Una familia de médicos y salubristas convirtió dos salones de la antigua escuela Ramón Emeterio Betances del barrio Guaraguao, sector Santas Pascuas en Ponce, en un dispensario comunitario bautizado con el nombre del fenecido exsecretario de Salud, doctor Johnny Rullán.

Desde allí, y a partir del primer sábado de octubre, ofrecerán servicios de salud gratuitos, tales como medicina de familia, ginecología, pediatría, audiología, entre otros, a cientos de residentes en los sectores Portugués, Santas Pascuas, La Loma y Guaraguao, a quienes se les dificulta transportarse hacia los cascos urbanos de Ponce y Adjuntas para recibir atención médica.

“Aquí había un dispensario, pero eso hace 20 años que está cerrado. Nosotros aspirábamos a que fuera allí, pero, por problemas de logística no se pudo. Será inicialmente en esta escuela; había que empezar en dos salones que ahora se convirtieron en sala de espera y otro para examen. Esos servicios serán los sábados porque aspiramos a crecer para establecer una clínica permanente con todos los servicios”, explicó el doctor Ramón Rodríguez Ramos, líder del Consejo Comunitario de Portugués.

Según el médico de familia, este grupo es integrado por su hijo, el doctor Ramón Rodríguez, su hija Mariela Rodríguez que es audióloga, su hermano Juan Rodríguez Ramos quien es pediatra y su esposa Virgen Rodríguez, una enfermera que donará su tiempo a la comunidad.

“La carreta no se va a mover sola, porque el propósito real, que es una idea que hemos ido madurando en Puerto Rico, es que las comunidades tomen los servicios de salud en sus manos, sobre todo, en el área preventiva. Aquí tendremos mucha educación en prevención, en salud. Aquí vamos a dar charlas de naturalismo, medicina holística, convencional, entre otras, y cómo bregar con el dengue, la pandemia, y esta comunidad está prácticamente vacunada”, manifestó.

De otra parte, señaló que la iniciativa es apoyada por la organización VAMOS Puerto Rico, con la cual se han trabajado otros aspectos y necesidades de estos sectores a donde casi un centenar de familias se abastece con agua del río.

“La comunidad nuestra de Portugués ha resuelto hasta problemas siquiátricos. Censamos la comunidad y descubrimos un problema que ni siquiera me imaginaba, por ejemplo, de 200 familias, 90 usan agua del río. En pleno siglo 21, en la guardarraya de Ponce, tú tienes 90 familias usando agua del río. Cuando subes puedes ver los tubos de dos pulgadas que eso se rompe a cada rato”, lamentó.

“Aquí hay acueducto, pero no tiene la capacidad para servirle a mucha gente. Aquí la gente es bien humilde y no tienen $1,000 para conectarse y pagar agua. Tienen que usar el agua del río. Nosotros estamos trabajando con el problema de electricidad, hicimos un contrato con Barrio Eléctrico que es un proyecto sin fines de lucro para paulatinamente, poner placas solares a toda la comunidad”, agregó sobre el proyecto educativo.

Por su parte, el alcalde de Ponce, Luis Manuel Irizarry Pabón, reconoció el esfuerzo impulsado por estas comunidades quienes aportan al bienestar y calidad de vida de sus residentes.

“Siempre que los lideres comunitarios estén dispuestos a ofrecer y a dar de sí a las comunidades, ese voluntariado es bien importante. No es solo el gobierno, sino que los líderes también se unan y aporten al bienestar y calidad humana de las comunidades. Esto es bienvenido en el municipio de Ponce, este proyecto va a ser respaldado y va a tener mi apoyo siempre y todas las comunidades, eso es lo que estamos haciendo”, dijo el ejecutivo municipal quien es médico internista de profesión.

El evento inaugural fue dedicado a la familia de Rullán, a través de una iniciativa que pretende honrar el legado de este servidor público que murió en noviembre de 2019.

Para la viuda del galeno, María Arill, el recibir esta sorpresa de una comunidad fue motivo de “orgullo, reconocimiento merecido y más que nada, que sea por parte de una iniciativa de la comunidad para poder mejorar servicios y ofrecer accesos de salud en una comunidad retirada del centro urbano de Ponce”.