Te quedas viendo el mismo canal porque el control está fuera de tu alcance.

Te dejas crecer la barba por no afeitarte y dices que es por moda

Tiras el papel al zafacón y, si fallas, ahí se queda.

Usas pantalones todo el mes por no afeitarte las piernas.

Tienes el clóset lleno de ropa que no te sirve porque la compraste sin medírtela y para colmo no quieres volver a la tienda a devolverla.

En el supermercado, dejas los artículos en la góndola por no virar a buscar un carrito.

Pegas la boca al galón de leche por no buscar un vaso.

Compras platos desechables por no fregar.

Usas zapatos de velcro por no amarrarte los gabetes.

Compras toda tu ropa de poliéster por no planchar.