De party en la Isla el príncipe de Marruecos
El hermano del rey Mohamed VI disfruta del trópico de Puerto Rico con exquisitos y envidiables lujos.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 11 años.
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Los hermosos palmares y la brisa del mar de Puerto Rico parecen haber cautivado al príncipe de Marruecos, Moulay Rachid, quien ha disfrutado su aventura caribeña con lujosas y derrochadoras extravagancias que solo pueden darse los millonarios.
Fuentes de Primera Hora confirmaron que su alteza real, hermano del rey Mohamed VI, se hospeda hace unos días en el exquisito complejo hotelero Dorado Beach Ritz Carlton Reserve, donde una noche en una habitación regular cuesta $1,400.
Claro, el excéntrico príncipe Moulay Rachid debe estar pernoctando en alguna de las villas con balcón y vista al mar, por la que desembolsó -mínimo- $4,300 por noche.
Y en esta cifra no se incluye la estadía de su séquito, quienes deben ocupar varias habitaciones de la elegante hospedería que se distingue por sus paisajes tropicales, acceso directo al mar y un spa botánico con cabinas de tratamiento flotantes ubicadas en árboles.
En temas gastronómicos el príncipe de 43 años también es exigente. Resulta que según las confidencias contrató un chef personal que diariamente le confecciona varios platos que él elige o rechaza como si de comerse un dulce se tratara.
De hecho, una noche pasó una inolvidable velada en el exclusivo restaurante Mi Casa , del reconocido chef español José Andrés, quien en el 2012 fue reconocido por la revista Time como una de las 100 personas más influyentes del mundo.
En este refugio culinario -el cual se distingue por su elaborado menú que incluye pescados y mariscos frescos, postres frutosos, cócteles tradicionales y una incalculable variedad de los mejores vinos del mundo- el placentero Moulay Rachid gastó unos módicos $12,000.
De otra parte, el refinado príncipe le dio un toque aventurero y excitante a una tarde de aburrimiento visitando el parque ecoturístico Toro Verde, en Orocovis, el cual fue cerrado para el uso exclusivo del invitado especial y sus acompañantes.
Trascendió que la realeza marroquí llegó al lugar en helicóptero y pasó un día inolvidable disfrutando de las atracciones del parque que cuenta con “canopy”, puentes colgantes, “rapelling” y otros retos extremos como la travesía de “La Bestia”, el “zipline” más grande del mundo.
El resto de los días el príncipe jugó golf, uno de sus deportes predilectos, según ha trascendido en varios medios de comunicación de su país.
Según publicó en 2002 el periódico El Mundo (España), el príncipe tuvo una juerga parecida a la de Puerto Rico, pero en Acapulco, donde gastó un dineral en unas vacaciones que hasta incluyeron la compañía de tres chicas que parecían “encantadoras modelos”.
Aquí en la Isla parece no haberla pasado tan mal... ¡Que se repita, señor príncipe!