El cambio del Programa de Ayuda Nutricional (PAN) al programa suplementario SNAP federal no solo se plantea como algo necesario para poder mantener esa asistencia para las cientos de miles de familias que la necesitan, sino que también es preciso que ocurra con la mayor agilidad posible, ya que se trata de una cantidad de dinero cuyo impacto va mucho más allá de los recipientes y se extiende por gran parte de la economía boricua y sus negocios, incluyendo las tiendas al detal.

Según se destacó en el foro anual de la Asociación de Comercio al Detal (Acdet), que se lleva a cabo en el Centro de Convenciones, los fondos para el PAN que recibe Puerto Rico rondan los $2,500 millones, y sirven a alrededor del 44% al 46% de la población en alguna medida.

No obstante, la manera en que se asignan esos fondos, en un bloque fijo, que no toma en cuenta cuántas personas más entran al programa, implica una gran limitación para Puerto Rico, además de representar una gran disparidad con respecto a otros estados y territorios.

Todavía más, con los recortes que se proyectan, los beneficiarios del PAN recibirían recortes de alrededor de 30%, lo que, a su vez, tendría un impacto en un sinnúmero de negocios.

Esta situación, además, se combina con una elevada inflación que también está impactando la economía.

En cambio, entrar al programa SNAP, aportaría a Puerto Rico unos $2,000 millones adicionales.

“Ahora en el mes julio fue el primer mes que no tenemos el dinero adicional (para el PAN) que estaba corriendo. Ese dinero adicional se acabó en junio y ya el mes de julio empezamos con la nueva base que serían los fondos del PAN. Eso representa una merma como de un 30%. Eso significa que la persona que cogía de los fondos del PAN $198, ahora va a coger $140 en promedio”, comentó Eduardo Marxuach, principal oficial ejecutivo de supermercados Econo, y uno de los oradores del foro.

Eduardo Marxuach, de Supermercados Econo.
Eduardo Marxuach, de Supermercados Econo. (Carlos Rivera Giusti/Staff)

Sostuvo que ese recorte se puede comparar a que le disminuyan el salario a una persona en 30%, en una economía que tiene una inflación bien alta.

“Entonces, eso básicamente no le va a dar para subsistir, y eso va a tener implicaciones también en otras industrias, que es lo que estamos viendo”, agregó Marxuach, quien es parte de la Coalición para la Seguridad Alimentaria de Puerto Rico, un grupo de empresas, organizaciones sin fines de lucro y otros intereses que está impulsando la inclusión de Puerto Rico en el programa SNAP ante el Congreso federal.

“Ya se está trabajando en el Congreso para que se ponga dentro del proyecto que se llama Farm Bill, que incluye un montón de cosas, muchos subsidios, y ahí está SNAP. Lo que estamos buscando son esos fondos que nos va a dar paridad. Pero, aunque lo aprueben el año que viene, aunque entre dentro del proyecto, va a tomar un tiempo para que el gobierno de Puerto Rico esté listo para poder manejarlo”, agregó Marxuach, destacando la necesidad que estas acciones se lleven a cabo lo antes posible, “para evitar lo que llamamos el barranco”.

“¿Pero qué representa eso? Si entraríamos al SNAP, o si tuviésemos la paridad con SNAP, serían alrededor de $2,000 millones adicionales. Ahora mismo la base está en $2,500 millones, más $2,000 millones más, serían casi $4,500 millones. Eso sería dinero adicional que entraría a la economía de Puerto Rico, a esas familias para que puedan hacer sus compras”, aseveró.

Por otro lado, entrar a SNAP significaría para Puerto Rico que, si añaden más personas al programa, los fondos aumentan automáticamente. Además, en caso de desastre, como ocurrió con el huracán María, se activan automáticamente fondos adicionales de asistencia.