Don Chu: rodeado por su quinta generación
Es el típico puertorriqueño que en la década de los 40.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 14 años.
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Añasco. Con el sentido del humor a flor de piel, un conversador, amable y jovial Manuel de Jesús “Chu” Ruiz Cordero celebra agradecido la maravilla de tener a su alrededor a cinco generaciones de su familia, entre éstos a su primer chozno, hijo de una tataranieta.
Cargado de años, hijos, nietos, biznietos y tataranietos, don Chu, de 96 años y vecino del barrio Piñales de Añasco, es el típico puertorriqueño que en la década de los 40 logró levantar a una humilde familia a la que ha tenido el privilegio de verla convertida en mujeres y hombres de bien.
En la larga lista lista de la familia de Don Chu, podemos contar unos 16 hijos, 51 nietos, 84 biznietos, otros 14 tataranietos y ahora para completar su felicidad se añade un chozno que llegó al mundo hace unos cinco meses, de nombre Javier Martínez Guzmán, quien reside con sus padres en la ciudad de Bayamón.
Según narró, se fajó de sol a sol como caminero, en sus tiempos era la persona que ayudaba a hacer los caminos a mano, con pico y otras herramientas que se utilizaban, porque no había la maquinaria con la que contamos actualmente. Durante 35 años realizó ese trabajo en el Gobierno Municipal de Añasco y en el estatal.
“En mis tiempos me gustaba la cerveza, darme mi traguito y hasta el ron cañita, que se sacaba en todos los campos, mascaba tabaco y hasta me fumaba mi cigarrito, pero ya estoy quitado de todo eso, porque quiero llegar a los 100 años a ver cuántos choznos más tengo’’, relata el conversador anciano.
Y como toda persona que lleva cerca de un siglo de vida, don Chu tiene sus secretos para estar y sentirse tan lleno de vida: “El secreto de haber vivido tanto es comer mucho arroz, habichuelas, viandas, bacalao, pero sobre todo andar a pie, porque cuando yo me críe y ayudé a don Luis Muñoz Marín a fundar al Partido Popular Democrático todo se hacía caminando por los callejones, caminos y montes’’, dijo Ruiz.
Don Chu tuvo dos matrimonios, el primero con Francisca Vega, que murió muy joven, y el segundo con María Méndez, con quien compartió por 60 años y quien falleció hace tres años a la edad de 80.
Una de sus hijas, Gloria Ruiz, quien reside frente a su vivienda, dijo que su padre todavía pide ir a la tumba de su esposa y la llora, “porque no ha podido superar su muerte’’.
“’Somos una familia tan grande que nos reunimos en momentos especiales, cuando nuestro padre cumple años a mediados de enero, en Año Nuevo, Nochebuena y Acción de Gracias, entre otras fechas, y siempre la pasamos bien’’, dijo “Glory”, como la conocen cariñosamente.
Indicó que su artista favorita sigue siendo Iris Chacón, porque le gustaba cómo movía “el trasero” y se sentaba frente a la televisión para observarla de arriba a bajo.
“Nuestro padre baila bolero, merengue, es salsero y baila hasta reguetón, porque siempre está de buen humor y tiene, como se dice, la música por dentro’’, sostuvo Glory.
La familia de don Chu esta repartida en la zona metropolitana, así como en pueblos más cercanos como Mayagüez, Cabo Rojo, Aguada, Rincón y Añasco. Muchos se encuentran también en distintas ciudades de Estados Unidos.
Para tomarse uno que otro descansito, a don Chu no le puede faltar su hamaca en la marquesina de su residencia y en un anexo en la parte posterior en el que todavía hay un fogón donde su familia le cocina con leña, para hacerlo recordar aquellos tiempos en que no había estufa eléctrica o de gas fluido.
Una de sus hijas mayores Andrea Idalys, de 73 años, expresó que es un orgullo tener un padre como don Chu y cada vez que pueden se llaman por teléfono y hacen unos “fiestones’’ en los que comen en grande.
“Estamos muy contentos, porque estas cosas muy pocas veces se ven, porque muchos se nos van a temprana edad, pero nuestro padre lo hemos disfrutado y esperamos tenerlo junto a nosotros muchos años más”, expresó Andrea.
Durante una reunión familiar reciente, el menú fue arroz con gandules, pollo en fricasé y guineítos en escabeche y, para completar, un sancocho.
Y la conversación llegó por donde le gusta a don Chu, quien se siente orgulloso de ser un popular de clavo pasao.
Aunque entre esa extensa familia hay simpatizantes de todos los partidos políticos, don Chu no pierde tiempo para recordar que es el único sobreviviente de los ocho residentes de Añasco que ayudaron a fundar el Partido Popular Democrático con Luis Muñoz Marín, en los tiempos en que fue electo alcalde de esa población Alcides Figueroa.
Para don Chu, luego de Muñoz Marín, el otro líder del PPD que arrancó su admiración y respeto fue el ex gobernador Rafael Hernández Colón y ahora, admitió, simpatiza con Alejandro García Padilla, por quien asegura votará en las elecciones de noviembre de 2012, y en Añasco endosará nuevamente al alcalde Jorge Estévez Martínez.
“Cuando muera, que me arropen con la bandera Popular, porque ése fue al partido que yo ayudé a fundar’’, expresó lleno de emoción un orgulloso Manuel de Jesús Ruiz.