San Germán. Ahogada por el dolor que siente ante la pérdida de su hija, pero fortalecida por las muestras de apoyo de familiares y amigos, la madre de la joven Valerie Ann Almodóvar Ojeda, Zaida Luz Ojeda Pérez, recibió el miércoles a decenas de personas que llegaron hasta la funeraria Avilés, en este municipio, para darle el último adiós a la joven, asesinada la semana pasada y cuyo cuerpo fue encontrado en Adjuntas.

“Es un dolor muy grande… desconsolable… solo Dios sabe”, dijo Ojeda Pérez entre sollozos.

“No entiendo por qué el destino le jugó mal. Cuando más feliz ella estaba, me la apagaron”, agregó.

Tan pronto el cuerpo de la joven de 23 años fue puesto en capilla ardiente, un desfile de familiares, amigos y conocidos no secó en el lugar. Entre abrazos y llanto, Ojeda Pérez recibió muestras de solidaridad de las personas que desfilaban frente al féretro y que, en pocos minutos, llenaron el recinto.

“Eso es señal de que la querían mucho. Ella era una persona muy amable. Muy dulce y activa”, recordó.

“Le encantaba el periodismo. Cursaba el tercer año y el teatro era su pasión. También se graduó de chef… No entiendo por qué pasó esto”, insistió.

Su padre, Eddie Almodóvar, lucía sereno, pero apenas podía expresarse.

“No tengo palabras… no quisiera que nadie pasara por esto”, manifestó.

Las expresiones de solidaridad no terminaban. Amigos de la joven, como Fernando Avilés, quien se crió con Valerie Ann en el mismo barrio desde los seis años, llegó temprano para mostrar sus respetos a la familia de la víctima. 

“Es algo bien triste para toda esta familia, que era muy querida en este pueblo. Desde pequeña se le notó que ella quería bregar con el arte y con el teatro y era una persona muy dulce”, recordó Avilés.

Mientras, Carmen Quiñones no podía contener las lágrimas al escuchar el dolor que producía el llanto de la mamá de la víctima. 

“Es un golpe muy duro para un padre perder un hijo. Esto nos enseña que hay que tener mucho juicio con los hijos. Ellos quieren hacer siempre lo que quieren y hay que tener cuidado”, manifestó Quiñones, quien lamentó que en el país se estén perdiendo vidas por crímenes violentos, especialmente mujeres.

“Esto ha sucedido una cosa detrás de la otra. Se va una joven hoy y a los dos o tres días perdemos una joven más. Hay que ser prudentes”, apuntó.

Valerie Ann fue reportada desaparecida el lunes de la semana pasada y al otro día su cuerpo fue encontrado en una carretera rural del pueblo de Adjuntas, envuelto en bolsas plásticas. El reconocido grafitero Juan Luis Cornier Torres, conocido como Manwe Uno, es sospechoso del crimen, luego que la guagua de la joven fuera encontrada frente a su casa. El joven fue arrestado ayer cerca de su residencia.

También es persona de interés en la investigación el novio de la víctima, un doctor del área de Ponce. 

Mientras, la familia espera que las autoridades den con el o los responsables del crimen, que ha consternado a todo el país.

“Yo le agradezco de todo corazón a la Policía porque han removido cielo y tierra para buscar. Yo espero que encuentren a la verdadera o las verdaderas personas que hicieron esto, porque no tienen perdón de Dios”, manifestó la mamá de Valerie Ann, quien dijo que no conocía al principal sospechoso del crimen.

Amigos y familiares de Valerie Ann dan el último adiós a la joven asesinada la semana pasada