El Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) se prepara para enmendar el Reglamento de Pesca en la Isla de manera que se permita el “uso controlado” de chinchorro, una red de pesca que históricamente se remonta a los tiempos bíblicos y el cual es utilizado por cientos de pescadores a pesar de que investigadores de la propia agencia alegaban que esas redes afectaban la vida marina y los arrecifes en las costas.

Daniel Galán, secretario de la agencia reguladora, indicó que luego de nuevas investigaciones realizadas por personal de su agencia y el Programa Sea Grant del recinto de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico, se propone enmendar el Reglamento de Pesca que permitiría el uso de este tipo de redes de pesca, ya que los propios pescadores han demostrado que “saben proteger las costas y los daños son mínimos”.

“Sorprendentemente el estudio realizado por Sea Grant revela que el chinchorro no afecta en forma significativa la pesca ni los arrecifes, de manera que esperamos que se permita a la larga el uso de este con una orden administrativa que me propongo firmar” dijo el funcionario a Prensa Asociada.

Aclaró, sin embargo, que “el tamaño de la maya será regulado” y su uso será durante ciertas temporadas del año como propusieron los propios pescadores en las vistas públicas que se celebraron hace meses.

Personal del DRNA y algunos investigadores del Programa Sea Grant participaron junto a pescadores de la región oeste de una pesca con chinchorros para “ver sobre el terreno” el efecto de esto, señaló el titular de la agencia.

Durante la pasada cuaresma, la Asociación de Pescadores —que agrupa a obreros del mar de los pueblos de Aguada, Rincón, Aguadilla, Isabela, así como otras organizaciones de la Parguera en Lajas y Guánica— solicitaron con éxito un permiso especial que permitió la pesca en esa época con ese método.

Galán mantenía vigente dicho permiso mientras se efectuaba un estudio que ayudara a tomar una determinación final sobre el uso de este tipo de redes que se alegaba que afectaba los corales y otros organismos marinos.

El funcionario no descartó que se apruebe, mediante órdenes administrativas, otras enmiendas al Reglamento de Pesca para “liberalizar” la captura de algunas especies cuya pesca está controlada.