A pesar del número alto de fallecimientos en Puerto Rico debido al COVID-19, esta no fue la principal causa de muerte en el 2021, según el Registro Demográfico.

Fueron las enfermedades cardiacas las que encabezaron los óbitos del año pasado, sumando el 16.5% de las más de 32,881 muertes reportadas hasta la semana pasada, tendencia común en los pasados años en Puerto Rico. Estas dolencias incluyen ataques, fallos coronarios, enfermedades congénitas, infarto agudo de miocardio y aneurisma aórtico, entre otras complicaciones.

“Las enfermedades del corazón siempre aparecen como la primera causa de muerte a nivel Isla”, especificó la demógrafa de la agencia gubernamental, Melissa López Rosa, quien reiteró que el número de defunciones aún son preliminares.

El COVID-19, por su parte, ocupó el quinto lugar a nivel isla, ya que el 4.5% de los fallecimientos se atribuyen al coronavirus. Mientras, la segunda causa de muerte fueron enfermedades de neoplasia maligna, o cáncer, (15.7%). A esto le sigue la diabetes (9.6%) y el Alzhéimer (8.3%).

En las regiones del Departamento de Salud de Fajardo, Bayamón y Mayagüez la diabetes figuró como causa principal de muerte. Entretanto, el COVID-19 ocupó la cuarta posición en la Región Metropolitana.

El 54% de las defunciones corresponden a hombres, mientras que el 45% a féminas.

En continuo aumento las muertes

Según López Rosa, del 2019 al 2020 se han reportado aproximadamente 3,000 decesos adicionales que los registrados previo al 2019. Además, las muertes del 2021 superaron por más de 584 las reportadas en el 2020, que sumaron a 32,297.

La experta analizó que esta alza podría deberse al envejecimiento de la población, o podría ser que el coronavirus, probablemente, empeoró el cuadro clínico de los pacientes. Sin embargo, estas hipótesis se tendrían que comprobar mediante estudios médicos.

“Generalmente, a medida que la población vaya envejeciendo, vamos a ver mayores defunciones, porque más personas en edades más viejitas, en edades más adultas, las tasas de defunción son mayores. Ahora con el COVID, al igual que pasó con (el huracán) María, que tuvimos un excedente de defunciones, lamentablemente está provocando la muerte de más personas de la que se esperaría regularmente, porque no es lo mismo. Generalmente, tenemos un porciento, unas proyecciones de las enfermedades que pudieran ocasionar la muerte de personas y ahora con el 2021 -y con este último mes que atacó mucho más fuerte con las nuevas variantes- quizás sí se esperaba, en el sentido de que mientras el COVID esté en este auge vamos a tener muertes extras que no eran las que se veían en otros años”, detalló.

“Hay que verificar y ver si aumentó en otras causas de muertes porque. quizás el COVID agrava la salud del país, de los médicos y (del personal de los) hospitales, y se debería realizar un estudio de cómo afectó las otras condiciones de salud o condiciones médicas”, agregó.

La mayoría de los fallecidos, o el 28%, tenían entre 80 a 89 años. A este grupo de edad le siguió aquellos entre los 70 y 79 años (23.9%) y quienes sobrepasaban los 90 años (16%). La menor cantidad de muertes incluyeron adolescentes de 10 a 19 años de edad (0.31%).

¿Por qué enfermedades cardiovasculares?

Para el doctor Miguel Magraner, quien es el director de Medicina Interna del Hospital Damas de Ponce y de Medicina de la Ponce Health Sciences University (PHSU), el patrón de muertes provocadas por enfermedades cardiovasculares se debe a que, el 50% de personas mayores de 50 años padecen de alta presión.

“Obviamente, la causa de muerte en Puerto Rico sigue siendo, principalmente, las enfermedades cardiovasculares. El hecho es que, en Puerto Rico, a los 50 años, casi el 50% padece de condiciones de alta presión y ese factor de alta presión, que lo va a ser riesgo principal para poder ser enfermedad cardiovascular de ‘strokes‘ o enfermedad coronaria”, expresó el galeno.

Asimismo, dijo que la obesidad aporta a la probabilidad de sufrir de enfermedades cardiovasculares, por lo que citó a estudios del National Health and Nutrition Examination Surveys (NHANES) que indican que solamente el 50% de los pacientes de alta presión están controlados.

“La mitad (de los pacientes hipertensos) no están bien controlados, lo cual es un problema”, reiteró.

¿Qué se puede hacer?

Con el fin de evitar padecer de estas condiciones, Magraner recomendó que lo primordial que debe hacer la población es conocer qué es la alta presión y monitorearla periódicamente.

Según la American College of Physicians y la Asociación Europea de Hipertensión, una presión normal se sitúa en 140/90 o más. La mayoría de los médicos siguen este criterio, aunque otros optan por la definición del American Heart Association de 130/80 o más.

Otros hábitos que se deberían adoptar incluyen caminar o ejercitarse 30 minutos al día y controlar el peso y la sal.

“Van a lograr que baje la presión. Por lo tanto, los riesgos de las enfermedades del corazón van a disminuir”, afirmó.