Su meta es atraer al Colegio a las nuevas generaciones de abogados porque a su juicio, no se sienten atraídos por el gremio de togados.

“Creo que el Colegio se ha dormido en sus laureles”, dijo Malavé Núñez, un abogado con oficina legal en Cayey con más de 30 años en la práctica del derecho criminal y civil.

De sus cinco hijos, compartió que una es abogada, otra es estudiante de Derecho y uno de los varones “está por estudiar Leyes”.

“Algunos me dicen que estoy loco (con su candidatura a la Presidencia), pero lo veo más como un acto de amor. Nací en Cayey en una familia de escasos recursos y siempre quise ser abogado. Me dediqué a estudiar y mi profesión me ha dado muchísimo”, dijo el letrado, quien se expresó de forma crítica sobre la actual administración del Colegio.

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 “Veo en los nuevos abogados el futuro del País, de nuestra profesión. He visto que hay un desinterés por el Colegio, que en los últimos años no se ha dedicado a orientar a esos nuevos colegiados”, sostuvo Malavé en entrevista con Primera Hora.

Atribuyó la merma en la matrícula a que el Colegio ha disminuido el ofrecimiento de servicios y a que la comunicación del gremio con la membresía “no es efectiva”.

Dijo que el Colegio solo asigna un 9% de su presupuesto para servicios y entiende que la partida debe aumentar a un 12%.

 “El Colegio ya no provee un seguro de vida para los colegiados. Eso ayudaba a las viudas y sus hijos”, dijo para agregar que la institución también ha dejado de proveer servicios a las delegaciones. 

“Se ha convertido en una sede en San Juan”, sostuvo. Dijo también, que los colegiados necesitan servicios de educación jurídica continua.

Sobre la comunicación con los colegiados, dijo que la página de Internet “es obsoleta” y hay que modernizarla. “Los abogados se quejan de que lo único que reciben son esquelas”, indicó.

“Se ha fallado estrepitosamente en la comunicación. No hay comunicación ni con el País ni con los colegiados. Hablo todos los días con abogados en los tribunales y me dicen: '¿Y el Colegio dónde está? No se escucha'”, argumentó el aspirante a asumir las riendas de la institución en la asamblea del 13 al 15 de septiembre próximo en la que se escoge la nueva directiva para los próximos dos años. 

 Según el letrado, “en los últimos dos años el Colegio ha tenido muy poca presencia pública y a mi juicio, tiene que ser más vocal en las cosas que atañen a los abogados y al País”.

Malavé Núñez opinó que el Colegio “no ha sido inclusivo y es visto por muchos abogados como un nicho de la izquierda”, no como un lugar donde puedan converger todas las ideologías. 

“Mi visión es darle pluralismo a la institución. Los que se fueron no van a regresar hasta que vea que es una institución que está despolitizada”, sostuvo Malavé Núñez. 

“Muchos están regresando porque yo estoy aspirando y les estoy dando la seguridad de que el Colegio va a ser pluralista”, indicó y expresó que “en las últimas dos presidencias, la Junta de Gobierno se ha convertido en un sello de goma”.

Sus tres propuestas principales son: despolitizar el Colegio, incrementar la partida de recursos y reducir la contratación profesional. 

Indicó que se propone incrementar la partida de recursos en unos dos millones. Actualmente, más de la mitad del presupuesto, va a la partida de gastos.

“Hay que hacer un Colegio más frugal, que utilice mejor el presupuesto y se enfatice en dar servicios”, expresó.

También dijo que propone bajar los contratos profesionales a un 11 por ciento y los gastos de nómina. 

Además, dijo que propone crear planes de retiro “adecuados” para los empleados que han cumplido 30 años de servicio en la institución. 

“Hay que reasignar labores para reducir la partida de contratos y dar más servicios”, precisó el candidato.

Dijo también que de ser electo nombrará gente de todas las ideas políticas y denominaciones a las comisiones. 

Sobre la fuga de profesionales, apuntó que después del huracán María “ha habido un éxodo mayor”.

Señaló que con el fuetazo del ciclón muchos abogados perdieron sus oficinas y quedaron sin trabajo.

 “El Colegio no tenía un plan de contingencia para bregar con la emergencia. No tenían planta eléctrica y eso lo sufrió, no solo la sede, sino los abogados que no recibían ningún servicio”, dijo el aspirante a la presidencia.

 “El Colegio tiene que tener comunicación con los abogados en cada uno de los distritos senatoriales”, concluyó.