Juristas, abogados y figuras de la arena política del País resaltaron la trayectoria y el legado jurídico del juez federal Juan R. Torruella Del Valle, quien falleció hoy a los 87 años de edad, por complicaciones de salud.

Para el senador y ex fiscal federal, Miguel Pereira Castillo, la aportación mayor de Torruella en su carrera judicial son sus propuestas y opiniones a favor de la despenalización de la marihuana y de que el aparato judicial trate al adicto con un enfoque no punitivo.

Torruella fue el primer puertorriqueño e hispano en ser parte del Primer Circuito de Apelaciones de Boston, foro que el juez boricua presidió entre 1994 al 2001.

“Estamos todos de luto, no solamente los abogados y los jueces, sino el resto de las personas que estamos asociados con ese esfuerzo judicial. El juez Torruella representa lo que es una figura ejemplaría, una persona valerosa, con mucho arrojo con sus posiciones como jurista y la epidemia de droga que nos azotó y todavía nos azota. Él ofrecía un camino de conocimiento, de entendimiento y valentía", afirmó Pereira Castillo.

"Fue el primer juez federal en decir que quizá la estrategia contra el crimen era un desastre en vez de una herramienta. Es una gran pérdida para Puerto Rico y para la estructura judicial de los Estados Unidos”, lamentó.

El ex Secretario del Departamento de Corrección y Rehabilitación, quien desde la Legislatur intentó, sin éxito, promover un enfoque menos punitivo para lidiar contra el flagelo de las drogas, destacó que el juez Torruella con su visión de despenalización de las drogas fue pionero en Boston.

“La historia está demostrando cada vez más que esa es la posición que los seres pensantes deben adoptar. Y no es solo el pensamiento de despenalizar la marihuana, del tratamiento del usuario, en vez del castigo del usuario, sino de tener el valor de articular esa posición mientras ocupaba las posiciones que ocupó”, sostuvo Pereira. Castillo.

“No es que él haya creído en eso, sino que tuvo el valor de articularlo. Para mí esa es su gran aportación. El emperador romano Marcus Aurelio dijo que la buena fortuna acompaña el arrojo. Marcus Aurelio nos ofreció lo que el juez Torruella vivió y eso hay que celebrarlo porque todos estamos conscientes de que esa es una característica tan extraordinariamente escasa que la necesitamos desesperadamente”, agregó.

Pereira Castillo, quien fue fiscal federal por 17 años, recordó el trato que recibía él y otros fiscales cuando iban desde la Fiscalía Federal en Puerto Rico a defender casos ante el panel del que Torruella formaba parte en el Tribunal de Boston. “Siempre nos trató con mucho respeto y con mucha simpatía en el sentido que él sabía que nosotros acabábamos de volar tres horas para llegar allí y que teníamos que volar tres horas adicionales para regresar a nuestros hogares”, indicó el legislador del Partido Popular Democrático (PPD), que no aspira a la relección.

Dijo que esa litigación ante Torruella “era una experiencia, uno se sentía que no podía fallar, él era una figura imponente en el tribunal y uno nunca dudó de que estaba a cargo del espacio que ocupaba”.

“Personalmente me pareció siempre una persona muy gentil, muy informado, muy apropiado su comportamiento, siempre caballeroso y evitando esas tendencias abusivas que a veces los jueces desarrollan”, sostuvo Pereira Castillo.

Dijo que luego de él incursionar en la política, Torruella “siempre tuvo palabras de amistad y de solidaridad” hacia él. “Después que era senador él siempre tuvo unas palabras de amistad, de solidaridad, no política, sino personal era que él entendía que estaba hablando con una persona que estaba dispuesta también a tomar el camino difícil con mis posturas a favor de la despenalización de la droga”, sostuvo.

Recordó también las ejecutorias de Torruella en el deporte del velero y su participación destacada en la Gran Regata Colón de Puerto Rico, evento que formó parte de las actividades conmemorativas del Quinto Centenario del Descubrimiento de América en 1992.

“Me siento muy entristecido", reaccionó por su parte, el expresidente del Colegio de Abogados y Abogadas, Harry Anduza Montaño.

