La comunidad escolar de la elemental María I. Dones en Fajardo ha estado siguiéndoles los pasos a la secretaria de Educación Julia Keleher desde que se enteraron que su escuela sería uno de los 179 planteles que van a ser cerrados para el próximo curso escolar. Esto, con el fin de exponer sus realidades ante el Departamento de Educación. 

“Hemos estado pisándole los talones a la secretaria y, al sol de hoy, no nos han atendido. Somos una escuela con mucho potencial porque durante 10 años consecutivos hemos sido una de las 28 escuelas de excelencia del área noreste. Tenemos mucha polémica con esto del cierre porque la escuela receptora Gabino Soto no cuenta con el espacio para recibirnos”, explicó Angel López, padre de la escuela que cuenta con una matrícula de 120 estudiantes. 

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Según López, esta determinación del cierre los dejó a todos sorprendidos e indignados porque nadie les ha dado una sola razón para haber tomado la decisión y nadie de la agencia visitó el plantel.

“Entendemos que no están haciendo bien su trabajo porque no puede ser casualidad que la mayoría de las escuelas digan que ningún funcionario ha visitado sus planteles a verificar cada situación particular”, expuso López.

Uno de los muchos planteamientos que esta comunidad escolar quiere llevar a oídos de la secretaria es el hecho de que cuentan con las facilidades para albergar más estudiantes, sobre todo a aquellos de educación especial.  

“Toda la escuela tiene rampas, tenemos cuatro salones habilitados para educación especial y dos de ellos tienen duchas. Todos tienen fuentes de agua dentro del salón. Inclusive, la escuela que nos recibirá no tiene espacio para nuestro niños de educación especial”, expuso el padre de dos niñas.   

Sin embargo, eso es solo una razón, ya que existen otras situaciones como la transportación hasta el nuevo plantel, que mantienen a los padres  desesperados.

“La distancia (hasta la otra escuela) es de 3.6 kilómetros y en nuestra comunidad de Quebrada Vueltas hay un porcentaje de pobreza de un 97%. La mayoría de los estudiantes llegan a pie. El camino hacia la otra escuela no es seguro, hay que pasar por el Río Fajardo y cuando llueve se sale de su cauce. Están corriendo un riesgo enorme”, explicó López.

La escuela María I. Dones ha estado muy activa desde que supieron la noticia. Han tenido reuniones con el alcalde de Fajardo, Aníbal Meléndez Rivera, han realizado protestas,  fueron al Capitolio a deponer en las vistas públicas y, previo a la notificación del cierre, fueron a una reunión convocada por Keleher en Humacao.