huelga sin arrestos.

Dos escalamientos y 38 escuelas con daños en los candados fue el saldo ayer del segundo día de la huelga decretada por la Federación de Maestros.

Ayer, sin embargo, no hubo arrestos de maestros.

Datos de la Superintendencia Auxiliar en Operaciones de Campo (SAOC) reflejan que ayer hubo manifestaciones en 561 escuelas, 131 más que el jueves. Pero, según estas cifras, la cantidad de manifestantes fue menor: de 4,778 el jueves a 3,787 ayer.

El reporte reveló que 15 escuelas se mantuvieron cerradas y que hubo un alza en el número de policías asignados a la huelga: de 1,200 a 2,126.

Hubo escalamientos ayer de madrugada en las escuelas Dolores Gómez, de Arecibo, y Lola Rodríguez de Tió, en San Germán, donde arrestaron tres personas.

Sitiada la Gabriela mistral

La escuela superior Gabriela Mistral, de Puerto Nuevo, amaneció ayer sitiada por policías -por aire y tierra- que grababan en vídeo a los huelguistas.

La movilización, que no fue provocada por ningún incidente violento en la línea de huelga, produjo el encono de los manifestantes, que aumentaron con el hecho de que había varios policías que tenían su identificación ocultas detrás del chaleco antibalas.

También se detectaron dos agentes de la División de Arrestos Especiales en los predios del plantel. Esta pareja es la misma que ha participado en manifestaciones de la Federación de Maestros. Fue removida del lugar tras ser fotografiada por el Lcdo. Alvin Couto, del Frente Amplio.

Además llamó la atención el uso de un helicóptero de las Fuerzas Unidas de Rápida Acción (FURA), que se detuvo estático frente a los manifestantes.

El presidente de la Federación, Rafael Feliciano, criticó la situación y lamentó que el Departamento de Educación, en vez de invertir sus recursos en buscar una salida a la negociación de un convenio colectivo, haya optado por combatir su demostración.

“En esta escuela hay un despliegue excesivo de policías. Hay dos encubiertos en los predios de la escuela, esto es peligroso porque son los que provocan situaciones en las líneas de piquete”, dijo Feliciano.

Tras incrementarse la tensión, a eso de las 7:30 a.m., el superintendente Pedro Toledo envió al coronel José L. Caldero López al plantel para que mediara en la situación y se asegurara de que no se grabara a los activistas.

Caldero López detectó a dos policías que no estaban identificados y les dio su pinche y el de un asistente, para que pudieran lucir su identificación como lo establece la ley: visible en su uniforme.

Uno de los no identificados era un agente de la División de Servicios Técnicos que tomaba vídeos.

“Impartí instrucciones de que sólo se grabara en caso de surgir incidentes para investigación criminal, que es lo de nosotros”, dijo Caldero, al descartar que la Policía hubiese estado haciendo tomas de los activistas.

El Superintendente se reafirmó en que sus instrucciones fueron dirigidas a grabar sólo en caso de que surja algún incidente y no para perseguir a los asistentes.

“Nosotros dimos instrucciones de que los policías uniformados sean los que den entrada y salida en las escuelas. Esas personas vestidos de civil estaban ayudando a los oficiales”, sostuvo Toledo, al descartar el carpeteo.

Agregó que en caso de que no se configure un delito, el vídeo de la Policía será borrado.