Las heridas que sufrió una mujer cuando resbaló contra una puerta de cristal que se convirtió en una filosa navaja cuando se hizo pedazos lavantó la voz del secretario del Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO), Luis Rivera Marín, quie anunció que comenzará una inspección de las compañías -grandes y pequeñas- que venden e instalan cristales.

"Lo que queremos es que cuando los consumidores compren ventanas o puertas con cristal no se dejen llevar únicamnete por los precios, sino que cumplan con los estándares federales de seguridad. Nosotros continuaremos velando de que los consumidores tengan los más altos niveles de productos en la calle", señaló Rivera.

Para demostrar la diferencia entre el cristal que se rompe por un impacto y el de seguridad, el Secretario mostró el efecto de varios batazos en los dos modelos. Al instante de recibir un fuerte golpe, el primero cayó en grandes pedazos en el piso y en los bordes quedaron peligrosos filos. En el segundo, por más que Rivera intentó, no cedió ante el impacto del bate, sino que se formaron numerosas grietas.

Según explicó Nelson Nieves, fabricante de cristales de seguridad,  las leyes federales establecen que en las puertas y sus laterales el cristal que se utilice tiene que ser templado o de vidrio laminado. "Cuando el vidrio se rompe se mantiene íntegro", aseguró. "El templado se rompe pero queda en partículas tan pequeñas que el peligro es mínimo".

"Aquellos contratistas que se crean que van a estar saliéndose con las suyas no lo vamos a permitir", reiteró el Secretario.