“Es un asunto de vida o muerte. Si para el 28 de febrero no recibimos del Gobierno los fondos que nos deben para la administración del Centro de Diagnóstico y Tratamiento (CDT), vamos a tener que cerrar. Y eso es grave… estamos hablando del único hospital del área, porque el de Maunabo cerró, el CDT de Humacao también está cerrado por reparación y la clínica Ryder -que era a donde referíamos pacientes- colapsó del primer piso hacia arriba”, dijo el alcalde de Yabucoa, Rafael Surillo.

El ejecutivo municipal explicó que el monto adeudado por el Gobierno es de $250,000, dinero que se utilizaría para la operación del hospital y el pago de nómina de sus 39 empleados, incluyendo 19 enfermeros y 14 médicos.

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Actualmente, el CDT de Yabucoa, administrado bajo contrato con el municipio por la compañía Reliable Health Services Corp, opera 24 horas al día, los siete días de la semana.

El hospital está en funciones gracias a una asignación legislativa de $1.2 millones que se le entrega anualmente al municipio a través de fondos del Departamento de Salud. De éstos, $750,000 fueron otorgados en diciembre pues el alcalde había recurrido a partida del presupuesto municipal para cubrir los gastos del hospital. Pero la gota colmó la copa y tuvo que pedir auxilio al presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, y al presidente de la Cámara de Representantes, Carlos “Johnny” Méndez, quienes agilizaron el pago. Ahora, la historia se repite.

El centro hospitalario –una de las estructuras que fue reparada con premura tras el embate del huracán– es de los pocos lugares en Yabucoa que cuenta con servicio de energía eléctrica.

Su sala de emergencias pocas veces está vacía. Sólo en enero, según un informe entregado a Primera Hora, se atendieron más de 1,420 pacientes.

“Aquí se hace de todo: radiología, laboratorios, servicios ambulatorios”, dijo Surillo.

Para ejemplificar la importancia del CDT, mencionó algunas de las emergencias suscitadas en los últimos meses cuando el centro hospitalario sólo operaba 12 horas (de 7:00 de la mañana a 7:00 de la noche) y con asistencia de un generador eléctrico.

“Una noche -cuando ya habíamos cerrado el hospital- a eso de las 8:00 de la noche llegó una paciente y murió en el estacionamiento. Su salud estaba comprometida, pero nos crea esa duda de (qué hubiera pasado) si hubiéramos estado con el hospital abierto. A lo mejor nos daba tiempo a atenderla. Pero no fue así y murió en el estacionamiento”, expresó con pena.

Agregó que en otra instancia un caballero -con aparente fallo cardiaco- fue llevado por familiares a las 10:00 de la noche al cuartel municipal.

“Se hacían gestiones con patrullas... pero en ese trayecto murió. ¿Tú entiendes mi frustración y por qué estoy preocupado con esto del hospital?”, expresó.

De hecho, Surillo atribuye un alza en decesos en Yabucoa. A su juicio, están vinculados al estilo de vida “después del huracán”.

“Hicimos el cálculo y tenemos 30 entierros más en el periodo de septiembre a enero, comparado con el año pasado que habían muerto para estos meses 97 personas. La gente se nos está enfermando. Gente con enfermedades crónicas como el asma, la diabetes, la apnea del sueño, los hipertensos... por eso es importante este hospital”, urgió.