ARECIBO.- Tomadura de pelo.

Residentes del barrio Islote, en Arecibo, sienten que el Gobierno se ha burlado del deseo de esa comunidad de que la Cueva del Indio sea protegida como recurso cultural y que también pueda disfrutarse como punto turístico.

Eduardo Zavala, portavoz de la comunidad, recordó que en 1975, vecinos de ese barrio iniciaron un esfuerzo para que los terrenos aledaños a la cueva fueran comprados por el Gobierno como una forma de garantizar el acceso y preservación del lugar que tiene uno de los bienes culturales más importantes de la región.

“El interés de nosotros no ha muerto, es la inactividad del Gobierno la que lo ha detenido”, manifestó el líder comunitario.

Aunque del erario han salido varias asignaciones de fondos para comprar las tierras que llevan hasta la cueva, el dinero se ha perdido entre las cuentas del Municipio de Arecibo y del Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP), señaló Zavala.

El más reciente esfuerzo relacionado con la compra de los terrenos se dio durante la administración de Sila Calderón. En ese entonces, la arqueóloga Aida Belén Rivera, de la Oficina de Patrimonio Cultural del DTOP, anunció un acuerdo económico con los propietarios para la compra.

Transportación proponía para esa área un parque que garantizaba la protección de la cueva y de los petroglifos grabados en sus paredes, la construcción de un museo y las visitas ordenadas al lugar.

“Para ese proyecto se asignaron $6 millones y lo único que se llegó a pagar fueron $240,000 a la firma de arquitectos”, señaló Zavala. “(Anibal) Acevedo Vilá nos quitó esos fondos pero le ofreció $10 millones a (Jorge) Santini para un acuario en San Juan”, agregó.

En el 2005, el DTOP informó que el proyecto de la Cueva del Indio no constituía una prioridad para esa agencia y que pretendía destinar gran parte de sus fondos al mantenimiento de las carreteras del país.

La Cueva del Indio fue utilizada como lugar sagrado por los indígenas que dejaron el arte de sus petroglifos en las paredes. En 1992 fue declarada reserva natural y el Instituto de Cultura la proclamó monumento de valor histórico y arqueológico.

Las ralladuras producidas en una pared de la cueva durante la filmación de la película “A Perfect Getaway”, no son el primer impacto que sufre este bien cultural. Al lado de los petroglifos se han hecho grafitis y no existe un acceso seguro para que se pueda visitar la cueva para apreciar los grabados.

Zavala dijo que miembros de la comunidad aspiraban a que su barrio se convirtiera en un centro de turismo sustentable donde se destacara la Cueva del Indio, el caño Tiburones y el proyecto de protección de las tortugas marinas que dirigió por mucho tiempo la comunidad.

En cambio, los terrenos han sido comprados para el desarrollo de proyectos residenciales, lamentó Zavala.