La Asociación Puertorriqueña de Profesores Universitarios (APPU) ha denunciado que la administración de la Universidad de Puerto Rico (UPR) cerró al menos 600 secciones en cursos subgraduados y graduados para el semestre de enero a mayo.

Según explicó este viernes a EFE Ángel Rodríguez Rivera, presidente de la APPU, estos cierres de secciones los anuncia la UPR a una semana antes del comienzo de clases, ya cuando los profesores tienen sus cursos preparados.

Además, la UPR decide cerrar las secciones si denotan que en un semestre previo unos 30 estudiantes se habían matriculado y ahora solo alcanzan 15, por lo que para la administración universitaria “no es rentable”, restándole al profesor al menos un 65% de su salario y atrasando al estudiantado en su plan académico.

“El aludido ahorro es falso, pues los salarios de los docentes ya están presupuestados desde el inicio del año académico. El presupuesto de la UPR no corre de semestre en semestre, sino que es anual”, explicó Rodríguez.

“Este proceso evidencia que las políticas implementadas por la Junta de Gobierno piensan a la UPR sólo en dólares y centavos, no en necesidades estudiantiles, de desarrollo académico o progreso del país”, añadió.

Rodríguez, a su vez, dijo desconocer con precisión cuántas secciones más se han cerrado en este segundo semestre, pero “es detrimental para los estudiantes y es también una violación del contrato que la Universidad contrae con estos para poderse graduar en un tiempo razonable e incorporarse al mundo laboral”.

De igual modo, Rodríguez dijo que el cierre de las secciones afecta los índices de graduación, que son un factor clave para las acreditadoras al determinar el éxito educativo de las universidades.

“Rara manera de progresar la de un país que atrasa a miles de estudiantes en el proceso de completar sus grados académicos, mientras que compañeros docentes se ven en peligro de perder sus empleos o a que los muevan arbitrariamente de sus recintos para completar sus cargas de clases”, alertó Rodríguez.

Según la APPU, el cierre de secciones en algunos de los recintos tiene el efecto de seguir achicando aún más la UPR, y en el proceso se pone en peligro la existencia de programas, departamentos, facultades y recintos.

“Cerrar secciones es anti universitario, porque reduce la diversidad de cursos que es fundamental en la calidad académica. Cerrar secciones es anti docente, porque degrada las condiciones laborales de los docentes y hasta les arroja al desempleo”, aseguró Rodríguez.

Asimismo, sostuvo que “cerrar secciones es anti sociedad, porque sabotea la educación, la inteligencia y la formación de profesionales como también el futuro de Puerto Rico”. E