitial a nivel mundial, al ser certificada en varias ocasiones con el distintivo de Bandera Azul.

El despampanante litoral que cautiva a miles de visitantes y turistas que llegan para deleitarse con su inigualable belleza, es un lujo a la vista de cualquier ser humano que se deja acariciar por su cálida brida y hechizante paisaje natural.

Allí se juntan familias completas durante largas horas para bañarse en las aguas del paraíso, practicar actividades acuáticas, entre estas, ‘snorkeling’, ‘paddleboarding’, voleibol playero o simplemente caminar por toda la costa a donde también se posan diversas especies de aves.

Aunque solo mide siete millas de largo y 3.5 de ancho, la isla municipio tiene hermosas playas de arena blanca y agua cristalina, amplia biodiversidad marina y terrestre y cautivantes paisajes paradisíacos.

De acuerdo con Carlos Carrión, maestro retirado de la escuela Antonio R. Barceló, playa Flamenco obtuvo su primera calificación de Bandera Azul en el año 2000 al izar su distinción como la sexta playa más linda del mundo.

Carrión inició el movimiento junto con sus estudiantes mediante un proyecto de guías turísticos y exploradores junto al Servicio de Pesca y Vida Silvestre y el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA).

“Bandera Azul empezó en el 2000, bajo la administración de Iván Romero, alcalde de Culebra, quien tenía una visión bien amplia de la playa y ese programa se consigue a través de la UNE en San Juan. El proyecto estaba a cargo de la profesora Alida Ortiz, de biología marina, y tenía un curso de vida costera y cómo enseñar a la gente a trabajar con los recursos”, recordó el educador quien llegó a la Isla Chiquita hace 24 años para impartir clases y se quedó.

“Bandera Azul comenzó con los niños de la escuela de Culebra, eran los que recibían a los turistas y los conectaban. En la playa hicieron un kiosco a donde llegaban los turistas y buscaban información sobre el programa Bandera Azul que es conocido mundialmente”, sostuvo.

Explicó que, para certificar la playa con este distintivo se requiere el cumplimiento de varios renglones, entre estos, “aguas claras, aguas más limpias, facilidades de la playa y limpieza de la arena”.

“En aquel entonces, la playa cumplía con todo y la certificación no tardó mucho, porque a través de la universidad nos ayudó a conseguir las cosas que nos faltaban. Llegó a colocarse en sexto lugar. Para el 2000 estaba certificada como Bandera Azul. Era la más conocida a nivel mundial”, resaltó.

Para el historiador y administrador del complejo Culebra Beach Villas, Michael Chambling, “ver las fotos no le hace honor a la belleza impresionante de esta playa de arenas blancas y agua cristalina, según constatan visitantes y turistas de todas partes del mundo”.

“De hecho, muchas personas vienen a Culebra solo para ver playa Flamenco y se regresan el mismo día porque pudieron constatar lo que habían escuchado de la playa. Es la playa con acceso más directo en Culebra, pero todavía no hay área para camping hasta que no se culmine con la remodelación del balneario”, mencionó.

Por su parte, Carrión resaltó que, a pesar de haber perdido la certificación hace unos años, aún se pueden corregir algunos aspectos para que playa Flamenco recupere su bandera azul.

“Yo no sé si hayan cambiado los procedimientos, las exigencias que piden porque por las facilidades cualifica. Ahora hay facilidades nuevas. Tenemos salvavidas, nos faltan las boyas de seguridad que se supone que el DRNA está trabajando con eso”, expuso.

“Todavía hay que hacer las pruebas del agua para que no haya bacterias malas en el agua y si eso lo pasa, playa Flamenco podría recuperar su Bandera Azul, pero creo que todavía le faltan algunas cositas para poderlo adquirir”, acotó.

Mientras tanto, vale la pena hacer un espacio en la agenda para visitar este monumental regalo de la naturaleza. No deje que le cuenten.