Temprano en la mañana sabatina, un grupo de personas vestidas como personal de hospitales o clínicas, se da cita en un lugar de la zona metropolitana. Poco después, salen en dos vehículos equipados con lo que puede describirse como una clínica dental ambulante, rumbo a remotas comunidades en las montañas de Utuado.

El equipo de especialistas dentistas, que conforman el doctor y profesor Juan Luis Molina, y las doctoras Mitzy Pérez, Yatnie Encarnación, Natalia Barea y Alice Arroyo, tiene por delante una ardua jornada en la que ofrecen sus servicios, de manera gratuita, a personas de pocos recursos y con diversas condiciones de salud de esas comunidades distantes.

Para muchos de estos pacientes, algunos de los cuales tienen dificultad para comunicarse y otros están encamados, estas visitan son su primer contacto con un dentista en muchísimo tiempo, y en casos más extremos es la primera vez que les revisan su boca.

Se trata de una iniciativa que promueve el Colegio de Cirujanos Dentistas contando con el aporte voluntario de sus miembros. En particular, la Comisión de Necesidades Especiales coordina estas jornadas de trabajo para llegar a esos pacientes que carecen de medios y acceso a una oficina dental.

Estos profesionales de la salud oral trasladaron hasta el municipio de la montaña el equipo esencial para atender a los necesitados.
Estos profesionales de la salud oral trasladaron hasta el municipio de la montaña el equipo esencial para atender a los necesitados. (Osman Pérez Méndez)

Del lado que recibe los servicios, en esta ocasión, está la organización comunitaria COSSAO, cuyo presidente, Francisco “Tito” Valentín los recibió en la montaña para guiarlos a las casas en las comunidades de los barrios Tetuán y Mameyes donde atenderían a los pacientes.

De acuerdo con el doctor Molina, con esta iniciativa logran llegar a personas con necesidades especiales que, de no ser por este esfuerzo, no recibirían servicio alguno.

“En algunos casos, esta persona depende de la caridad humana de todos estos colegas que estamos dando el ciento por uno por estos pacientes. Al momento, depende de profesionales que hacen un espacio para, pues, impactar lo que pueden. Todos aquí tienen sus compromisos, todos somos profesionales, pero entre todos buscamos nuestros espacios”, comentó el doctor.

“La Comisión de Necesidades Especiales trabaja desde cosas de legislación a atender directamente a pacientes que tienen alguna necesidad que no pueden llegar a una oficina”, comentó la doctora Pérez antes de partir a una vivienda en el barrio Tetuán. “Dentro del trabajo de la comisión se identifican comunidades que requieran que nosotros vayamos porque ellos no pueden ir a la oficina. Y esto son varias comunidades de Utuado que han creado esta organización que se llama COSSAO, y ellos reclutan personas que vengan a atender a esos pacientes. Y hoy eso es lo que vamos a visitar, esos pacientes que no tienen acceso. Aquí no hay dentista en el área. No hay ningún dentista, por lo tanto estos pacientes no tienen acceso a servicios dentales”.

“El propósito principal de la comisión es poder llevar servicios a las personas que tienen algún tipo de necesidad especial, o sea, que no pueden ir a buscar acceso directo, caminando o llegando en un carro, al dentista o lo que necesiten. Así que nosotros como comisión vamos a llevarle servicio porque hay un problema bien grande en Puerto Rico de acceso a los servicios dentales. Y pues disminuir un poco esa brecha yendo a llevar servicio a las casas. Aunque ayudemos a 15 personas hoy, mañana 5, de poco en poco podemos proveer ese servicio”, agregó la doctora Encarnación. “Y son personas que de otra manera no pueden acceder a servicios, y tienen dolores dentales, tienen problemas bien serios en la boca, pero no pueden llegar hasta el dentista para buscar ese servicio”.

Aunque no pueden ofrecer todos los servicios que se darían en una clínica bien acondicionada, sí pueden atender un atender situaciones tales como estabilizar que no haya infecciones, que la persona no tenga dolor, algunos procedimientos de emergencia, así como procedimientos preventivos, limpieza y extracciones. En casos que lo necesiten, hacen las coordinaciones para llevarlos a recibir un tratamiento en una clínica.

