Ese friito navideño que tanto gusta en el país puede ser fatal para quien vive en la calle y no tiene con qué cobijarse. Una frisa es un gran regalo para quien tiene por techo el firmamento y por cama un pedazo de cartón.

Consciente de un segmento de la población generalmente excluido, Iniciativa Comunitaria (IC) lanzó, por segundo año consecutivo, una campaña que busca amparar a quienes viven en la calle. Junto con las tiendas Walmart, la organización sin fines de lucro pretende superar la venta de frisas que el año pasado sumó 1,603.

Abriguemos un alma en Navidad es el nombre de la campaña que consiste en la compra de una frisa en cualquiera de las tiendas Walmart. Por $10 se puede comprar el artículo que irá a parar al cuerpo de alguno de los miles de deambulantes que transitan por las calles del país.

“Cuando llegamos a la calle, no tiramos las frisas. Arropamos a la gente y el gesto de arropar nos conecta con la niñez”, expresó el doctor José Vargas Vidot, director ejecutivo de IC.

Según Vargas Vidot, muchos de los que son arropados asumen una posición fetal. “Aun cuando el medio donde se acuestan es hostil, la frisa y la manera de ponerla abre la posibilidad de hacer un poco de caricia”.

La adquisición de la frisa cuyo destinatario es desconocido por el comprador es también un acto de fe, ya que el artículo no se lo lleva el cliente.

“A veces se piensa que en Puerto Rico no hay gente con el corazón preparado para sentir algo por su prójimo y lo que vimos en las tiendas el año pasado fue gente buscando cómo ser solidaria”, aseguró el médico, quien explicó que cada frisa se entrega con una dedicatoria escrita por quien la haya comprado.

De acuerdo con estimados de Vargas Vidot, la población deambulante ha aumentado dramáticamente en el último año.

“Cuando nosotros comenzamos, veíamos 20 y 25 personas cada noche. En la misma ruta hoy vemos 90. Si fuéramos a extrapolar la experiencia de esa misma ruta al resto del país, quiere decir que el fenómeno ha crecido tres veces”, declaró.

Hace dos años, un 17 por ciento de la población de deambulantes estaba constituido por mujeres. Actualmente esa cifra está en 22.

“Son las que más se deterioran”, explicó y añadió que además sufren el mismo machismo que permea en otros sectores de la sociedad.

A partir de este fin de semana y hasta el dos de enero, las frisas o un kit de higiene estarán a la venta para cualquiera que quiera “abrigar un alma”.