Determinadas las puertorriqueñas en forjar una carrera profesional
Los números de mujeres matriculadas en instituciones de educación superior supera a los hombres, intentando prepararse para lograr sus metas académicas.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 5 años.
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Las mujeres están en todas, como dicen popularmente. Se han destacado en diferentes carreras profesionales, incluso las inimaginables para algunos. Han llegado a la Luna, se han puesto las botas y los capacetes para bregar con electricidad y se han hecho cargo hasta de la mecánica de aviones.
Por todo esto y más, no es de extrañar que integren el porcentaje más alto en admisiones a la universidad en la Isla. ¿Por qué es así? Aun no hay una respuesta concreta, pero se le atribuye, según universidades consultadas, a la determinación de las féminas a lograr sus metas, a una posible causa demográfica y a otros factores que fueron resultado de estudio, como es el poco dominio del idioma español en los hombres.
La profesora Aileen Estrada, de la Universidad del Sagrado Corazón, una de las autoras del estudio “Factores que afectan la baja en proporción de estudiantes varones en la educación superior en Puerto Rico: La perspectiva de estudiantes de 4to año de escuela superior”, publicado en el 2013, indicó que en toda la Isla el por ciento de mujeres estudiando en universidades es mayor al de los hombres. Para análisis se tomó una muestra representativa de los estudiantes de escuela superior en el país.
“En todas las universidades, una por una que tú vayas, vas a encontrar que hay más mujeres que hombres, que hay una proporción de 60% de mujeres y un 40% de hombres en términos generales”, dijo.
Señaló que el dato se repite en todo el Caribe.
“Eso es cierto en Estados Unidos y Canadá. No es cierto en México, allí hay paridad: 50% mujeres, 50% hombres. Toda América Latina es igual con tres excepciones -Colombia, Bolivia y otro país- en donde hay más hombres que mujeres, pero si te mueves a Australia, a Europa, España, a todas las partes del mundo, esa es la verdad”, sostuvo.
“Esa es la realidad estadística, hay más mujeres en las universidades que hombres, excepto en África -que hay más hombres que mujeres- y eso es tradición cultural de no mandar a las mujeres a educarse y en los países árabes, que hay paridad. Es un fenómeno mundial, no es de Puerto Rico”, explicó.
Pero, ¿por qué se da este fenómeno?
“Yo estudié nueve factores tratando de buscar una contestación a esa pregunta”, dijo.
Indicó que como parte de los hallazgos, el estudio reveló que el factor que tuvo el efecto más importante sobre la intención de los estudiantes varones de no seguir estudios en una institución de educación superior fue “un dominio regular, deficiente o inaceptable de las destrezas lingüísticas o un promedio de C, D o F en la asignatura de español”.
Los factores estudiados fueron “el trasfondo académico de los padres, la presencia del padre en la vida de los estudiantes, la colaboración de los padres en los procesos de los estudiantes al solicitar admisión en una institución de educación superior, las destrezas del lenguaje de los estudiantes, su percepción del aprendizaje del idioma español, su nivel de autoeficacia o sentido para acometer exitosamente el hacer estudios universitarios, su conocimiento del proceso de admisión a las universidades, su percepción de la dificultad para conseguir empleo en Puerto Rico y su percepción de un sesgo por género en la intención de los varones de no seguir estudios en instituciones de educación superior”.
“De esos (factores), cuando hago un análisis (regresión logística), la que se quedó con un peso suficientemente fuerte para decir: ‘aquí hay una relación entre el dominio de las destrezas lingüísticas y la intención de estudiar’, fue esa, las de las destrezas del lenguaje”, indicó.
Según la profesora Estrada, una respuesta al asunto es quizás una hipótesis planteada por el neurólogo Berman que comenta “que en el proceso de desarrollo del cerebro, las niñas como que desarrollan las destrezas del lenguaje en un momento determinado que está cercano al momento de entrar a la escuela y que los nenes en ese momento están desarrollando otros aspectos del cerebro, como es la coordinación motora”.
Sostuvo que el estudio también reveló que las mujeres obtienen mejores notas en los cursos que están relacionados con el idioma y que se desempeñan mejor en la construcción de argumentos lógicos lingüísticos.
“Hay una hipótesis muy interesantes que hace falta que se confirme más a través de MRI funcional. En el siglo 19 tú no podías saber lo que estaba pasando en el cerebro, había que esperar que la gente se muriera para estudiarle el cerebro, ahora con toda la tecnología de la comunicación y la información, los técnicos y los científicos se meten en el cerebro de uno mientras uno está despierto y activo”, indicó.
La doctora, en tanto, establece que según pudo constatar en el estudio, lo que se ve actualmente en los por cientos de mujeres estudiando en las universidades, es un reflejo de lo que está sucediendo en la vida de los estudiantes en la escuela superior. Dijo que para el análisis buscó a las estadísticas de niños que comenzaron su escuela en el año 2000, encontrando que habían entrado 2,000 niños varones más que niñas. Doce años más tarde cuando los consulta para el estudio se percata que había más mujeres que varones estudiando.
“Los varones se van de la escuela de séptimo a noveno grado, y cuando llegan a tercer año (de escuela superior), hay más nenas que nenes en la escuela… Hay una deserción enorme, el problema empieza desde chiquitos, tú no los ves en la universidad. La universidad es un reflejo que viene pasando por la vida de estos niños y entonces no es un problema sicológico, no es problema de maltrato, necesariamente. Aquí hay un problema amplio que hay que estudiar tomando en cuenta hasta la civilización”, dijo.
Las mujeres son más en las universidades
Según universidades consultadas, ciertamente la mujer sigue siendo el por ciento más alto de admisiones en las instituciones, aun cuando algunas experimentan bajas en sus matrículas.
