Detrás de los rostros que alimentan a miles de personas a través del Comedor de la Kennedy, están las historias de aquellos que vivieron en carne propia el no tener con qué alimentar a los suyos o que conocen de cerca el sufrimiento de algunas poblaciones que no cuentan con recursos para asegurar el pan de cada día.

Por eso, se esmeran en confeccionar una labor voluntaria que a diario les permite llegar a muchos seres humanos a través de un plato de comida caliente, y, que se ha expandido en los pasados meses con el proyecto Somos Puerto Rico, de GFR Media, que llegó ayer, viernes, a Culebra.

Allí compartieron con decenas de culebrenses que acudieron a la cancha Juan de la Cruz, a donde repartieron almuerzos y una pequeña compra para ayudar a paliar el hambre, mientras disfrutaban de un evento que incluyó servicios de salud, feria de artesanías, entrega de plantas, degustación de café, música y juegos para toda la familia.

De esa manera, Luz Mercado Laboy, Sulyn Pérez Claudio, Joe Real y Claudia Ortiz, se unieron a la obra capitaneada por el chef Iván Clemente, quien destacó que la inseguridad alimentaria que experimentan residentes de esta isla municipio es mayor que en otros pueblos, pues “la comida es más cara y escasa”.

“Aquí hay mucha inseguridad alimentaria, o sea, comen hoy pero no saben qué van a comer mañana o comen ahora y no saben si van a comer por la noche. Aquí se da mucho más porque los productos para llegar a la isla es complicado”, lamentó Clemente.

“Fui a comprarle desayuno a los muchachos, le pedí un galón de leche y me dijeron: ‘No se puede vender porque este producto que es leche, no tengo seguro si llega de aquí a dos semanas y eso se llama inseguridad alimentaria. Hay que entender sus circunstancias y la vida para ellos es muy complicada”, destacó.

Asimismo, el fundador del Comedor de la Kennedy aseguró que la oportunidad de regresar a este paraíso caribeño con el proyecto Somos Puerto Rico, permitió que muchas personas recibieran alimentos y guardar un poco más la comida que tienen en sus alacenas.

Para Mercado Laboy, quien está ligada al comedor desde su fundación hace 13 años, confesó que el proyecto de El Nuevo Día y Primera Hora “es el cumplimiento de un sueño”.

“Nosotros queríamos llevar el servicio a más comunidades y decíamos que queríamos llegar a Vieques y a Culebra y el equipo de Somos ha sido el vehículo para llegar acá a brindarles un poco de esperanza a través de estos alimentos”, esbozó la fémina de 32 años.

De hecho, Mercado pisó tierra culebrense desde muy temprano para ayudar en la confección de alimentos, cuyo menú preparado por el chef Clemente, consistió en arroz guisado con jamonilla, habichuelas con calabaza y ensalada de maíz.

“Llegué al Comedor de la Kennedy desde que empezó, inclusive, me benefició porque soy sobreviviente de violencia doméstica y el que pagaba los pañales de mi hija era el chef cuando nadie me ayudó, él me ayudó. Esta deuda que yo siento, también la siento por los niños y por los ancianos indefensos, porque mi niña estuvo indefensa y alguien la defendió”, recordó la joven madre mientras admiraba a su retoño.

“Gracias al Comedor de la Kennedy, muchos niños han podido salir de muchas crisis y el hecho de que yo sea parte de eso, es un privilegio. Es una enorme satisfacción poder ayudar a través de una labor voluntaria, porque, así como lo hicieron con mi hija y conmigo. La mujer que soy hoy, se lo debo a Dios y al Comedor de la Kennedy”, resaltó.

Por su parte, Pérez Claudio se unió al equipo de alimentación solidaria cuando tenía 15 años.

“Tuve una experiencia en el lugar donde estaba estudiando cuando le negaron la comida a un muchacho de mi edad, porque no tenía identificación. Al verse descubierto, confesó que le prestaron el uniforme porque hacía varios días que no comía. El guardia escolar lo sacó”, relató la asistente de cocina que también es voluntaria del proyecto.

“Eso marcó mi vida de una manera que fui donde el muchacho, le dije que me esperara frente al portón y le llevé leche, una manzana y todo lo que pude sacar del comedor. Era mi almuerzo. Pero entonces, comprendí que hay tantos jóvenes que no cuentan con la alimentación diaria por diversas situaciones y desde entonces estoy aquí”, acotó Pérez de 25 años.

Según el chef Clemente, el Comedor de la Kennedy expandirá sus servicios a otras regiones de la Isla Grande, entre estos, Ponce, Utuado, Arecibo, Mayagüez y Guayama.