La bebé recién nacida que permanece ingresada en un hospital de Vega Baja no fue abandonada ni entregada voluntariamente para adopción pues, lo que ha trascendido de una investigación preliminar del Departamento de la Familia (DF), es que su papá y mamá tomaron la decisión -sin que mediara un recurso legal- de dejar a una abuelita al pendiente de la niña mientras realizaban una gestión de premura concerniente a otro hijo en Estados Unidos.

En entrevista con Primera Hora, la secretaria interina del DF, Ciení Rodríguez Troche, negó la posibilidad de que los padres hayan abandonado a la niña, que nació prematuramente a las 35 semanas de gestación hace siete días y que permanece ingresada en el hospital Wilma Vázquez, de Vega Baja.

“Mira, ahora mismo nosotros estamos en ese proceso investigativo para ver qué realmente sucedió en este caso y conocer cuáles fueron los factores que llevaron a papá y mamá a decidir irse a Estados Unidos dejando a la abuela acá pensando que ella podía sacar a la nena del hospital”, puntualizó.

Explicó que todos los protagonistas de esta historia son residentes de Nueva York. En el caso del padre tiene un apellido que podría considerarse latino, pero la mamá de la nena “estadounidense y no habla español”.

¿Ellos fueron a realizar una gestión de adopción de otro hijo a Nueva York y pensaron que dejarle la bebé a la abuelita era correcto mientras resolvían ese asunto?, le preguntó este diario a la secretaria interina del DF.

“Ese es el planteamiento de ellos, que de nuevo, culturalmente nosotros pensamos que esas cosas no deben ser. Pero el planteamiento del hospital, que es igualmente válido, es que tú eres la mamá, tú eres el papá... y me estás pidiendo que yo deje una menor al cuidado de una persona que a mí no me consta que es su abuela más allá de lo que me dijiste. Así que, en ese sentido, hay áreas grises que preferimos investigar responsablemente”, respondió la funcionaria.

Determinó que personal del DF pudo entrevistar a las partes. Igualmente hubo comunicación con el Departamento de Familias y Niños en la región 2 de Estados Unidos para trabajar juntos en la investigación.

Entonces, ¿esto tampoco es un caso en el que haya intención de la familia en hacer una entrega voluntaria para adopción?, le inquirió Primera Hora a la portavoz del DF.

“Esa parte te la puedo contestar claramente. Entiendo que no. Pero de todas maneras, el proceso, cómo se hizo, no fue el más apto. Y nosotros tenemos que verificar si las versiones otorgadas por la familia son las correctas y tenemos que determinar si están aptos o no para tener a la bebé”, dijo Rodríguez Troche.

¿Hubo una intervención adecuada del hospital?, se indagó.

“El hospital tenía la responsabilidad de informar que la menor estaba allí y que no eran sus padres biológicos quienes estaban con ellos. Obviamente, dentro de los criterios que ellos tenían, pues ellos tenían una responsabilidad de informar”, subrayó.

¿Pero, hubo una intervención de la trabajadora social en este caso?, se insistió.

“Sí, pero aparentemente fue posterior a los hechos. Así que, yo pienso que tenemos que educar mucho más sobre los procesos que ocurren en los hospitales”, manifestó.

Rodríguez Troche mencionó, por ejemplo, que se pudo haber orientado a la pareja sobre la posibilidad de acudir a un tribunal y conseguir un recurso legal en el que se expusiera que dejaban a la abuelita de la bebé como tutora mientras regresaban del viaje.

Hay que dejar a un lado el estigma

La funcionaria agregó que al surgir la noticia pudo haber una percepción generalizada de que la niña fue abandonada, algo que atribuyó a una reacción de pueblo consecuente de un arraigo cultural “que te dice que una madre siempre protege a su bebé”.

En esa línea recordó que el artículo 13 de la Ley de Adopción distingue a los hospitales entre los refugios seguros en aquellos casos en los que la madre desea entregar voluntariamente a su criatura para que pueda ser adoptada por otra familia.

Precisó que, aunque este no es el caso, urge educar a la ciudadanía sobre la dinámica de entregas voluntarias de bebés, en especial para crear conciencia de que no se debe penalizar a las madres que opten por esta alternativa.

“Esto puede ser, por parte de una madre, un acto de amor para proteger a su bebé de ella misma... no podemos criminalizar a una mujer porque decide que ese no es su momento de ser madre y que no puede criar a su hijo porque no tiene las herramientas o no se siente capaz. Mire, de verdad, para ninguna madre es fácil desprenderse de un hijo, así que en ese sentido yo creo que tenemos que tratar este tema desde otra dimensión”, reflexionó.

De hecho, dijo que “próximamente” la agencia lanzará una campaña enfocada en el tema de entrega voluntaria para adopción.

¿Tiene un número aproximado de cuántas entregas voluntarias se hacen en Puerto Rico”, le preguntamos.

“Pues, si supieras que hace dos semanas tuvimos una y el año pasado tuvimos dos. Pero, de nuevo, hay un estigma tan y tan y tan grande detrás de eso que terminamos teniendo, por ejemplo, cosas que parecen que no son entregas voluntarias, pero lo son. Me refiero a que tenemos un tío criando sobrinos porque su sobrina no pudo cuidarlo o sus hermanos no pudieron cuidarlo. ¿Y que hicieron? Se los dieron a su familia. Y eso un tipo de entrega voluntaria, pero se hace en el seno de la familia. Son cosas que pasan, que a veces nosotros queremos tapar el cielo con la mano o lo justificamos porque lo dejaron con familia, pero y qué si esas familias vienen de hogares totalmente disfuncionales y yo como madre lo que quiero es romper con ese ciclo y quiero que mi hijo tenga otra oportunidad de vida. Son demasiados los elementos que nosotros estamos enfrentando como para seguir criminalizando a una mujer que siente que no puede o no tiene las herramientas para criar”, dijo enfática.

Eel artículo 13 de la Ley de Adopción establece como política pública promover el establecimiento de un sistema mediante el cual una madre, antes de considerar abandonar un recién nacido, pueda entregarlo en un periodo de 72 horas en un hospital público o privado, estación de bomberos, toda dependencia policíaca municipal o estatal, iglesias o toda dependencia del Departamento de la Familia.

Este proceso debe ser sin visiones punitivas, pues el estatuto deja claro que las entregas voluntarias de menores serán de manera confidencial, sin perjuicio y sin temor a ser arrestada, procesada o enjuiciada, siempre y cuando el o la menor no presente señales de abuso o maltrato. De lo contrario, se activará el protocolo existente que se sigue en los casos de maltrato de menores.

Secretaria,¿qué pasó con el bebé de la última entrega voluntaria?

“Interesantemente, la que ocurrió hace dos semanas, literalmente mamá parió y en el mismo hospital nos entrega el bebé. Ya ella sabía que ese no era su momento y había hecho y adoptado todos los mecanismos necesarios para que su bebé, una vez naciera, estuviera ubicado”, explicó sobre el infante que en estos días llegó al que será por siempre su hogar permanente con unas personas que se comprometerán a amarlo por siempre.