“Esta es la imagen religiosa más valiosa de Puerto Rico y las más antigua. Materialmente, el valor de esto es incalculable”.

Cuenta la tradición, que la imagen en madera de El Cristo de los Ponce fue avistada en una caja flotando en el agua por la hija del primer gobernador de Puerto Rico, Juan Ponce de León.

La joven Leonor la vio allá para el año 1528.

Hoy, la talla en madera, es exhibida en el Museo de Historia y Arte de Carolina, convirtiéndose en la pieza más valiosa que el visitante puede apreciar.

La pieza es conocida como el Cristo de los Ponce, “porque perteneció a la familia de Juan Ponce de León, cuando fue gobernador en Puerto Rico. Fue un obsequio que los reyes de España, en ese momento (el Rey Fernando el Católico), le hicieran a la familia”, ilustró Grace Ríos, coordinadora de Turismo y Distrito Cultural en Carolina.

Pero, antes de que llegara al museo, la talla estuvo en abandona por casi 140 años, confinada a un sótano contiguo a la Iglesia San Fernando Rey de la “Tierra de Gigantes”, siendo descubierta por el actual párroco, el padre Efraín Rodríguez, quien llegó allí en el 2012.

La imagen solo se utilizaba en Semana Santa, así que cuando el religioso entró al sótano de la parroquia a buscarla para la procesión del Viernes Santo, la encontró llena de hongo.

El sacerdote preguntó a quien lo acompañaba si sabía algo de esa imagen, recibiendo como respuesta que “era un Cristo”. El religioso le ripostó: “No, no, no; es que este es el Cristo de los Ponce, que es distinto”, recuerda el también vicario de Cultura de la Arquidiócesis de San Juan, quien se indignó cuando vio la talla en tal estado. 

Dice que reconoció la pieza cuando observó que tenía el pelo al lado derecho del rostro; y la forma de la herida en el costado, en el lado derecho, cuidadosamente marcada. En ese momento, supo que se trataba de la “pieza tallada a mano en Sevilla, en el 1500”.

Otra de sus características es que a los brazos “le sacas unas cuñas” y los puedes enderezar y poner al Cristo crucificado en la pared. 

“Si le quitas las cuñas puede ser colocado en una urna como está ahora”. 

Tras el descubrimiento, la obra fue colocada en la iglesia en Carolina, que también es un monumento histórico.

 Para su documentación oficial, el religioso contactó al fenecido historiador, el doctor Arturo Dávila.

“Efraín, tú tienes en Carolina al Cristo de los Ponce”, fueron las palabras de Dávila.

El sacerdote reconoce que esta imagen religiosa es la “más valiosa de Puerto Rico y las más antigua”. 

Pero antes de que esta reliquia llegara a Carolina, estuvo varios años en la Iglesia San José en el Viejo San Juan (antiguo Convento de los Dominicos).

Sin embargo, Rodríguez reconoce que los religiosos anteriores desconocían la importancia de la talla -quizás porque rompieron la tradición de informar sobre su valor- ya que fue cedida a Carolina en el 1871, para ser usada en las procesiones de Viernes Santo.

Confiesa que la historia de cómo llegó la imagen inicialmente al Convento de los Dominicos en el Viejo San Juan, es un poco “nebulosa” y se desconoce por qué los sacerdotes decidieron deshacerse de ella.

Pero en Carolina también se recibió “ignorantemente”.

Ahora la historia es distinta.

Hace tres semanas se renovó el contrato con el municipio de Carolina para que el Cristo de los Ponce permanezca en el museo por otros tres años.

Luego regresará a una capilla que le están preparando en la Parroquia.

La directora del Departamento de Desarrollo Turístico y Cultural, Michelle Gil Cabral, exhortó a la ciudadanía a ver de cerca este Cristo, frente al cual numerosas personas elevaron plegarias cientos de años atrás.

Informó que el horario de visita para el Sábado Santo es de 9:00 de la mañana a 5:00 de la tarde, y el Domingo de Resurrección, desde el mediodía a 5:00 de la tarde.