Las horas que el doctor Víctor de Jesús Díaz dedicaba a los pacientes no eran contabilizadas en su reloj. Su dedicación al bienestar de las personas tampoco conocía límites y así será recordado por sus colegas.

El pediatra, que hoy falleció a consecuencia del coronavirus COVID-19, era un apasionado de la medicina y un trabajador incansable. Así lo describió su colega, el doctor Ángel Velázquez, director médico de TigerMed, uno de los lugares donde laboraba.

Y es que durante su amistad por más de 30 años, Velázquez fue testigo del crecimiento profesional y como persona de De Jesús.

“Llevaba con nosotros muchos años… era uno de mis pediatras. Él era maestro, enseñaba Química en su natal San Lorenzo. Luego estudió medicina y se especializó en pediatría. Era una persona muy querida, tanto en su pueblo, en el que nació y enseñó, como donde vivió”, explicó Velázquez, quien además era vecino del galeno en Gurabo.

Recordó, además, cuando su colega contrajo matrimonio con la también médico Cynthia Torres y la familia que formaron junto a dos hijas.

De Jesús, que se convirtió en el primer médico puertorriqueño en fallecer a consecuencia del virus, estuvo recluido por casi tres semanas el Hospital HIMA San Pablo en Caguas. Los últimos 10 días recibió asistencia de un ventilador, pues su cuadro empeoró.

Al conocerse que había dado positivo a coronavirus, en TigerMed se comunicaron con quienes tuvieron contacto con el doctor, se cerró el centro y se desinfectó, según indicó Velázquez. Nadie se contagió.

El fallecido laboraba, además, en su práctica privada en San Lorenzo y atendía en el Hospital HIMA San Pablo en Caguas.

“Es difícil determinar dónde se contagió”, dijo con pesar el también director de pediatría del Hospital Menonita en Caguas.

Tanto Velázquez, como el doctor Roberto J. Gándara, director de TigerMed, ofrecerán el apoyo necesario a la familia del médico.

Tras conocerse el deceso de De Jesús, allegados y otros colegas inundaron las redes sociales con mensajes de solidaridad y destacaron la calidad humana del médico.

“Era un médico de excelencia, todos los pacientes lo querían mucho en San Lorenzo. Fue un hombre respetable y recto en su trabajo. Tenía un gran corazón y era amable. Su esposa e hijas eran lo más importante, el motor de su vida. Vivía orgullosas de ellas”, compartió un colega que prefirió no dar su nombre por respeto a la familia.

Recordó que De Jesús “siempre estaba riéndose… Sin duda alguna, nos dio tremenda lección de vida a todos sus compañeros. Nadie sabe cuán importante son esas personas ejemplares, hasta que nos toca perderlas de cerca. Definitivamente, perdimos un héroe de primera línea, de primera clase en todos los aspectos… En todos los aspectos de su vida se graduó con excelencia”, recalcó.