Los que tienen o han tenido  la oportunidad  de desarrollarse bajo el manto amoroso y protector  de los abuelos y abuelas saben que es una relación   única,  en la que se recibe un amor especial, relajado, aderezado  con el sabor de la experiencia, valores  y  enseñanzas que se recordarán toda una vida.

Se piensa en los abuelos como estos únicos alcahuetas, lo que es cierto que complacen cada uno de nuestros deseos, pero su aportación es más profunda y muy ligada al desarrollo emocional.

“El papel de los abuelo, se da desde varios ángulos. Esa relación de abuelo y abuela en el desarrollo de los niños representa un esquema de estabilidad, un ejemplo. Hay veces que ni los mismos padres la  tienen, dijo el sicólogo Carlos Andújar.

Andújar hizo referencia a esa pareja de abuelos que se han mantenido unidos como modelos de estabilidad para niños y niñas, cuyos padres se han divorciado.

Pero esa percepción de estabilidad  y de enseñanza de valores la transmiten los abuelos, divorciados o no.

“Cuando son abuelo y abuela, esa base también trae la percepción de estabilidad, una serie de valores que son propio de la generación y que muchas veces son valores universales, que  sirven de reforzadores”, apuntó.

¿Qué valores, le preguntamos?

Muchos que se relacionan con la convivencia, la honestidad.  De la misma manera que  tenemos anti valores, cuando tienes dos generaciones reforzando lo mismo, son dos generaciones repitiendo la misma información y modelando.

Ya los abuelos, indicó, por ser aquellos que criaron a los hijos, tienden a ser más flexibles que  los mismos padres, que  tienen la responsabilidad directa de compensar y castigar.  Los niños, agregó,  se sienten más relajados ante esta relación, que  con los mismos padres que tienen esa función primaria.

“Hay abuelos que tratan de compensar sicológicamente lo que no hicieron como padres, que   no fueron tan afectivos y es un mecanismo de compensación”, acotó.

¿Cómo afecta la pérdida, cuando ha habido esa relación estrecha?

Cuando se da esa relación, que hay mucha interacción entre nieto y abuelo, esa pérdida es muy sentida  por los niños. Como los abuelos han tenido un rol protagónico en la crianza, tiende a impactar a los niños.