El doctor comentó que entre las situaciones más comunes que encuentran en los pacientes es “el abandono de la higiene oral. A veces porque el paciente no coopera y es hasta incómodo para un familiar. Es Alzheimer severo, autismo severo, que no cooperan. Y encima de eso, el entender que esto es el todo. Si la boca no está al día, se van descomponiendo otras cosas, si somos diabéticos, si tenemos otras condiciones, esto es vital que se controle. Eso es lo que usualmente vemos más, que tienen mucha piedra en los dientes, fracturas de dientes que están las raíces y hay que sacarlas para evitar infecciones, mucho cálculo, problemas periodontales, mucha carie”.

A menudo, además, es frecuente que además de intervenir con el paciente, tengan que atender al cuidador, pues muchas veces ese cuidador termina descuidando su propia salud por estar ocupado en atender al paciente encamado.

Para hacer el trabajo, en esos vehículos cargan todo, equipos, máquinas portátiles, compresores, luces, equipo de protección personal desechable, tratamientos, incluyendo algunos avanzados como el “fluoruro de diamina de plata”, o sea, “hay que casi que mover una oficina dental a este ambiente”. También cargan equipo especial para atender a pacientes encamados, diseñado por el mismo doctor Molina para poder atender estas situaciones con pacientes encamados y poco cooperadores.

Además, el doctor, que también es músico profesional, lleva consigo su propia selección de música para relajar el ambiente y ayudar en los procedimientos.

El doctor Molina sostuvo que, para estos pacientes con necesidades especiales y limitación de acceso, se hace imperante que se busquen caminos para hacer los servicios a esas personas más accesibles, tales como cubiertas especiales de los planes de salud para esos pacientes, o estímulos para que más profesionales se dediquen a eso.

Y si cree que podrían estar exagerando, vea lo encontraron en su primera visita, a una humilde casa en el barrio Mameyes. Allí esperaban varios pacientes, uno encamado, otros adultos con dificultades para comunicarse. Mientras Molina atendía en una habitación al paciente encamado, afuera la terraza se convertía en consultorio y las doctoras atendían a dos pacientes al mismo tiempo. Uno de ellos, de la primera revisión le detectaron cinco piezas dentales que tenían que extraerle por el mal estado en que estaban. Las doctoras tienen que hacer uso de toda su experiencia y sicología para convencer al paciente y permita le saquen los dientes. Al mismo tiempo, tienen que inventarse, poner la mesa de trabajo sobre un murito, velar al pequeño perrito que se acuesta en medio del camino, asegurarse de recoger todo el material usado, recopilar los datos de los pacientes. Y por último irse de allí asegurándose que sus pacientes quedan lo mejor atendidos posible y sin dolores.

Por delante, esperan otras viviendas, situaciones similares, pacientes encamados que no han podido recibir atención debida, cuidadores que también necesitan cuidados.

Valentín, que preside la organización sin fines de lucro COSSAO, que da servicios a siete comunidades “marginadas, de bajo perfil socioeconómico, abandonadas, envejecidas” de Utuado, Jayuya y Ciales, “donde la calidad de vida y el acceso a servicios básicos es completamente diferente a los cascos urbanos”, está muy agradecido por el apoyo de los doctores.

“Esto es novel, que vengamos con servicios dentales a personas que no pueden salir de sus casas, que no tienen transportación, que tienen condiciones médicas, que tienen problemas de movilidad, que tengo encamados, que tengo personas mayores de 80 años cuidando personas mayores, o sea, una gama de situaciones donde no pueden salir a acceder a sus servicios básicos”, afirmó Valentín.

Gracias a COSSAO, de hecho, se creó una clínica que administra la organización para poder asistir a esas comunidades. Es, de hecho, el único servicio de salud disponible en la zona. Lo más cercano para muchas de estas personas, está a 40 minutos o una hora de ruta, por carreteras en mal estado. Valentín resalta que la organización hace mucho hincapié en la educación, “porque nunca ha habido educación dental en estas comunidades, y creemos que la salud oral es fundamental en lo que es la salud del individuo como tal”.