Gran parte de los centros de actividades para adultos mayores, que alimentaban a sus participantes y a personas postradas en cama, perdieron la comida y la capacidad de operar por los daños provocados a sus instalaciones por el huracán María, según los informes recibidos por la Procuradora de las Personas de Edad Avanzada, Carmen Delia Sánchez.

La funcionaria indicó a Primera Hora que empleados de su oficina evalúan la condición en la que han quedado los llamados centros de envejecientes, así como égidas y asilos. Aunque no ha podido comunicarse con algunos de sus empleados, hay cerca de 170 funcionarios trabajando. 

Para que las personas o las instituciones puedan informar los problemas que confronta, se han habilitado las líneas de teléfono (787) 721-6121 y (787) 705-3855. 

Asimismo, Sánchez pedirá autorización para el uso de fondos federales para paliar las necesidades de esta emergencia y para comprar alimentos directamente a los suplidores de los centros para poder suplirles más rápidamente a los que puedan empezar a operar. Mientras que, para gastos en general, incluyendo la compra de plantas, “estamos autorizando que usen lo que sea necesario y les reembolsamos. Les estamos autorizando a cocinar lo que sea necesario para la comunidad”, sostuvo la procuradora, quien estimó en 130 el número de centros de actividades en la isla.

De la misma forma, la funcionaria anunció que a las organizaciones que operan los centros se les extenderá hasta nuevo aviso la vigencia de las propuestas bajo las cuales trabajan. El año fiscal federal por el cual se aprueban esos fondos terminó el 30 de septiembre. 

“No hay deadline. Se extenderá la propuesta vigente y se garantiza que estarán aprobadas con el mismo presupuesto del año pasado”, anunció Sánchez. 

La procuradora señaló que ayer envió al gobierno federal una lista con los nombres de égidas y asilos para que los incluyan en la lista de instituciones prioritarias, junto con los hospitales, porque no estaban entre las prioridades para recibir ayuda.

Daños en los centros 

“El pueblo que más maltratado está de todos es Orocovis”, dijo Sánchez en referencia al estado en el que quedó el centro. 

“En Comerío, la cosa está bien difícil porque el río entró al centro de la comunidad Ariel y todo el equipo se dañó y no pueden operar. No se sabe cuándo pueden operar. Enviamos unas enfermeras visitantes. Tres personas de mi oficina visitaron hoy (ayer) Naranjito, Comerío, Barranquitas y Orocovis”, informó.

Mientras tanto, en el centro Shalom, en Bayamón, no tienen diésel para la planta y el Centro Pérez Melón, en Vega Baja, no tiene generador. El Centro Petra Collazo, del barrio Guaraguao, en Guaynabo, se rompieron unas ventanas y se dañaron los alimentos. 

“No he podido llegar a Vieques ni Culebra. Para Vieques se habían preparado 100 bolsas con suministros e hice una paleta y como no se había podido enviar lo mandé con un líder comunitario de allá”, sostuvo la funcionaria, que dijo que trabaja en conjunto con el Departamento de la Familia y la senadora Rossana López, exprocuradora.

Sánchez dijo que hay otros centros que están operando, como El Remanso, en Bayamón, el centro para personas con Alzheimer, en Cidra.

Con relación a las égidas, la funcionaria indicó que, en la mayoría de los casos la necesidad es combustible para los generadores de energía y que también las están visitando.