Del cacao al chocolate
En días recientes, niños y adultos tuvieron la oportunidad de elaborar ricos chocolates y trufas en la casa abierta de la Hacienda Buena Vista, en la Ciudad Señorial.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 13 años.
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Solo, con almendras, con maní, con caramelo, con frutas, con coco…. el sabor del chocolate no tiene comparación. Muchos adultos lo prefieren amargo para acompañar con algún licor, y a los niños les encanta en atractivas barras para disfrutar en cualquier lugar y a cualquier hora.
El amor por el chocolate es universal y aunque Puerto Rico no figura como un productor de este fruto, en el barrio Corral Viejo, en Ponce, existe una pequeña siembra de árboles de cacao de la variedad Forastero, la más comercial. El Forastero representa el 90 por ciento de la producción mundial del chocolate.
En días recientes, niños y adultos tuvieron la oportunidad de elaborar ricos chocolates y trufas en la casa abierta de la Hacienda Buena Vista, en la Ciudad Señorial, organizada por el Fideicomiso de Conservación.
Durante el evento denominado De cacao al chocolate, los participantes conocieron más sobre el fruto y los beneficios que representa su siembra. Entre estos figura el promover la biodiversidad del bosque y el enriquecimiento de los suelos.
Durante los recorridos de la casa abierta, los participantes visitaron la siembra de cacao en el bosque de la hacienda y pudieron apreciar cómo del fruto del cacao se obtiene una barra de chocolate, siguiendo un proceso sencillo y con ingredientes que muchos tenemos en nuestras cocinas.
Los participantes pudieron confeccionar, además, barras de jabón de cacao y aromatizadores de chocolate.
La experiencia, según los participantes del evento, fue “expectacular”.