El Departamento de Salud proyecta que en las próximas dos semanas el sistema de vigilancia genómica que se estableció, con la ayuda del Dengue Branch del Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés), logre establecer si a la Isla ya llegó la variante del COVID-19 procedente del Reino Unido, cualquiera de las otras identificadas en el mundo o si se ha desarrollado una variante boricua, informó la epidemióloga Fabiola Cruz, directora del Sistema Municipal de Investigación de Casos y Rastreo de Contactos de la agencia.

Mientras, el Ponce Research Institute del Ponce Health Sciences University también prevé que se demorará “varias semanas” en lograr secuenciar un genoma completo para detectar el linaje de la variante que ya identificó en tres casos evaluados en sus laboratorios, según estipuló su presidenta, Kenira Thompson.

En el caso del Departamento de Salud, la demora en lograr tener información precisa se debe a que no cuenta con los reactivos necesarios para analizar unas 20 muestras que han detectado como sospechosas a una posible variante. En Ponce, entretanto, se explicó que preparar los ensayos para poder analizar el genoma completo “tarda tiempo”.

“Lo más importante es que hay una variante que está circulando y que comparte mutación con la de Reino Unido. Hay que evaluar si es esa o es una variante boricua”, subrayó Thompson.

Esa variante de la que habla la experta se identificó el pasado jueves en tres casos positivos a coronavirus registrados uno en noviembre y dos en enero, y que fueron analizados por el Ponce Health Sciences University. Se trata de personas adultas, de entre 45 a 69 años, residentes entre la zona de Caguas y el área metropolitana, y que no tienen historial de viajes, puntualizó Cruz.

La epidemióloga, sin embargo, estableció que es muy temprano para establecer que haya transmisión comunitaria de la variante detectada por la universidad ponceña.

“Todavía es muy temprano. Hay que ver cuáles son las otras mutaciones (de la variación detectada) y cómo se agrupa”, puntualizó.

¿Cómo se detectó?

Antes de conocer cómo los científicos lograron detectar en Ponce una variante, hay que reconocer que es común que los virus muten.

“Cuando están en proceso de crear nuevos virus para replicarse pueden ocurrir unos errores y esos errores crean mutaciones. Prevalece, porque el virus tiene una forma de evitar que estos errores ocurran, y esas mutaciones crean unas características que los hace subsistir”, explicó el doctor en bioquímica y gerente de Investigación del Fideicomiso de Salud Pública, Marcos López Casillas.

Señaló que no se les puede nombrar como nuevas cepas, pues no han logrado suficientes características que los distingan del virus original. Esto representa que continúan como SARS-CoV-2, hasta que se le conozca como variante y no haya sido necesario renombrar la enfermedad. Cepas relacionadas serían el MERS o en SARS-CoV-1.

En el caso de Puerto Rico, se utilizan dos tipos de pruebas moleculares para detectar el virus. Unas identifican dos genes y otras tres. La que se usa en seis laboratorios de la Isla y que detecta los tres genes -ORF1ab, N y S- se le conoce como TaqPath. Es de la compañía Thermo Fisher Scientific.

Varios laboratorios en la Isla han detectado en los pasados meses que hay muestras que no presentan el gen S. Algunas de estas fueron analizadas en la universidad de Ponce.

En el estudio que se realizó en una porción del genoma, se encontró solo una de las 17 mutaciones de la variante del Reino Unido. Se tiene que evaluar el gen completo, su estructura, para determinar si su linaje es el mismo o diferente al de este país.

El experto es de los que piensa que la variante detectada en la Isla es la del Reino Unido. Explicó que la transmisión en Estados Unidos es comunitaria. De hecho, el CDC ya estableció que para marzo esta variante debe haberse convertido en dominante en toda la nación. En el último informe que emitió la agencia federal el viernes se estableció que hay acumulados 434 casos de esta variante. El próximo informe sale hoy, a las 8:00 p.m.

Es el estado de Florida, al que se le llama el municipio número 79 de la Isla por los miles de boricuas que allí residen, el que más casos de esta variante acumula, con 125.

Puerto Rico continúa en cero, pues no se tiene constancia si una de las variantes que reconocen -la de Reino Unido, Sudáfrica y Brasil- llegó.

