¿Dog-burger? ¿Cuadri-dog? ¿Tiny Hot Dogs? ¿Doggies?

El archifamoso perro caliente, que tantos hemos degustado en la calle y en casa, podría cambiar de nombre y, peor aún, de forma, ante el reclamo de la Academia de Pediatría, que sostiene que éstos son un peligro de ahogamiento para los niños.

Pero, ¿se imagina un hot dog con otra forma que no sea esa alargada que lo hace ideal para comerse en la calle con todos los powers? Es decir, con cebollitas salteadas, repollo, carne molida, kétchup, mostaza y, obviamente, no pueden faltar las crujientes papitas saladas.

Pues, existe esa posibilidad.

Desde la década de 1800, el famoso embutido de carne ha mantenido su forma alargada. De hecho, es esa forma conveniente todavía una de las principales razones para que siga siendo una de las comidas preferidas por grandes y chicos.

Los hot dogs ofrecen un rico sabor y una preparación fácil como ninguna otra comida.

Puerto Rico no es la excepción. En los carritos de comida ambulante sigue siendo el más pedido y el que primero se agota por su sabor y porque sigue siendo el más económico. Por eso, los vendedores no creen que una nueva forma o tamaño afecte sus ventas, siempre y cuando su sabor siga siendo el mismo.

De hecho, ven casi imposible que se logre un cambio en su forma, no sólo por la oposición de la gente sino también ante la resistencia que seguramente presentarán las grandes manufactureras del producto.

“Después que tenga la cebollita, el repollo y las cositas que a la gente le gusta.. yo me lo como, como sea, cuadrado, redondo. Para mí, no va a afectar para nada las ventas”, indicó Wanda García, vendedora de perros calientes hace 15 años.

A diario, vende unos 40 hot dogs y ya al mediodía se le han agotado. “Después que sea un embutido y el mismo sabor, no creo que las ventas bajen”, señaló la mujer que tiene el puesto cerca del Departamento de Educación.

Eso sí, reconoció que pueden ser un peligro para los niños. De ahí, que cuando su hijo era más pequeño, siempre se lo picó. “Yo al mío duré bastante picándoselo... Ahora ya está grandecito, pero antes yo tenía siempre el miedo y se lo picaba en cuadritos”, recordó.

Román Álvarez, quien tiene su puesto frente a la Escuela Libre de Música, en Hato Rey, puso en duda una transformación en el producto y también le restó importancia al efecto que pueda tener. “¿Usted cree que la Oscar Mayer va a cambiar? Eso envuelve cambiar la maquinaria y el que hace el pan también... eso conlleva una inversión de miles y miles de pesos”, comentó.

“La forma que venga el hot dog no tiene que ver nada con el sabor. Los niños se pueden ahogar hasta con un bombón”, señaló.

Irma Caldero, madre de una adolescente, también se opuso. “No se le debe cambiar ni la forma, ni la fórmula. Es que si le cambian el nombre, cómo se va a llamar? ¿Cuadri hot dog? o ¿boli hot dog?”, sostuvo mientras estaba en el carrito de Álvarez.

Dijo que a su hija, en particular, le fascinan los hot dogs. “A los muchachos les encantan. Yo se los hago o hasta ella misma se los prepara con pan”, dijo la residente de Corozal.

Peligroso

El doctor Juan Arroyo Rosas, presidente de la Sociedad Puertorriqueña de Pediatría, reconoció que el hot dog es una de las principales formas de ahogamiento en niños a nivel local.

Sin embargo, al igual que ocurre con otros objetos que pueden ser igual de peligrosos, la solución no está en cambiarle la forma al embutido, sino en educar a los padres sobre cómo éste debe servirse.

“Tendríamos que eliminar muchas cosas en el ambiente, así que lo mejor es la educación de cómo tener un hogar seguro... No quiere decir que los vayamos a meter en una burbuja, lo que hay es que buscar la forma de prevenir”, señaló al destacar la necesidad de conocer las técnicas de resucitación, “que es más importante que cambiar el hot dog”.

Éste no pudo ofrecer la cantidad de casos que se reportan anualmente, pues no se llevan estadísticas oficiales. En Estados Unidos, al año mueren 77 menores por ahogamientos con el embutido.

El galeno explicó que el perro caliente picado en rebanadas tiene el mismo tamaño de la entrada de la tráquea, de ahí su peligrosidad. “Es exactamente como una tapita para el área de la tráquea. Por eso es que se dan casos fatales, porque evita que pase el aire”, detalló.

De hecho, se dice que si se tratara de diseñar el bloqueo perfecto de la tráquea, éste tendría la forma de un perro caliente. Su recomendación, dijo, es que la salchicha sea rebanada en forma de cruz para que pueda pasar el aire de ocurrir un ahogamiento.

Además del rediseño, la Academia está solicitando que se incluya en las etiquetas una advertencia sobre sus peligros, a lo que las empresas parecen no tener reparos.

El pediatra recomendó que medidas de precaución similares deben tomarse con otros objetos peligrosos, como las monedas, los enchufes eléctricos y las estufas.