Un día después del entierro de sus dos hijos menores Génesis y Anthony –quienes junto a otros cuatro parientes murieron víctimas del trágico accidente ocurrido frente al residencial El Prado, en Río Piedras–, Rafael Saldaña tuvo inquietud de amilanar el coraje que sentía y revertirlo hacia algo positivo. Era eso o canalizar su pena en un mundo de locura.

Fue entonces que nació el Reto de valientes, una iniciativa con la que pretende que los ciudadanos se comprometan a crear propuestas para recuperar el país de las garras de la criminalidad.

“Esa tarde estaba en comunión con Dios y pensé: ‘Mis nenes están contigo, a ellos nada les va a faltar. Pero no quiero que sigamos viviendo así. Estas calles, estos barrios, estos residenciales, este país es nuestro, no es de los criminales’. Entonces, fue que cogí ese coraje que siento y lo convertí en una acción positiva. Y lo hago porque yo sé que somos más los valientes... Ellos (delincuentes) son los cobardes”, expresó el hombre que dio el primer paso de su proyecto social abriendo una página en Facebook bajo el nombre Valientespr.

Hoy –a cuatro días de establecer la cuenta en la red social– ya cuenta con cerca de 500 seguidores.

Rafael explicó que utilizó de inspiración para su plan la película Courageous (2011), un filme de corte religioso en el que cinco policías deciden convocar a los residentes de su pueblo para que firmen una resolución en la que se comprometen a asumir la responsabilidad de sus acciones siendo modelos en su hogar, trabajos y comunidad. En la película, tal como sucede en estos momentos con Rafael, uno de los oficiales pierde a su hija en un accidente automovilístico. Precisamente, en esta escena comienza la trama.

Hubo otra razón para iniciar el movimiento: los rostros de tristeza que reflejaron los compañeros de clase de Génesis y Anthony el día que los sepultaron.

“No solo lo hago por mis hijos, lo hago también por ellos... No puedo olvidar sus caritas tristes el día que pasamos con los féretros por la escuela... Ver que hasta guardia de honor les hicieron a mis niños. No, estos niños no debieron morir, esto hay que pararlo ya. Tenemos que ser valientes y hay que enfrentar a estos cobardes. No podemos seguir permitiendo que evolucione el egoísmo, el abuso infantil, las drogas, la criminalidad”, dijo lloroso.

Fue en este instante de la conversación que Rafael habló directamente de Jonathan Soto Bonilla, alias “787”, y Josué Vázquez Feliciano, apodado “J.E.”, quienes fueron detenidos en los pasados días como sospechosos de la muerte de sus hijos y las otras víctimas.

“Ellos son un ejemplo de cobardía... provocaron ese accidente y huyeron... el mismo 787, el asesino de mis hijos y de toda su familia, se va y, cuando lo arrestan, pone a una niña de cinco años de escudo. Dime tú si a eso no se le debe llamar cobarde”, expresó quien, a pesar de mostrarse fortalecido, a veces se siente desvanecer.

“Esto no es fácil. Me veo fuerte, pero es en la intimidad que uno dice ‘wow, no lo puedo creer’. Yo llego a mi casa y me pongo triste. Veo la ropita de ellos en el clóset, su camisitas, los tenis del nene. Los juguetes de Reyes están en casa. No me atrevo botarlos. No me atrevo salir de ellos porque siento que mis hijos están todavía jugando con ellos”, dijo desconsolado.

De hecho, tiene planificado celebrar el nacimiento de Anthony el 28 de febrero en el cementerio. “Le llevaré globos, a hablar con él, a cantarle Happy Birthday y a decirle todo lo que lo amo y estoy haciendo por ellos”, expresó.

De otro lado, como parte del Reto de valientes, Rafael incluirá los testimonios de varias personas que, aun cuando han vivido vicisitudes, han sido valientes y enfrentado su realidad con optimismo y buenas acciones, tal como lo está haciendo él.

Entre ellos se destaca Alexavier Velázquez, un amigo de infancia de Rafael que fue abandonado por sus padres y se crío en un ambiente donde abundaba la droga.

“A pesar de las dificultades que tuvo, fue valiente y decidió tener una vida ejemplar. Es chef, terapeuta físico y va a la iglesia”, dijo.

Otro de los escogidos es un joven de 17 años que conoció en el funeral de sus niños.

“Ese muchacho –que se llama Jeriel Santiago– no me conoce y llegó al velorio, se me acercó y me dijo: ‘No te conozco, pero te apoyo’. Estuvo al lado mío todo el tiempo. Desde entonces, hemos mantenido comunicación. Ese nene es otro ejemplo de lo valiente y ejemplar que debemos ser ante los demás”, agregó.

Rafael dijo que le gustaría que otras organizaciones educativas y comunitarias se unieran a su gestión. De hecho, tentativamente tiene organizado para el domingo, 3 de marzo una convocatoria de pueblo para que las personas que quieran hacer un compromiso de cambio se unan al grupo.