Río Grande. Las madres de Albert Parrilla Rosario y Edward Caraballo Alvira están convencidas de que la partida tan inesperada y pronta de los muchachos de tan solo 16 y 17 años, respectivamente, tiene un propósito más grande que aún ni ellas mismas saben.

Pero es prácticamente la única forma que tienen de explicar que a dos adolescentes tan buenos les hayan arrebatado la vida en un segundo cuando cruzaban un semáforo en carro y los chocaran, víctimas inocentes de una larga secuencia de hechos terribles.

“Lo único que puedo hacer es aceptar la voluntad de Dios y entender que él me lo prestó y yo se lo devolví. Con dolor, pero tengo que entender que Dios tiene su propósito”, dijo Carmen Rosario, madre de Albert, en entrevista mientras velaban los cuerpos de los dos chicos en la funeraria Frankie Memorial.

“Le pido a Él que me dé fuerza, a papito Dios... y sé que así va a ser, porque se me fue uno, pero me llegaron 14”, agregó la mujer en referencia a los amigos de su hijo que le han dado una gran cantidad de amor en medio de la tragedia que viven.

Asimismo, relató que al menos dos personas se le han acercado para decirle que Albert, cuya pasión era el baloncesto, tuvo actos de caridad, como ayudar a una maestra que se encontraba enferma y a una chica en un problema.

Mientras, Nydia Caraballo –entre el orgullo y la tristeza– explicaba que le parecía sorprendente que su hijo a los 17 años tuviese más amistades que ella a sus 41.

“Ellos eran ejemplares y la humanidad que tenían por dentro... eran sencillos. El nene de ella iba a mi casa, me pedía la bendición igual que el mío a ella”, expresó Caraballo abrazada a Rosario.

“Edward era un payaso. Las pocas veces que me molestaba con él, a los cinco minutos me pasaba por el lado, me daba un beso y me decía ‘te amo’ o ‘bruja’. Él era así. Nunca estuvo triste ni de mal humor, no era persona de hacerle daño a nadie”, agregó sin poder evitar las lágrimas.

“A todo el que él conocía le decía ‘tienes un hermano aquí. Cuentas conmigo para lo que tú quieras’... Yo estoy destrozada”, expresó.

En la funeraria no cesaba la entrada de jóvenes que no paraban de hacer anécdotas y recordar las travesuras de sus amigos en canchas de baloncesto, en la escuela o en el vecindario. Pero una vez se paraban frente a los restos, la mayoría se quebraba de dolor.

Edward estaba por terminar su grado en mecánica marítima y también estaba por tomar un curso más avanzado de arbitraje, que es a lo que se dedica desde el 1992 su abuelo William Agosto.

“Me acompañaba a los juegos de baloncesto y voleibol y me decía: ‘Abuelo, enséñame’, desde pequeño. Pero además sabía de refrigeración, de motores, qué no hacía”, contó Agosto.

Llamado al gobierno

Rosario hizo una pausa en su duelo para hacer un llamado al Gobierno de que tome como prioridad desarrollar actividades para los jóvenes adolescentes que los mantengan ocupados y lejos de cosas dañinas.

“El Gobierno no tiene nada para los adolescentes en las comunidades”, criticó la mujer, que trabaja en el CDT de Canóvanas y tenía que turnarse con otras madres para llevar a los muchachos a diferentes juegos y que se pudieran entretener de manera sana.

La cancha de baloncesto donde jugaban en meses recientes estaba acabada de construir luego de muchos pedidos, pero hace falta más lugares de reunión, señaló la madre.

Mientras, el padrastro de Edward, Daniel Reyes, insistió en pedir a los legisladores de los tres partidos políticos que revisen la Ley de Tránsito y se aumenten las penas, en especial cuando se trata de choques en que los responsables se dan a la fuga.

Reyes dijo que era necesario tener disuasivos porque ya había demasiadas víctimas inocentes en las carreteras. Recordó las seis víctimas fatales, incluyendo varios menores frente a la comunidad de El Prado, o la corredora Mayra Elías, cuya pasión por participar en maratones quedó tronchada.

Los restos de Edward serían cremados esta semana. El cuerpo de Albert sería enterrado hoy a eso del mediodía en el cementerio de Río Grande.

Preliminarmente se ha dicho que los chocó Dix Román Quiñones tras enterarse de que su mamá y su hermano habían sido asesinados en un incidente de violencia doméstica y que iba acompañada de varias personas. La Policía investiga.