El director ejecutivo de la Red Sísmica de Puerto Rico, Dr. Víctor Huérfano, llamó a los residentes a mantener la calma en momentos en que se sintió un temblor de magnitud 4.6 al noroeste de la isla municipio Vieques.

Esta zona, que es lo que se conoce como el “basin” (o cuenca) de las Islas Vírgenes no es una zona extraña para temblores, de hecho, es una zona que ya está siendo observada como lo que es una zona sísmica también junto con el Pasaje de la Mirada, que es un cañon que tiene características un tanto parecidas al Cañon de la Mona, que está aquí, al oeste de Puerto Rico”, explicó Huérfano a Primera Hora.

El director de la red explicó que dicha cuenca donde se dio el temblor “bastante apreciable” ha presentado actividad sísmica tanto en el pasado como en el presente, pero puntualizó que eventos de 4.0 o más en magnitud “no son tan a menudos, pero tampoco son algo que nos sorprenda demasiado”.

Para la población, tenemos que estar, como siempre lo hemos dicho, tener nuestros planes de contingencia y que hagan la mochila de emergencia”, dijo el científico.

Si viven en un área que pueda ser impactado por un tsunami, deben tener las medidas de precaución, tener el mapa de desalojo, saber muy bien qué acción van a tomar en caso de ser necesario”, añadió mientras enfatizó que no hay aviso o vigilancia de maremoto para el país ni las islas vecinas.

Por otro lado, al este medio preguntar cómo los residentes deberían atender el estrés postraumático luego de los temblores que ocurrieron en el sureste del país en enero de 2020, Huérfano llamó a todos los ciudadanos a se unan como comunidad y sean partícipe de eventos como el ShakeOut, que se celebra cada 21 de octubre para recordar sobre la importancia de saber tomar decisiones inmediatas en medio de una actividad telúrica alrededor del mundo.

Cuando la tierra empieza a temblar, eso no se avisa, hoy fue un buen ejemplo porque ocurrió en medio de la gente trabajando en sus labores”, expresó Huérfano, quien había salido de una actividad cultural de Ponce, donde miembros de la comunidad sureña se organizaron para empoderarse en caso de enfrentar otro terremoto.