Mientras se dirigía de salida a donde estaba estacionado su vehículo, uno de los doctores de la Escuela de Medicina Dental del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR) que participó en la jornada de servicios dentales gratuitos en las escuelas Amalia Marín Castilla, Gaspar Vilá Mayans y de la Comunidad Instituto Loaiza Cordero, se llevó una sorpresa que probablemente sea la mejor muestra de cuán valioso es ese servicio que ofrecen a las comunidades; un niño lo llamó justo antes de abordar, y le dio un espontáneo y emocionante abrazo de agradecimiento.

El niño fue uno de los cerca de 500 estudiantes que se beneficiaron de la iniciativa “Give Kids a Smile”, que cada año se lleva a cabo a través de todos los estados y territorios de los Estados Unidos, en alianza con la Asociación Dental Americana (ADA).

En esta ocasión, los doctores y estudiantes de tercer y cuarto año de Medicina Dental y el Programa de Asistencia Dental, así como voluntarios de la Escuela de Medicina, ofrecieron servicios a niñas y niños de entre 5 a 12 años, incluyendo menores con necesidades especiales. Como parte de la iniciativa ofrecieron charlas, talleres y juegos educativos.

La iniciativa, además, bien puede verse como otra muestra más de la relevancia e importancia de la UPR más allá de sus recintos, con los servicios que ofrecen al pueblo en general y en particular a comunidades más desventajadas, tal como lo expresó una de las familias participantes.

“Está todo muy bien. Se notan tranquilos, muy inteligentes, muy profesionales. Y bien, porque me están atendiendo al nene de lo más bien. Y bien organizado. Se han hecho muchas cosas con los nenes”, comentó Petra Jackeline González, abuela del niño David Martínez, a quien tiene bajo su cuidado desde pequeñito.

“Nos están facilitando el atender los nenes con los médicos. Eso es muy bueno, muy importante. Estoy contenta y agradecida. Porque, fíjate, mi nene lo están atendiendo ahora mismo, y yo no podía (llevarlo). Y él necesita ahora mismo el tratamiento que le están dando”, afirmó la abuela, agregando que en cuanto supo de la actividad no dudó en firmar el consentimiento para que atendieran su nieto.

“Lo traje rapidito. Y rapidito lo están atendiendo. Es bueno. Es un buen avance también. Y muy importante”, insistió la complacida.

Apenas unos minutos después, el pequeño David salió, se unió a ella, y se unió al agradecimiento.

“Excelente el trabajo que han hecho. Gracias por lo que hicieron. Y el esmalte de mis dientes ya se está sanando por culpa de ellos. ¡Muchas gracias!”, dijo el pequeño sonriendo.

“El pueblo lo necesita”

Mientras, para los estudiantes participantes, se trató de “una experiencia sumamente enriquecedora”, según describió Sahayra Martínez Candelario, estudiante y presidenta del consejo de la Escuela de Medicina Dental.

“Unos podrán decir que profesionalmente, pero es más personal que profesional. La realidad es esa. Obviamente, el pueblo lo necesita y por eso es que nosotros, como institución pública, debemos llevar este tipo de actividades a comunidades como esta, a personas, estudiantes de escuela elemental, escuela intermedia, que necesitan atención de lo que son este tipo de instituciones como lo somos nosotros, que somos una institución pública que presta servicios al país”.

La joven subrayó que se sentía “sumamente contenta con el trabajo” que habían podido realizar, tanto los estudiantes como las personas a cargo de organizar el evento.

Comentó que, a través de esta y otras actividades tanto a través de la isla grande como en Vieques y Culebra, han notado la necesidad que hay de servicios de salud oral entre las comunidades.

“Y es por eso que recalco siempre la importancia que instituciones públicas como la de nosotros, que prestamos servicios al país, venga y haga estos cernimientos y demás”.

Explicó que, como parte de su labor, al llegar al lugar, “educamos al paciente, le decimos cómo se debe cepillar, cómo se debe pasar el hilo (dental), cuántas veces se debe cepillar, cuántas veces debería visitar al dentista, que la salud oral no solamente es salud en la boca, sino es salud completa y general, pero empieza por ahí. Y luego de eso, explicamos que vamos a hacer un chequeo, nosotros le llamamos cernimiento, pero esa es una palabra grande para un niño y quizás no la entiende, así que le decimos, ‘vamos a chequearte todos los dientecitos y que no tengas las bacterias que te comen los dientes’”.

En ocasiones, agregó, encuentran casos de “bocas bien deterioradas” y hacen un referido para que puedan continuar con un tratamiento adecuado. De igual forma, fomentan que vayan a la Escuela de Medicina Dental, donde ofrecen una variedad de servicios, “desde pediatría hasta cosas bien complicadas, como cirugía maxilofacial”, a precios “bien módicos”, y aceptando la mayoría de los planes médicos, incluyendo el plan Vital del gobierno.

Además, si durante un cernimiento se da el caso que encuentren señales de posible negligencia o maltrato, pues refieren esa sospecha a las autoridades competentes, pero de igual forma dan el referido para continuar el tratamiento indicado con el especialista.

Por su parte, el doctor José Matos Pérez, decano interino de la Escuela de Medicina Dental, también subrayó el valor de la actividad, para “impactar niños en áreas de poco acceso a salud oral”.

“Damos charlas educativas, tanto a niños y algunas veces también a papás. Y hacemos cernimientos para sembrar la semilla de educación en los niños, porque eso va a redundar en un futuro de menos intervenciones por enfermedades de salud oral. Y eso es lo que queremos”, afirmó el doctor.

“Nosotros creemos mucho en la prevención, y la prevención envuelve educación. Y lo que hacemos con los niños es educarlos, cómo es la higiene, el cepillado, dietas, y otro tipo de información que necesiten para ir educándose en cómo mantenerse, las visitas al dentista. Le damos la información general de una buena higiene oral”, explicó, agregando que también se hace el cernimiento para verificar “cómo está la cavidad oral” y si es necesario intervenir, se le explica a los padres o tutores para que acudan a su dentista o a la Escuela de Medicina Dental.

“Realmente, ellos (la gente que recibe los servicios), y en esta misma escuela pregunté cómo se sentían, y estaban súper emocionados con tenernos aquí, porque realmente somos pocos los que podemos atender la salud oral en Puerto Rico y no damos abasto. Y la acogida siempre ha sido muy buena. Siempre se emocionan con la llegada de nosotros”, afirmó el doctor, resaltando también la importancia de la actividad como experiencia educativa para los estudiantes de la Escuela de Medicina Dental.