De ser “un bandido” a destacarse como trabajador y futuro papá
Pese a su récord criminal, Emmanuel Zayas se sacudió los miedos y se encaminó en el campo de la construcción.

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Con un historial que incluía 13 años de prisión y “la mancha” de ese récord criminal que le acompaña, Emmanuel Zayas Ortiz no parecía tener un camino muy promisorio cuando salió del confinamiento.
Sin embargo, al verlo y escucharlo en estos momentos, siendo todo sonrisas y hablando en un tono jovial de sus avances como trabajador de la construcción, y en su vida familiar, donde está camino a convertirse en papá, se puede deducir que ha superado ese pasado de tropiezos con la justicia.
Emmanuel no tuvo inconvenientes para conseguir empleo una vez salió de prisión. Confesó que laboraba con una empresa que daba mantenimiento a casas reposeídas por bancos. Pero llegó la pandemia y la compañía cerró y no volvió a abrir. Luego encontró trabajo en una librería cristiana, “pero era ‘part time’, era más como un trabajo para universitarios, y yo estaba buscando un ‘full time’”.
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Explicó que llegó a One Stop Career luego de hablar en la iglesia a la que asiste en Santurce con una amiga, que le recomendó la organización, pues él estaba preocupado por conseguir un trabajo estable. La organización, que se dedica a trabajar con quienes han tendido problemas con la ley, para ayudarles a resolver asuntos esenciales para su futuro, como educación, salud, vivienda, servicios legales y empleos, lo citó y empezó el proceso.
“Me dijeron”: ‘consígueme tal cosa’. Yo venía siempre con la carta de buena conducta, esa que no me gusta enseñársela a nadie, porque a nadie le gusta enseñar los errores que tú has cometido en el pasado. Por más bien que tú estés ahora, a uno no le gusta. Chacho, y ese expediente, si tú lo ves”, comentó, con una expresión de frustración.
El exconvicto es consciente de que tener un récord delictivo hace más difícil que pueda encontrar trabajo, por ello, la organización también le colabora en limpiar su expediente criminal.
“Pero lo importante es que hay oportunidad”, agregó.
“Y en verdad que ha sido una bendición… me habían hablado, ‘mira, hay una compañía que están dando trabajo’, me hablaron de $15 (la hora) y yo pensaba que era mentira. Y cuando llego allá era verdad. Y caí con la bendición de que estaban dando un programa. Y cada 400 horas te subían un poquito más y ya estoy a más de $15”, afirmó.
Explicó que, aunque llegó a la empresa sin saber nada de construcción, tenían un programa de aprendiz, donde iban enseñando en compañía de un ingeniero que les da clases una vez a la semana, hasta que reciben una certificación.
“One Stop me ayudó a conseguir trabajo y siempre están pendientes. Porque te llaman después que tú estás en el trabajo. ‘¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes? ¿Cómo te tratan?’ Están pendientes siempre, cómo te sientes en el trabajo, que estén cumpliendo con la ley como tal, que cualquier cosa tú puedes contar con ellos. Son una familia. Te dan esa confianza”, agregó.
Recordó que llegó “asustao” al principio, por su récord criminal, pero el trato en One Stop disipó de inmediato sus temores.
“Yo hice 13 años (de prisión). Y salí y siempre está la mancha esa como uno dice. Pero esta gente son unos profesionales, te tratan como si tú fueras una persona normal. La manejadora del caso mío, eso… te trata como si te conociera de toda la vida, que tú no ves esa diferencia de un profesional a un exconvicto, sino que te trata como una persona normal. Y eso vale un montón”, afirmó.
“Aquí te aconsejan. Aquí tú tienes las puertas abiertas. Eso es lo bueno que tiene ese acercamiento. Y tú puedes llamar y dar tu sentir. No te van a juzgar. Y eso es bien importante. Eso se convierte en una familia extendida. Y tú no quieres quedarle mal a los que hicieron por ti. Tú primeramente a Dios, a tu familia, y a los que te dieron el voto de confianza, tú no quieres quedarle mal jamás”, agregó.
“El mensaje que yo quiero que la gente sepa, que se quiten de la mente eso de que tú vas a salir y tienes esa mancha que eso no se quita nunca. Siempre hay quien te puede juzgar, pero son más los que están para ayudarte. Hay profesionales preparados para darte la mano. Tienen las herramientas para ayudarte. Tú tienes que dejarte ayudar. Y esto es una bendición. Recomendado cien por ciento”, insistió.
Nueva etapa como papá
Y para muestra, repasa el giro que ha dado su vida, de un delincuente a un trabajador destacado, camino a convertirse en un orgulloso papá.
“Yo era un bandido, como uno dice. Eso no es secreto. Yo caí preso a los 20 años. Salí a los 33. Pero vuelvo y repito, cuando tú te encuentras con gente que te dan el voto de confianza, que te dan la mano, y tú ves, tú sabes que el trato es real, que no es porque es el trabajo mío (…) Eso es lo que vale. Y con gente así, pues tú vas al fin del mundo. Te tiras estas misiones (la entrevista)… me tiran truco, y yo, ‘está bien, yo voy, yo voy’. Y vamos pa’lante. Hay que ser agradecido”, afirmó.
“Quien se lo proponga lo puede lograr. Y no mirar pa’atrás jamás, ni pa coger impulso”, insistió antes de cerrar la entrevista dedicando cariñosas palabras a su pareja, “una nena de Sabana Grande” con la que espera un bebé.

“Estoy preñao, tengo 11 semanas (dijo al momento de la entrevista). Chacho, esa nena… eso fue Dios que la puso ahí. Yo que soy medio acelerao, me puso una, mira, que eso es una pasta. Calmadita. Y estudió periodismo y toditas las palabras, yo le escribo un mensaje, ‘eso no se escribe así’, y yo, ‘pero cógelo suave, olvídate de eso’. ‘¿Emmanuel, por qué tú dijiste eso? No trates así a las personas’. Y yo, ‘estate quieta’. O sea, que Dios hace un balance. Yo soy el que tengo que enseñarle un poquito a, no salgas a echar gasolina por la noche, no dejes la cartera ahí, que se cree que todo el mundo es bueno… pero Dios sí ha sido bueno”, comentó.