En una escuela vocacional del Departamento de Educación se vive un ambiente laboral tan hostil que nueve maestros, una trabajadora social y una facilitadora de educación especial solicitaron órdenes de acecho contra la directora.

La directora, por su parte, pidió una orden de acecho contra dos oficinistas.

Una estudiante de 17 años y su madre radicaron una denuncia criminal de agresión contra la directora, y un tribunal determinó causa para juicio, que está señalado para el 5 de junio.

¿Dónde se vive semejante locura? En la escuela vocacional Petra Zenón Fabery, de Trujillo Alto.

A pesar del largo historial de conflictos que se le atribuye a la directora, el Departamento de Educación, a juicio de muchos, ha mantenido una inercia tal, arrastrando los pies, al punto que no ha fue hasta ayer, cuando por primera vez se toma una acción proactiva.

El secretario de Educación, Edward Moreno, suspendió sumariamente a Norca Albino Collazo, hasta que se ventile el proceso judicial y una querella institucional radicada por la estudiante Karla Cruz y su madre Yaritza Castro.

“Estábamos primero frente a la oficina. Ella nos dijo que nos teníamos que ir. Cuando yo intento ir donde mis demás compañeros, ella coge y me empuja con una patineta”.

“Es que ella es mala persona”, llora. “Es que ella trata mal a las personas. Una vez me dijo campesina. A los negros los trata mal. No es con una sola persona. Ella a todo el mundo le tiene que decir algo”, relató Karla.

Su madre agregó que acudió al cuartel y pidió una patrulla para la escuela porque “sabía cómo es ella”.

“Hubo una vista el 4 de mayo y la jueza Marina Suria encontró causa y se pasa a juicio el 5 de junio”, dijo.

“Nosotros estamos esperando que pase lo peor para que entonces tomen cartas en el asunto. Para mí, está cogida de un brazo tan y tan alto que es intocable. Por menos de eso, han sacado gente”, dijo.

Una situación bizarra

El 14 de septiembre de 2011, un tribunal expidió las órdenes de protección solicitada por los empleados querellantes y también las solicitadas por la directora, pero todos en el mismo sitio. O sea, hay órdenes de alejamientos para y contra todo el mundo, lo que constituye una locura.

El tribunal le ordenó al Departamento de Educación nombrar un mediador para “canalizar la comunicación verbal y escrita”, que no existe, para que las partes no tengan contacto en la misma escuela. Ya van por el tercer mediador, sugiriéndose que éstos no resisten la presión.

Los maestros entrevistados por Primera Hora expusieron que han vivido un calvario a consecuencias de la persecución y el acecho de que han sido objetos.

Indicaron que muchos han tenido que buscar ayuda psicológica. Entre las pesadillas vividas, relataron el acoso y la insistencia en eliminarles sus clases, como educación física, que son requeridas por ley.

Les ha sacudido, alegan, documentos en la cara. Los ha llamado brutos. Les ha gritado. Se les ha metido en los salones gritándoles e inclusive, según indicó una maestra, la encerró en el salón.

La mayor frustración , indicaron, es que han sometido documentación al Secretario sobre el historial de la directora desde el 2004, cuando provocó un motín al llamar a la Policía para que manejara la protesta de unos estudiantes.

Le documentaron los problemas que desató en dos escuelas de Caguas, donde los maestros pidieron su destitución.

El director regional de San Juan, Eleuterio Álamo, dijo a este diario que “esos casos fueron referidos a la División legal y que las querellas fueron cerradas por no encontrar fundamentos. Otras continúan abiertas”, dijo.

Álamo restó importancia a las querellas de acosó, porque “son 40 maestros en total y sólo nueve se han querellado”.