Más de 100 personas habían llegado antes de las 10:00 de la mañana de hoy, Día de Madres, al cementerio municipal del barrio Florencio, en Fajardo, para visitar las tumbas de las matriarcas de muchos hogares a las que les rindieron homenajes con obsequios florales, cánticos y momentos de reflexión.

Pero, esta vez la dinámica fue diferente. El distanciamiento social empujado por la cuarentena impuesta por el gobierno para prevenir contagios de la COVID-19 hizo que en esta ocasión todos los visitantes tuvieran puestas mascarillas faciales y guardaran una distancia prudente y de más de seis pies con aquellos que no eran de su núcleo familiar.

Aunque hubo llanto y melancolía, no se percibió mucha apertura a los abrazos entre los parientes que se acompañaban – en un grupo no mayor a cinco personas- para visitar el camposanto. Las ventas de flores fuera del lugar, como es costumbre un día como hoy, tampoco se percibieron.

Nydia Hernández, quien llegó antes de las 9:00 de la mañana al lugar, acompañada de sus tres hijos, resaltó el orden y seguridad que imperaba en el lugar donde la administración del municipio estableció como protocolo que todos los visitantes debían llevar mascarillas. Algunos también optaron por utilizar guantes.

“Aquí están mi suegra y mi esposo que, recién murió en marzo. Es la primera vez que vengo desde aquel día… él siempre dijo que a su mamá no le faltarían sus flores y así seguirá siendo mientras yo esté viva”, dijo conmovida la mujer, mientras sus hijos desyerbaban el área circundante a la tumba donde se disponían a colocar unas flores.

Para doña María Elba García visitar cada Día de Madres el cementerio es una tradición en la que le rinde homenajes a las mujeres importantes de su vida: su abuela, su tía y, recientemente, unió a la lista a su mamá.

“Gracias a Dios que tenemos esta oportunidad de poder venir… aquí tengo hace ocho años a mi tía, a mi abuelita hace 30 años y hace uno que falleció mi mamá…vine a honrarlas con unas florecitas que ya tenía en casa porque tú sabes que con todo esto todo está cerrado”, dijo la señora que con mucho cuidado decoró los panteones con coloridas flores de plástico.

Dijo que desde que comenzó la cuarentena – la cual pasa junto a su esposo en su hogar en Fajardo- se prometió que el primer sitio que visitaría sería la tumba de su mamá. Ese momento se adelantó sorpresivamente cuando la gobernadora Wanda Vázquez Garced anunció que como parte de la flexibilización gradual de área social y económica permitiría la visita a los cementerios durante este día siempre y cuando se cumplieran con unos protocolos de seguridad.

“Qué bueno que sucedió (la visita) antes de tiempo. Gracias a Dios. Aquí le traje flores y estamos agradecidos de Dios por todo…creo que (la apertura del cementerio) es buena después que se sigan directrices. Nosotros somos un pueblo respetuoso. Y ya ves… todo normal, todo está tranquilo”, expresó quien tenía previsto llamar a sus hijos por “Facetime” y celebrar con ellos a distancia el Día de Madres.

Mientras, a la distancia un núcleo familiar de cuatro personas cantaba a su ser querido como parte de un momento de reflexión.

El encargado del cementerio, Juan Cruz -quien lleva 33 años trabajando en el camposanto- calculó en “más de 100 personas” los visitantes del día en las primeras dos horas y media de apertura del lugar, al tiempo que advirtió que el flujo grande de gente lo espera esta tarde.

“Estamos bien preparados en todo lo de higienes… el que no tenga mascarilla se la damos. Igual tenemos guantes. Y en los baños tenemos jabón desinfectante. Estamos tomando todas las medidas de seguridad”, expresó Cruz al agregar que las personas que visitan el cementerio no pueden estar más de 15 o 20 minutos “y así lo han respetado”. “Los niños no pueden venir y si los traen tienen que quedarse en el carro con un adulto”, agregó.

Aunque inicialmente se comunicó a través de la oficina del alcalde José Aníbal “Joey” Meléndez que se estaría tomando la temperatura a todos los individuos que llegaran al cementerio, esta dinámica no se estaba llevando a cabo.

“Pero el muchacho de emergencias médicas sí tiene la maquinita del termómetro, por si acaso”, manifestó Cruz.

Por su parte, el alcalde catalogó el comportamiento general del público como “excelente”.

“Por lo que hemos hablado con el personal del cementerio el comportamiento de la gente ha sido excelente. No hemos tenido un solo inconveniente con nadie”, manifestó.

Fajardo tiene dos cementerios: uno ubicado en la Calle Igualdad y el otro en el barrio Florencio. “Ambos cuentan con personal y equipo de protección para atender a los visitantes de manera segura y prevenir el contagio del COVID-19”, dijo el ejecutivo municipal.

Según especificó el alcalde, los cementerios recibirán público en un horario de 8:00 a.m. hasta las 2:00 p.m.

La semana pasada la gobernadora anunció que el Departamento de Salud había establecido un protocolo de seguridad para las visitas a los cementerios, a raíz de la emergencia por el COVID-19 en la isla.

“Previo a este domingo, Día de las Madres, hemos tomado en consideración que muchas personas acuden al camposanto a visitar la morada de sus progenitoras. A raíz de esto, hemos tomado medidas para asegurarnos que puedan rendir respeto a su ser querido, en cumplimiento con la Orden Ejecutiva 2020-038. Las visitas a los cementerios serán reguladas por un protocolo uniforme, con el fin de que se cumplan las medidas de seguridad que hemos establecido para evitar la propagación del COVID-19”, aseguró Vázquez Garced en decaraciones escritas.

Como parte del protocolo, diseñado por la Secretaría Auxiliar de Salud Ambiental, Laboratorio de Salud Pública y Bioseguridad del Departamento de Salud, los administradores de los cementerios deberán velar por la salud y seguridad de todos los ciudadanos que los visiten, así como los trabajadores.

Como requisito obligatorio, toda persona que visite un cementerio, deberá hacer uso de mascarillas. Del mismo modo, se deberá garantizar las medidas una distancia de seis pies entre cada persona; sin embargo, no se requerirá el distanciamiento social de seis pies entre familiares que vivan bajo el mismo techo.

El protocolo establece que el tiempo de visita a los panteones, fosas, nichos y/o columbarios será entre 15 a 30 minutos máximo, por familia. Del mismo modo, los administradores de los cementerios deberán asegurar que se toman las medidas de control de acceso a sus predios, para garantizar que no se propicie la aglomeración de personas y el flujo de visitantes sea continuo.

Como parte del protocolo, el cementerio deberá tener servicios sanitarios en óptimas condiciones, facilitando agua y jabón, con el fin de asegurarse de que cualquier visitante o empleado pueda lavarse las manos adecuadamente, según las recomendaciones establecidas para evitar la propagación del COVID-19.