"Todos sabemos el amor entrañable del juez Torruella a Puerto Rico y a todas las cosas puertorriqueñas, independientemente de su inclinación estadista”, dijo el letrado, quien postuló ante Torruella como juez de la corte de distrito federal en Puerto Rico y en el Primer Circuito de Apelaciones de Boston.

“Él estaba muy activo en la protección de asuntos ambientales y en la protección del patrimonio nacional puertorriqueño”, sostuvo para agregar que Torruella logró que declararan monumento nacional histórico el edificio de la Corte Federal en el Viejo San Juan.

La Jueza Presidenta del Tribunal Supremo de Puerto Rico, Maite D. Oronoz Rodríguez resaltó también la valentía del juez Torruella, así como su pulcritud y laboriosidad.

“Fue un gran amigo para mí y mi famila. Durante casi cuarenta años en la Corte de Apelaciones de los Estados Unidos para el Primer Circuito, fue una voz contundente, fuerte y valiente a favor de Puerto Rico y de los derechos constitucionales que cobijan a todos los puertorriqueños. Su trayectoria se caracterizó por su entrega sin límites a la causa de la justicia y su preocupación profunda por la igualdad y la equidad”, expresó Oronoz Rodríguez.

El presidente del Tribunal del Distrito Federal en Puerto Rico, Gustavo Gelpí dijo a su vez, que Torruella fue “un mentor especial” en su carrera jurídica.

“Tuve la dicha de conocerlo desde niño, pero ya como estudiante de derecho, abogado y luego juez siempre le tuve una enorme admiración y respeto. Para mí es un honor y orgullo a través de los años el haber compartido y colaborado con el en múltiples asuntos de índole judicial y académica, al igual que junto a amistades mutuas”, expresó Gelpí.

“Lamentamos la partida del Juez Juan Torruella, un gran puertorriqueño, férreo defensor de la igualdad, jurista elocuente y respetado”, escribió en su cuenta de Twitter, el presidente y candidato a gobernador del Partido Nuevo Progresista (PNP), Pedro Pierluisi.

La comisionada residente en Washington, Jenniffer González Colón calificó al fenecido ez juez como una luminaria del derecho y la judicatura federal.

“La contribución más grande que el Juez Torruella hizo para Puerto Rico fue destacar la injusticia y la desigualdad de la no incorporación territorial la cual comparó con la segregación racial de los afroamericanos y el régimen de apartheid en Suráfrica”, expresó la líder novoprogresista.

“Perdemos en más de un sentido. Perdemos al juez valiente guiado solo por su conciencia, al deportista, al hombre de mar y perdemos al amigo de las buenas causas”, lamentó por su parte, el exgobernador Alejandro García Padilla.

Mientras, el Colegio de Abogados y Abogadas de Puerto Rico, a través de su presidenta, la abogada Daisy Calcaño López y su Junta de Gobierno, también se unió a la pena que embarga a la familia Torruella y a la comunidad jurídica en Puerto Rico y Estados Unidos. “El juez Torruella, quien fue colegiado ininterrumpidamente durante toda su carrera profesional, deja un gran legado como jurista y como puertorriqueño, al que todos y todas debemos emular”.

En el Tribunal Supremo de Puerto Rico, Torruella fue oficial jurídico del Juez Asociado Pedro Pimentel. En 1974 fue nombrado por el presidente Gerald Ford a la Corte de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito de Puerto Rico, la cual presidió entre el 1982 y el 1984 cuando fue ascendido al Primer Circuito de la Corte de Apelaciones de Boston. De esa forma se convirtió en el primer y único hispano hasta este momento en ocupar un cargo en el Primer Circuito.

Durante su carrera judicial Torruella publicó más de dos mil opiniones. Es autor de varios libros incluyendo The Supreme Court and Puerto Rico: The Doctrine of Separate and Unequal y Global Intrigues: The Era of the Spanish-American War and the Rise of the United States to World Power, así como de numerosos artículos de revista jurídica sobre la situación constitucional y política de Puerto Rico.

El Juez Torruella también se destacó como deportista representando a Puerto Rico en las Olimpiadas de Verano de 1964, 1968, 1972, and 1976 en el deporte de vela.