El portavoz alterno de la delegación del Partido Nuevo Progresista en el Senado, Carmelo Ríos, presentó una nueva política pública energética centrada en la urgencia de que cada residencia en la Isla cuente con su sistema de generación de energía solar independiente de la red de la Autoridad de Energía Eléctrica.

“Por años se ha hablado de la necesidad de que nuestras residencias cuentan con sistemas alternos de generación de energía como forma para mitigar la dependencia en la AEE. Cuando el huracán María nos azotó en septiembre de 2017 este concepto tomó un mayor auge de cara a la prolongada falta de electricidad causada por el huracán. Pero con el pasar del tiempo, volvió a quedarse en mera ‘discusión’; entendemos que ahora es el momento de reinventar el concepto para que así nuestra gente no tenga que pagar tan alto por la electricidad que consume, que no seamos rehenes de las fluctuaciones en el precio del combustible”, señaló Ríos.

La nueva política pública energética presentada por el también senador por el Distrito de Bayamón, conocida como ‘Ley para la Energización Total de Hogares 2030′, establece unas agresivas métricas de cumplimento para el gobierno. El nuevo modelo establece que el gobierno buscará fondos federales para proveer ayuda a familias para la compra de equipos solares. De igual forma, las casas con estos sistemas aún estarán conectadas con la red de la AEE, sin embargo, no pagarán por dicha conexión y transferirá el exceso de energía generada a la Autoridad, libre de costo, para su uso en otras áreas.

En comunicaciones escritas, el senador explicó que el promedio de consumo energético de una casa en Puerto Rico es de aproximadamente 600 kilovatios por mes. Para generar esta clase de consumo en un año, los actuales sistemas requieren la instalación de 10 a 12 placas solares, cuya vida útil se estima en 30 años.

“En cuanto a la propiedad horizontal, la tecnología ya está disponible para instalar estos sistemas a costos razonables. Pero como dije, el gobierno ayudará a sufragar el gasto inicial, que es el mayor, con el fin de lograr la auto dependencia energética que necesitamos”.

Dijo que en el 2011, un sistema solar residencial promedio tenía un costo fijo de $50,000. Sin embargo, en la actualidad dicha instalación fluctúa entre los $16,000 y $20,000.

“En marzo, nuestra administración dio un paso importante hacia este fin cuando el Departamento de Vivienda anunció que se encuentra desarrollando las guías a seguir para que nuestra gente pueda acceder a los fondos federales disponibles para instalar placas solares en sus casas. Este es un avance, pero nuestro programa es más agresivo. Queremos que para el 2030 el 25 por ciento de todas las casas en la Isla cuenten con sistemas de generación de energía solar. Para el 2035 el 50 por ciento y para el 2040 el 90 por ciento”, añadió el senador.

El primer programa del Departamento de Vivienda facilita el acceso a fondos para la instalación de sistemas solares y cisternas en residencias afectadas por los huracanes Irma y María de 2017 y que hayan sido reparadas mediante programas de ayuda de la agencia.

El segundo programa permite fondos a las familias que se cualifiquen para que, mediante un vale, puedan comprar e instalar estos sistemas.

El Departamento de Vivienda tiene 11 años para utilizar los $400 millones asignados a este programa de placas solares. Los fondos provienen del Programa de Instalaciones Comunitarias para la Resiliencia Energética y el Abastecimiento de Agua, conocido como CEWRI, por sus siglas en inglés.

“Este programa de Vivienda tiene el potencial de impactar unas 12,000 residencias. Es un paso, pero necesitamos más. En Puerto Rico existen más de 1.5 millones de residencias, según múltiples estudios. De esas, unas 300,000 o el 19 por ciento, están abandonadas, así que estamos hablando de energizar alrededor de 1.2 millones en una década. Podernos hacerlo bajo esta nueva política pública”, sostuvo el funcionario.

Ríos reconoció el trabajo de los representantes Joe Franqui y Víctor Parés en este tema y adelantó que su insumo será parte del nuevo proyecto de ley que radicará para hacer realidad la nueva propuesta energética.