Para los obstetras, médicos a cargo de la salud de la mujer durante el embarazo, el parto y el posparto, es común toparse con casos de mujeres que no llegan a tiempo a recibir los cuidados necesarios para su estado de gestación.

No sólo se registra ahora con embarazadas con estatus migratorio no definido. Ha ocurrido por “años” en Puerto Rico y no se le ha prestado atención, reveló la doctora Annette Pérez Delboy, subespecialista en medicina materno fetal y embarazos de alto riesgo.

De hecho, afirmó que la mayor población de embarazadas que no ha recibido servicios médicos a tiempo son puertorriqueñas de bajos recursos económicos.

“Entiendo que estamos pasando por estos problemas de inmigración. Pero, esto es un problema que no es tan solo de inmigración, es también la gente que no tiene dinero o que no tiene para pagar o que no tiene acceso a servicios públicos. ¿Entiendes lo que quiero decir? Porque esto me pasa con gente que no son inmigrantes. Las de aquí, que ya son de aquí, no están recibiendo servicio”, enfatizó la especialista.

En parte, los problemas que enfrentan las mujeres embarazadas para recibir servicios prenatales desde etapas tempranas de gestación y que fueron mencionados por Pérez Delboy incluyen la falta de acceso a seguros de salud.

“Muchas pacientes han ido a tratar de conseguir el servicio (del plan de salud del gobierno) Vital y les toma muchos meses y llegan con complicaciones”, expresó la directora de Medicina Materno Fetal del Ashford Prenatal.

También criticó que los médicos recetan ciertos medicamentos y los planes médicos los rechazan o que no costeen tratamientos para tratar complicaciones genéticas en un feto y que pudiesen evitar altos costos por servicios de salud cuando haya nacido.

Annette Pérez Delboy es subespecialista en medicina materno fetal y embarazos de alto riesgo.
Annette Pérez Delboy es subespecialista en medicina materno fetal y embarazos de alto riesgo. (Suministrada)

Pero, la doctora también aceptó otra reconocida situación que afecta la salud en general del pueblo: la falta de médicos.

No tenemos tantos obstetras, no tenemos tantos médicos. O sea, en general, son bastantes cosas que nos causan ese problema. Así que no es necesariamente lo que estamos viviendo es algo de ahora, es algo que lleva años y no está solo aquí. Yo estaba en Estados Unidos y es algo que vengo viendo (allá también)”, sostuvo.

Las complicaciones

De paso, Pérez Delboy explicó las complicaciones que se pueden tener por brincarse los pasos preestablecidos en el cuidado prenatal.

En primera instancia, mencionó que los sonogramas del primer trimestre son sumamente importantes, ya que “nos ayuda a definir, número uno, la edad gestacional de ese bebé y cuántas semanas tiene para saber cuál es el tratamiento. Segundo, en ese sonograma, desde el primer trimestre, chequeamos la nuca para síndrome Down, síndromes cromosomales o anomalías que no son compatibles con la vida”.

Explicó que desde este primer trimestre se determinan las medicinas prenatales que se deben de consumir y se alerta de riesgos. Además, se verifica si la mujer tiene infecciones vaginales u otras condiciones preexistentes que perjudiquen el embarazo.

Otro de los peligros que Pérez Delboy mencionó para esta etapa temprana es que la madre y el feto no tengan el mismo tipo de sangre. Esto requeriría una vacuna para evitar el rechazo del bebé.

La doctora comentó que en este primer trimestre las visitas al obstetra son mensuales. Ya para el segundo trimestre se reducen a una cada tres o dos semanas, mientras que cerca del periodo de parto las visitas con semanales.

Dejar de asistir a estas citas, puede ocasionar un “falso prematuro”, bebés nacidos bajo peso y otras complicaciones de salud. También aumenta la probabilidad de muerte, tanto del infante como de la madre.

Explicó que, desde las 20 semanas, cuando se está a mitad del embarazo, el bebé comienza a ganar peso.

“Para alguien que viene tarde en su embarazo (a recibir cuidado médico) o no se sigue, muchas veces no sabemos si (el feto) tiene defectos de crecimiento, si tiene restricción de crecimiento, o si tiene algún problema. Y aquí es donde, mayormente, la mamá empieza, no tan solo a ganar peso, pero recibe más líquido, le puede dar anemia, le puede dar diabetes, le puede dar alta presión, y las condiciones a la madre van aumentando”, explicó.

Dijo que desde esta etapa también inician los dolores de espalda, posibles infecciones de orina y otras complicaciones que deben ser diagnosticadas a tiempo.

Se le comentó a la doctora que la embarazada con estatus migratorio no definido que compartió su historia ayer con Primera Hora aceptó que sufre de depresión ante las incidencias que atraviesa a raíz de las redadas antiinmigratorias. Pero, la especialista señaló que estas condiciones no afectan al feto, a menos de que la madre deje de consumir alimentos o empiece a consumir alcohol.

Pérez Delboy llamó a las embarazadas con estatus migratorios no definido a no sentir temor por acudir a atender su salud.

“Como proveedores médicos, yo estoy segura que se pueden sentir tranquilos en una oficina médica. O sea, en una oficina médica no hay razón para ellos no sentirse tranquilos, ya que nosotros preservamos, nosotros seguimos la ley HIPAA, que es que no vamos a divulgar ninguna información médica o información que nos dé el paciente”, concluyó.

El socorro de las parteras

Primera Hora también indagó sobre si las parteras o doulas podrían asistir a estas mujeres embarazas con estatus migratorio no definido en este proceso en el que temen de asistir a sus médicos.

La presidente de la Asociación de Parteras, Tamara Trinidad González, explicó que las parteras no atienden partos en casa de mujeres que no tengan el cuidado prenatal requerido desde el inicio de la gestación y se corrobore que no sea un peligro para la vida de la mujer y el infante.

No todo el mundo es candidato a parir en el hogar”, afirmó.

Reconoció que entre las inmigrantes hay mucho miedo a salir de la casa. Por ello, dijo que la única manera en la que están colaborando como organización es en orientaciones, acompañamiento o en acudir al hogar a verificar, por ejemplo, los vitales del bebé y de la mamá gestante. Sus números telefónicos están en el directorio de la página cibernética de la organización.

La partera Paloma del Mar Hernández informó que ha recibido múltiples de estas llamadas de ayuda de inmigrantes. Comentó que parte de lo que buscan es ayuda para identificar clínicas o lugares que puedan ser atendidas sin temor a ser deportadas.