La Dra. Mayra Cruz, vicepresidenta de Mercadeo y Asuntos Estudiantiles de Universidad Ana G. Méndez, así lo confirmó indicando que en los últimos años el por ciento de mujeres admitidas ha fluctuado entre un 61% a 64%.
Pero la cantidad que ingresa ha disminuido, lo que adjudica a dos factores que de cierta manera comprometen el tiempo de las mujeres: el cuido de sus hijos y la responsabilidad de un trabajo cuando son jefas de familia.
De igual manera, indicó que también los estudiantes de escuela superior, previo a su entrada a la universidad, también han entrado en ciertas responsabilidades económicas por lo que optan por estudiar y trabajar.
“Cuando vemos ese rol (jefa de familia), pues tú puedes ver a una fémina cuya responsabilidad en el hogar es más amplia, porque es sola, quizás no tiene una pareja con quien compartir los gastos económicos, y no descartamos que el tema de ponderar una carrera académica pueda estar en esa merma”, señaló.
“No solo está atada a si hay intención de estudio o no. Todavía esa mayoría de la población nos indica que sí y que las féminas tienen una mayor inclinación a perseguir estudios universitarios que los varones, y la proporción te lo dice claramente, pero sí sabemos que esa jefatura de familia puede estar incidiendo también en que esa responsabilidad haga que eso sea un factor, que lo pongan en una balanza y afecte”, sostuvo.
Dijo que hace unos años las instituciones que comprenden el sistema universitario Ana G. Méndez, han comenzado a desarrollar iniciativas como centros de cuido y preescolar, para ayudar a las mujeres a que puedan iniciar estudios universitarios.
“Hace unos años ya nuestras instituciones han empezado a desarrollar iniciativas, como centros de cuido o prescolar, que sabemos que es un factor que puede determinar la razón de una fémina que tenga hijos, el ponderar una carrera académica, porque sabemos lo que supone ese rol, pues consume tiempo y el tema de la dedicación de las mujeres es atender a sus hijos. Eso lo empezamos a ver hace algunos años y las instituciones han desarrollado conceptos de preescolar, centros de cuido para ayudar a las jóvenes a eso”, indicó.
También reflejan los datos que las mujeres son más determinadas a la hora de buscar alternativas para cumplir sus metas académicas. Por eso, ante la presencia de factores de tiempo o quizás en la búsqueda de cumplir varias metas al mismo tiempo, optan por cursos en línea o estudiar durante algunos días de la semana, porque no les compromete mucho su tiempo lectivo.
Ese es el caso del programa en línea de la institución, donde Cruz estableció que de 1,200 matriculados, 868 son mujeres.
“Eso también está dando a demostrar cómo las féminas están buscando cómo insertarse en los estudios, pero a lo mejor no de la forma tradicional que estábamos acostumbrados porque, posiblemente, eso es una modalidad que para esas condiciones (jefas de familias e hijos) es más rentable o es más viable”, indicó.
Pero, esto no es algo nuevo, pues según la doctora, las mujeres siempre han mostrado mayor interés por estudios universitarios que los hombres.
“Siempre ha sido así. Se ha ido separando, quizás empezamos con una relación de 50%-50%. Luego, creció 50%-52%, 50%-55%. Las mujeres han ido ganando terreno a nivel universitario. Es una tendencia”, dijo.
Indicó, además, que la merma en la matrícula es un tema poblacional, de demografía. “Ese dato no lo conozco, pero sería interesante ver esa demográfica para ver si están naciendo más niñas o más niños, pero siempre ha ido en crecimiento el que las mujeres sean la población mayoritaria en las universidades”, dijo.
Las mujeres también predominan en carreras longevas como bachilleratos, maestrías y programas doctorales. Dice que las disciplinas en las que se imponen, por lo general, son las ciencias de la salud, educación y se abren paso en la ingeniería y en concentraciones de gerencia y seguridad.
Ese porciento, también es percibido en la matrícula de nuevo ingreso más reciente que recibió la Universidad del Sagrado Corazón (USC).
Laura García, vicepresidenta de Comunicaciones y Admisiones de la USC, confirmó que el número de féminas admitidas en las universidades es una tendencia, ya que según los datos que comparte el Consejo de Educación entre el 2018 y 2019, el 60% son mujeres.
“Si lo comparo con el resultado de matrícula de nuevo ingreso de la USC en los últimos años, nosotros hemos estado recibiendo entre el 61% y el 62% son mujeres también”, señaló.
De igual manera, indicó que el número persiste en sus concentraciones de comunicaciones, humanidades, ciencias sociales y ciencias naturales.
En caso de los recintos de la Universidad de Puerto Rico, Ivonne Calderón, directora de Admisiones a nivel central, manifestó que en sus más de tres décadas de servicio en la institución, prevalece la tendencia a que sean más las mujeres las que buscan formarse académicamente.
“Históricamente, en todos los procesos de admisiones, prevalece esa tendencia de que sean más féminas que varones, tanto en solicitantes como en admitidas, eso prevalece a nivel sistémico”, indicó.
Para el 2018, la UPR registró que un 57% de los solicitantes de admisiones eran féminas, mientras que un 56% eran admitidas. De igual manera, se comportaron las estadísticas para el 2019. “Nos fuimos igual tanto solicitante como admitidas pues fue un 56%”, señaló.
“En el 2020, hasta hoy, tenemos que el 57% de los solicitantes son féminas”, dijo.
Calderón, entiende, que el comportamiento de que haya mayor número de féminas se debe a que en “el censo siempre las féminas somos más y el interés de estudio prevalece en las féminas”.