Mayagüez. Doña Paulina Ibarrondo Rodríguez tiene 104 años de edad y miles de motivos para dar gracias.

Ayer, acompañada por su hija Edith Hilario Ibarrondo, decidió celebrar con una familia extendida.

La centenaria se unió a la fiesta de la Iglesia Episcopal San Andrés, en el casco urbano de Mayagüez, que abrió sus puertas en la mañana de ayer para brindar desayuno y almuerzo de Acción de Gracias a unas 125 personas de todos los sectores de esa ciudad, en su mayoría ancianos que no tenían con quien compartir esa festividad que da inicio a la temporada navideña.

‘’Es la primera vez que vengo y me lo estoy gozando todo’’, dijo doña Paulina, muy conversadora, mientras disfrutaba de su almuerzo de Acción de Gracias.

El padre Luis Padilla, rector de la parroquia que ubica en el barrio Salud de la Sultana del Oeste, dijo que la actividad -que se ha estado celebrando por varias décadas- cada vez es más concurrida.

El teniente retirado de la Policía, Ulises Beauchamp, lleva “33 años picando los pavos” para la fiesta y “cada año llegan más personas”.

“A mí me dicen la Muñeca y la estoy pasando muy bien’’, dijo una de las envejecientes, que quiso hablar de todo, menos de su edad.

Elba Iris Rodríguez, Rosa Ana Ramírez y Ana Odilia Crespo llegaron desde los residenciales Columbus Landing, Cuesta de las Piedras y Carmen, en el sector de La Playa, de Mayagüez, para comerse su pavo en buena compañía.

Emiliano Martell llegó desde la barriada Balboa, mientras que Félix Ponce llegó desde el barrio Buena Vista. Se les unieron Samuel Pitre, del sector Manantiales, y Martiniano Valentín, del condominio Covadonga.

“La estamos pasando súperbién, es la primera vez que vengo’’, dijo Wenter Feliciano, quien hace varios meses perdió la visión en un accidente, pero aun así encontró muchas razones para estar agradecido.

Unos 30 voluntarios de la misma parroquia San Andrés estuvieron a cargo de cocinar, servirles desayuno y almuerzo a los presentes.