López Casilla explicó que la “variante (de Reino Unido) acumuló muchas mutaciones en esa proteína (la S). Los aminoácidos que antes estaban, cambiaron. Ese cambio en los aminoácidos ha hecho que esta variante sea más transmisible. Tiene una mutación más específica y ya se ha descubierto que aumenta el contagio, que tiene un mejor agarre”.

Posible una variante boricua

El que exista una variante boricua del virus SARS-CoV-2 es posible, según establecieron los tres expertos entrevistados.

El problema es que desde que empezó la pandemia, en marzo de 2020, no se había estudiado la estructura del virus. Ahora que comenzará a realizarse este análisis, puede ser que se detecte.

“Donde ocurren variante es en la infección y como hay mucha gente infectada, pues crea mutación”, explicó López Casillas.

Estableció que hay varios estados de EE.UU. que ya tienen confirmada sus variantes. Estos son California, Ohio, Illinois y Luisiana. De hecho, países como Dinamarca e Irlanda también tienen variaciones. Sin embargo, estas variantes no han sido tan dominantes como las de Reino Unido, Sudáfrica y Brasil, que se muestran más contagiosas.

La doctora Thompson, especialista en neurociencia, afirmó que “la variante boricua no la podemos descartar. Los virus tienden a mutar. Por eso es que la vacuna de influenza la cambian todos los años para atacar esas diferentes cepas. Pero, hasta que no se estudie el genoma completo, no vamos a saber”.

Para detectar si en realidad hay una variante boricua, Salud desea comenzar a analizar muestras seleccionadas al azar y que no solo sean aquellas que muestren una deleción en el gen S, como las que han seleccionado en esta primera etapa para analizar.

“Estamos esperando que lleguen estos reactivos para comenzar estos trabajos. Queremos saber cuál es la variante predominante en Puerto Rico”, afirmó.

La epidemióloga detalló que una vez se conozca la estructura del genoma, esta es comparada en la computadora por todas las que se han registrado. Si es diferente, puede considerarse que es una variante nueva y sea la boricua.

“Se sabe si es de Puerto Rico sin es muy distinta a las demás variantes”, señaló.

Pero, para comenzar estos análisis, el Departamento de Salud necesita que lleguen los reactivos. Cruz espera que esta semana ya se puedan tener para comenzar de inmediato el análisis.

Las variantes más dominantes SARS-CoV-2:

Reino Unido: Esta variante es conocida como 20I / 501Y.V1, VOC 202012/01 o B.1.1.7. Se han detectado 17 mutaciones de esta variante. Desde entonces, se han detectado casos en numerosos países del mundo, incluido Estados Unidos. En enero de 2021, científicos del Reino Unido informaron evidencia que sugiere que la variante B.1.1.7 puede estar asociada con un mayor riesgo de muerte en comparación con otras variantes. Se necesitan más estudios para confirmar este hallazgo. Hasta el momento, se han detectado 434 casos en 30 estados de los Estados Unidos, siendo Florida (125) y California (113) los de mayor incidencia a través de transmisión comunitaria.

Sudáfrica: Esta variante es conocida como 20H / 501Y.V2 o B.1.351. Comparte algunas mutaciones con B.1.1.7, de Reino Unido. En este país, el 90% de los contagios se dan a través de esta variante. Hasta el momento, no hay evidencia de que aumente la severidad de la enfermedad. Sin embargo, existe alguna evidencia que indica que una de las mutaciones puede afectar la neutralización de anticuerpos generados por la exposición al virus o la vacuna. Dos casos de esta variante fueron reportados en Carolina del Sur a finales de enero. Están asociados a viajes.

Brasil: A esta variante se le conoce como P.1. Se identificó por primera vez en cuatro viajeros de Brasil que fueron evaluados durante un examen de rutina en el aeropuerto de Haneda, en las afueras de Tokio, Japón. Se ha identificado a la ciudad de Manaos como la de más casos de esta variante. Allí el 76% de la población ha estado expuesta al virus. Existe evidencia que sugiere que algunas de las mutaciones afectan la capacidad de los anticuerpos generados por una infección natural previa o mediante vacunación para reconocer y neutralizar el virus. Esta variante tiene 17 mutaciones únicas. Un caso de esta variante se detectó en Estados Unidos a finales de enero, en Minnesota.

Fuente: Centro de Control y Prevención de Enfermedades.